Laicos Misioneros Combonianos

IV encuentro continental LMC de América (18 – 24 de septiembre 2016)

LMC AmericaComenzó el Encuentro el domingo 18 con la presentación de estas jornadas por parte de la Coordinación Continental y por el P. Erasmo, Provincial comboniano en México. Luego tuvimos una original dinámica, que dirigió Leticia, para conocernos mejor como grupo. A continuación fijamos algunos cargos y responsabilidades prácticas para estos días.

Comenzamos el día lunes con la misa que tuvo mucho colorido misionero LMC latino. La Eucaristía ha de ser la fuerza para todo misionero, así lo pusimos de manifiesto con nuestra palabra y nuestros gestos en las ofrendas.

LMC AmericaLas actividades de la mañana estuvieron  marcadas por el recuerdo de nuestros  compromisos adquiridos en los encuentros anteriores, sobre todo, en el Encuentro de Guatemala, el cual sirvió para afirmarnos en nuestro compromiso como laicos. Revisamos los acuerdos tomados para vivirlos mejor en nuestros diferentes países. Los logros en estos años han sido notables, sobre todo, en las comunicaciones. Se requiere más compromiso de todos los combonianos y provinciales para que haya un buen seguimiento en todas nuestras provincias.

El Comité Central LMC nos expone su cometido internacional y sus funciones. Alberto, coordinador del C. Central, expone su  funcionamiento con mucha claridad recordando todo lo acordado en diferentes Asambleas Continentales. En la Asamblea de Maia se pusieron las bases de su actuación. Recuerda que debe haber mucha coordinación entre los diferentes agentes de la misión LMC.

Los LMC estamos presentes en 20 países.

Tenemos desafíos como LMC hoy en los diferentes continentes. Es básico clarificar nuestra relación con los MCCJ, a todo nivel. Se hace hincapié en el aspecto económico para que entre todos, miembros y países, seamos solidarios con los que tienen menos recursos. Es necesario que todos MCCJ y provinciales, tengan mucha capacidad de aceptación y colaboración con los LMC en todos los países. Tenemos desafíos importantes hoy como grupo en varios niveles, es importante tomar conciencia de ello y ser más coherentes todos.

LMC AmericaAlberto de la Portilla recuerda los desafíos:

  • Consolidar los grupos LMC en nuestros países y promover la vocación LMC.
  • Implicar a todos de una manera sistemática como familia LMC internacional.
  • Conseguir una comunicación fluida y más corresponsabilidad en las decisiones.
  • Llevar adelante los retos y compromisos de Maia.
  • Posibilitar la coordinación internacional estable.
  • Realizar un trabajo de fondo que ayude a crecer.
  • Procurar el estilo de Familia Comboniana que habría gustado a Comboni.

La reflexión de la tarde es sobre el cuidado de la creación y la vocación del laico en la Iglesia. Nos la presenta Cristina, del comité americano.

Los Laicos Misioneros Combonianos están llamados a continuar el estilo de Jesús al estilo de Comboni. Como LMC estamos llamados también a continuar la misión haciendo animación misionera.

Cada país presenta en la tarde, las respuestas al cuestionario enviado previamente a cada coordinador: Colombia, Guatemala, México, Perú, NAP, Brasil. En la noche Perú presenta dos interesantes testimonios; Arequipa y Trujillo.

(P. Valentín García y Yessenia de la O)

 

Tengo, todavía, la tierra roja en mis chanclas.

