Laicos Misioneros Combonianos

Un mundo desconocido para muchos

LMC Guatemala

Justicia, Paz e Integridad de la Creación.

El 23 de mayo 2023, la Comunidad de LMC Guatemala, compartimos con Sor Lidia una Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl; quien con una magistral charla nos expone sus experiencias vividas en Justicia, Paz e Integridad de la Creación.  Sus vivencias en un área marginal del Basurero de la Zona 3 en la Ciudad de Guatemala y su palabras tan llenas del Amor de Dios nos hace reflexionar que como LMC estamos inmersos en este caminar y que somos parte de esta sociedad tan desfavorecida y que día a día son más y pocos los llamados a este servicio.

Nos invita:  “al no ver extraño a nadie, sino verlo como un verdadero hijo de Dios; a ver la Trata de Personas en donde como LMC puedo aportar desde mi contexto, a poder cambiar nuestro vocabulario, ya que no es lo mismo “Una mujer prostituta” a “Una mujer en situación de prostitución”,  pensar que “Son familias en tránsito” y que las debemos acoger desde lo que son, siempre pensando que traen muchas cargas y que para el Crimen Organizado, es más fácil vender a una persona que una arma y que el dinero del arma se acaba, pero la persona se puede vender varias veces”.  

Este encuentro nos marca el compromiso que como LMC Guatemala tenemos y podamos ser un granito de arena en el cambio que queremos ver el mundo desde nuestras realidades.

Miriam Herrador de Orrego

LMC Guatemala

¡Ahí viene el Misionero…!

LMC Centroamérica

Comienzo estas humildes líneas primeramente dando gracias a Dios porque ha fijado su mirada en este servidor.

En enero anterior, se realizó la Asamblea de los MCCJ de la Provincia de Centroamérica, donde el Hno. Jesús Pérez, Asesor para Costa Rica de los LMC, conversara con el Párroco de San Luis Petén, Padre Aubert Gamende, de la posibilidad de recibir para la Semana Mayor en la Parroquia algunos integrantes de nuestro grupo, fue ahí donde todo este sueño e ilusión comenzó.

Por diferentes circunstancias solo mi persona partió el 29 de marzo hacía Guatemala, con una maleta llena de mucho miedo, ilusión, esperanza, pero sobre todo con muchas ganas de poder brindan un poco de todo el amor que Dios ha tenido hacía conmigo, el mismo amor con el que me recibieron en Casa Comboni.

Tuve la oportunidad de compartir con los LMC de Guatemala, acompañarlos en su proyecto Chispuditos, conociendo algunos Departamentos del país, comiendo la deliciosa gastronomía (caldo de res, rellenitos de plátano, atoles, etc., etc. y etc. ja ja ja), viviendo la espectacular experiencia de su cultura y gran Fe, el domingo de Ramos en Antigua con las emblemáticas Procesiones, Patrimonio Intangible de la Humanidad.

El lunes Santo emprendo mi viaje hacía San Luis Petén, cabe mencionar que la Parroquia es administrada por los MCCJ, está conformada por más de 140 Aldeas (poblaciones), unas de habla castellana, otras que solamente hablan el dialecto Q’eqchi y otras mixtas, todo este territorio comprende aprox. 3000 km cuadrados y es atendida por 4 Sacerdotes, que luego de 8 horas de viaje, me recibe el Padre Fabrice para llevarme a Casa Parroquial donde al igual que en Casa Comboni, me recibieron como uno más de la casa.

Luego de descansar un poco, me llego a buscar Billy; para llevarme a conocer la Clínica Parroquial, donde se brinda servicio de Atención Primaria a la población Parroquial, no solo del Centro, si no y que por medio de las Campañas de Salud se adentran a poblaciones más alejadas, donde el grupo de los LMC de Petén en algunas ocasiones participan, también visitamos el Asilo de Ancianos con muchas necesidades y que los Hermanos de LMC Petén realizan un trabajo de acompañamiento y asistencia, y tienen varios proyectos por hacer en esta casa de residencia permanente.