LMC BrasilLa tierra que me gustaría permaneciese como un regalo eterno, una tierra sagrada, rica en historia y memoria. La memoria es una caja de imágenes, emociones, hechos, palabras que no debemos permitir que amarillee o se llene de polvo. La memoria me permite entender mi presente y el del mundo, me permite construir mi futuro y el futuro del mundo.
La memoria me permite alimentar mi corazón y recargarlo.
Esta memoria, para conmemorar el encuentro que forma parte de la Romería de los Mártires que se celebra en una pequeña ciudad de Mato Grosso, Ribeirão Cascalheira, cada 5 años.
En esta romería se recuerdan todas esas personas en América Latina que han dado sus vidas por la causa de la justicia: la defensa de la tierra, para defender la vida, contra la violencia, contra la dictadura, contra la opresión de los poderosos, contra la arrogancia del poder político y económico.
Hombres, mujeres, jóvenes, niños, pueblos indígenas, agricultores, trabajadores, abogados, periodistas, misioneros activistas de la Pastoral de la Tierra, los derechos humanos y, sindicalistas y personas que lucharon valientemente por la justicia, la libertad, la paz, la verdad. La lucha por la tierra ha sido siempre fuerte en Brasil, es una amenaza que sigue matando. Matando a cualquiera que se oponga y denuncie la violencia y la intimidación en las tierras indígenas, en los campos de los Sin Tierra, en las comunidades de agricultores y pescadores.
Los grandes intereses económicos dirigidos por las multinacionales y los intereses privados continúan destruyendo, amenazando, expropiando tierras y pueblos. Mártires del pasado, así como los mártires del momento, las luchas que las personas que viven en América Latina y en todo el mundo. Todas las situaciones de injusticia, violencia y desigualdad son un grito al mundo, un grito que no se puede mantener en silencio, en el olvido…. es necesario recordarlo, mantenerlo presente en la memoria.
En esta tierra roja y sagrada, encontramos la presencia de un hombre, de un profeta de la esperanza que, a pesar de sus 88 años dentro de un cuerpo enfermo y cansado, quería participar, tal vez en su última peregrinación:
!Don Pedro Casaldáliga! La vida de Don Pedro es un testimonio del Evangelio hecho carne y huesos, un testigo que vale más que un libro de teología. Una vida entregada en el servicio a los últimos, una voz importante en la lucha contra el latifundio y su crueldad. En varias ocasiones fue amenazado de muerte, tanto en tiempos de la dictadura, como recientemente. Él nunca se rindió, nunca se dejó intimidar.
Hombre pequeño de gran fe y valor.
Cuando fue nombrado obispo de San Félix do Araguaia, por su consagración, Don Pedro llevaba el sombrero de paja de los campesinos, en lugar de la mitra, un palo de madera de los indios Tapirapé y el anillo de madera de Tucum en lugar de oro.
Siempre ha estado del lado de los campesinos e indígenas, siempre defendiéndolos.
A la vista, aunque sea en una silla de ruedas, con su cuerpo curvado y dolorido, para mí fue una gran emoción, porque su espíritu aún emana energía y su persona vale más que mil palabras.
!!Don Pedro grande, grandioso el deseo de estar presente en esta celebración!! No se lo quería perder.
Hice casi 30 horas de autobús desde el estado de Minas Gerais hasta el estado de Mato Grosso, durmiendo en el asiento y parando en varias estaciones de servicio.
Muchas personas participaron en esta peregrinación, de todas partes de Brasil.
Fui con un grupo grande de Minas (dos autobuses) de varios grupos de la pastoral social. Ha sido una buena convivencia y la riqueza de conocerse. Ha sido bueno el intercambio y la energía positiva que se ha respirado en todo momento, el deseo de estar allí y continuar una parte de la historia.
La alegría, el compartir, la lucha, la oración, la comunión, la solidaridad, la construcción, la amistad, la memoria, son las palabras claves de esta peregrinación que permanecen en mí.
Amo este país, me encanta el espíritu de construcción y “lucha” que es parte de las Comunidades Eclesiales de Base, que aunque debilitado, existe y continúa. Creo que la Teología de la Liberación no es algo que se refiere al pasado, ¡está muy presente! Presente en la causa indígena, en la lucha por la defensa de la tierra y la naturaleza, en la lucha por los derechos humanos, en la lucha en defensa de las mujeres y en contra de una cultura machista, está dentro de las cárceles y los presos, en la lucha contra el racismo, contra los prejuicios, contra una cultura que separa y no acoge, como en el caso de los migrantes. Hay una iglesia que camina con las personas, que conoce la Tierra y no permanece cerrada en palacios de lujo, es una iglesia que camina descalza, capaz de tirar los zapatos y experimentar la vida sobre la piel desnuda.
Seré romántica, nostálgica, pero también realista y capaz de mantener el entusiasmo, el coraje y la voluntad de creer, una vez más, que otro mundo es posible (teniendo en cuenta el aniversario de los días del G8 en Génova) y que nosotros, sólo nosotros podemos construirlo, con nuestro trabajo, nuestras elecciones, nuestras luchas, nuestros testimonios, fieles al amor que mueve todo y que todo edifica. Vidas por la Vida, Vidas por el Reino.