El miércoles Santo, pude conocerme y compartir con los LMC Petén, quienes nacieron el mismo día y fecha que nosotros acá en Costa Rica, compartimos, vacilamos, conversamos de las realidades de nuestro grupo, son un grupo muy dinámico, y con ganas de hacer las cosas bien, como se los mencioné a ellos los felicito y saben que humildemente en lo que podamos ayudar ahí estaremos….

Por parte de los Padres, se me asigno y otorgo la oportunidad de colaborar en una de las aldeas, La Tortuga, quien para este efecto me llego a buscar Alma, una mujer entregada en alma vida y corazón al servicio de su comunidad, ella es la Coordinadora de la Aldea, junto con ella organizamos las diferentes celebraciones para los días venideros, comenzando el jueves Santo con la celebración del Lavatorio de los pies y la oración en el Huerto, el viernes por la mañana todas las Aldeas de habla castellana estábamos convocados al Centro Parroquial a vivir como Comunidad el Vía Crucis y la Adoración a la Cruz, nos congregamos casi 1500 personas a una misma oración y sentir. Luego ya en La Tortuga tuvimos nuestra celebración para aquellas personas que por sus quehaceres no lograron ir en la mañana a la parroquia.

El sábado en la mañana visitamos junto a servidoras de la comunidad a varias familias, unas porque están recién llegando a vivirá La tortuga otras ya tenían su tiempo, y aprovechamos para invitarles a que llegaran por la noche a la Gran Fiesta de la Vigilia Pascual, para alegría en su mayoría aceptaron la invitación, también visitamos algunos enfermitos entre ellos don Diego, por el que les pido elevemos una oración, tiene cáncer en los huesos y sufre muchísimo de dolor, don Juan, se les llevo la comunión, ver la alegría que expresaban a recibir a Jesús Eucaristía en su hogar y hacerse uno con Él, en lo personal fue una de las tantas cosas que me sirvieron para tomar la decisión que más abajo les cuento.

En la noche con mucha esperanza realizamos la celebración la Gran Vigilia Pascual, donde niños y niñas acólitos, lectores, coro y todos como comunidad vivimos la gran alegría de la resurrección, esa misma alegría que en lo personal me embarga hasta hoy.

El domingo por la mañana se nos convocó nuevamente al Centro Parroquial para vivir la fiesta de la Resurrección, iniciamos con una hermosa procesión por diferentes carreteras de la comunidad y llegar a un espacio acondicionado al frente del templo donde más de 150 niños hicieron su primera comunión, una forma de terminar nuestra Semana Santa llena de muchísima alegría.

De verdad que desde el mismo momento que fui recibido por el Hermano Humberto en el aeropuerto hasta mi regreso a Costa Rica, me acogieron como uno más, las palabras se me quedan cortas para agradecer a todos y todas las personas que me mostraron su cariño y empatía, por dejarme ver su cultura y aunque seamos de diferentes países, costumbres y cultura, tenemos un mismo amor que nos une y es más grande que cualquier diferencia étnica.

El escuchar …Ahí viene el misionero… resuena en mi cabeza con mucha humildad, pero constantemente…

Desde algún tiempo atrás vengo rogando a Dios que me muestre el camino, le digo como Samuel “Habla que tu siervo escucha…”, este viaje me sirvió muchísimo para reafirmar el anhelo de mi corazón, servirle a Él, como y donde sea su voluntad, por lo que me encomiendo a sus oraciones, este próximo 16 de junio día que celebramos El Sagrado Corazón de Jesús, por gracia de Dios estaré asumiendo mi Compromiso como Laico Misionero Comboniano, con la esperanza de poder ponerme al servicio de la familia Comboniana.

Gracias Guatemala, gracias San Luis, GRACIAS LA TORTUGA, LMC Guatemala, LMC San Luis Petén, MCCJ, no los nombro porque me da miedo que me quede alguien por fuera, pero a todos los llevo en el corazón…

Dios los bendiga abundantemente…

José David Rojas Q

LMC Costa Rica

Experiencia Comunitaria en Guatemala

LMC Guatemala

San Daniel Comboni tenía un AMOR INMENSO POR LAS ALMAS DE LOS MAS POBRES Y ABANDONADOS y esto solo se puede vivir desde una EXPERIENCIA DE MISIÓN.

Para los LMC de Guatemala, haber acompañado a Maximina y Mercedes en su proceso de Experiencia Comunitaria, es hoy una escuela de aprendizaje llena de AMOR Y ESPERANZA MISIONERA; por qué, se pueden preguntar muchos; porque cada miembro de la comunidad tiene participación; todos en la oración, en la economía, en el acompañamiento personal, en la formación en tantas actividades que una experiencia misionera necesita y nadie dijo no, estamos en el mismo barco todos subidos en donde DIOS PADRE nos guía bajo la intercesión de SAN DANIEL COMBONI, Nuestra Madre la Virgen María y SANTO DOMINGO DE GUZMAN Patrono de la Comunidad de Xenacoj que abrió las puertas de su casa y de su corazón, para que ellas realizaran esta experiencia durante 6 meses.

En estos 6 meses hubieron puertas tan amplias que con facilidad se pasaban, pero también tan angostas que requerían para ellas y la comunidad estar llenos de oración, sabiduría, comprensión, tolerancia, cansancio y llenos de FE para poderlas pasar.

Gracias Merceditas y Maxi por su disponibilidad y abandonarse a los más pobres y necesitados a quienes estamos seguros llevan en su corazón y fueron para ellos su primera escuela de AMOR FRATERNO y UNIÓN COMUNITARIA.

Miriam Herrador

LMC Guatemala

¡América Tu vida Es Misión ¡

LMC Guatemala

Con mucha alegría escribimos nuevamente, con un corazón abatido por dejar Brasil, una hermosa comunidad y personas generosas, pero con entusiasmo y esperanza por regresar a Guatemala.

Entre reencuentros con la familia, amigos y amigos de nuestras comunidades y parroquia nos sentimos acogidos y amados, entre llamadas y mensajes a larga distancia con nuestros queridos amigos “mineiros”, iniciamos nuestro proceso de reinserción; a pesar de ser nuestro país de origen nos hemos ido reubicando, reconociendo lugares y personas, asombrándonos de los cambios en los niños y jóvenes y ellos también de los nuestros.

Hoy regresamos con un corazón lleno de muchos aprendizajes, de momentos vividos llenos del amor y misericordia de Dios, pero especialmente con una purificación personal que sabemos que aún continua.  Venimos con mucha fuerza y energía para trabajar por el Reino de Dios, para contarle a todos lo que hemos visto y oído, todo lo que Dios nos ha enseñado.

En esa alegría nuestra comunidad LMC de Guatemala nos organizó una misa y una reunión de bienvenida, “tiraron la casa por la ventana” como el buen guatemalteco diría. Fue una acogida muy reconfortante y lo mas importante a reconocer es que tenemos una comunidad que ha estado apoyándonos en todo momento, con sus dificultades y desafíos, pero es una certeza que esta obra de Dios no es mas que una obra hecha en comunidad con las manos y rodillas de muchos.

Hoy que iniciamos nuevamente nuestra vida como familia, con otra forma de ver las cosas y las realidades, con un corazón que pide justicia y paz. Nos encomendamos a sus oraciones, también nos unimos en oración a todos aquellos que están por partir o que están en misión, para que todo juntos en esa unidad, podamos encontrarnos con el verdadero rostro de Cristo y tener sus mismos sentimientos.

Que San Daniel Comboni siga intercediendo por las necesidades de todos los misioneros y siga tan actuante al lado del Señor para que mas vocaciones religiosas y laicas sean redescubiertas y encaminadas.

¡Que viva la misión! ¡Que viva la familia! ¡Que viva San Daniel Comboni!

Familia Camey Figueroa, LMC Guatemala