LMC Brasil

Emma Chiolini, LMC

Testigos de la esperanza

Emma

EmmaTestigos de la Esperanza es un grupo que se reúne, hace cinco años, en la casa comboniana Justicia y Paz.

Se trata de un grupo de autoayuda integrado por personas con problemas de adicción al alcohol, las drogas, la depresión o a cualquier adicción que aprisiona y no permite vivir bien. Es frecuentado en su mayoría por mujeres, madres, esposas, con hijos o esposos para hacer frente a la terrible adicción al alcohol y las drogas. La herramienta de este grupo es simplemente la palabra y compartir. Narrar, hablar de uno mismo, como una forma terapéutica para compartir el dolor, para encontrar fuerza y apoyo. Aprender a aceptarlo y aprender a escuchar. Porque al compartir una persona no se siente sola, las historias descritas son historias comunes como madres, mujeres, muchas familias que luchan con la dependencia física y emocional que esclaviza. La belleza de este grupo es que se trata de una “pequeña familia”, donde las personas están unidas por la confianza y las relaciones de amistad. Todo lo que viven es compartido en el grupo, la confianza y la credibilidad son los fundamentos que lo construyen. Hace más de dos años que participo como voluntaria y yo soy parte de “esta familia”, cada martes por la noche a las 19:30 voy a conocer y escuchar. Hay momentos en que muchas personas participan otros son pocas, pero cualquiera que sea el número cada martes por la noche la Casa Comboni permanece abierta para crear un espacio donde se puede acoger y compartir no sólo el dolor, sino también momentos de sonrisas y momentos de risa. Hay pesos que es difícil cargar solos, hay que superar la vergüenza de decirlo, para esto nació Testigos de Esperanza, para ayudar a las personas que caminan juntas y encontrar ayuda con gestos simples y concretos. Regina y yo (psicóloga y voluntaria) comenzamos desde la provocación de un tema, a partir del cual se puede empezar a pensar en los problemas que la gente vive y en su propia experiencia, un trabajo que lleva al auto-conocimiento, a reconocer la propia historia y en especial a valorar a las personas, para volver a tomar la vida en sus propias manos, con coraje y determinación.

Yo salgo siempre, cada encuentro, emocionada, tanto al compartir momentos de alegría, como momentos intensos y profundos, hechos de heridas aún abiertas. Cada historia es una lectura del Evangelio del día, hecho que luchas, batallas, victorias, derrotas, decepciones, en busca del amor que cuida, ya que sólo el Amor salva: el amor a uno mismo, el amor a los demás, el amor por la vida.

En la periferia del mundo donde no hay servicios, es maravilloso ver como se organizan las personas, sin perder el corazón y simplemente en busca de soluciones, tales como dar a luz a un grupo de auto-ayuda para encontrar la fuerza y el deseo de cambiar. ¡Juntos, nosotros podemos!

Emma, LMC

El sinónimo de “hoy” es “presente”

hoje¿Cuál es la fuerza que nos sostiene? ¿De dónde viene la esperanza para seguir soñando?, ¿para resistir y buscar una sociedad más humana y feliz, fraterna para todas y para todos? Lo que nos mueve son los sueños de una realidad que queremos, una realidad que no incluya situaciones de injusticia impuesta por las desigualdades sociales y económicas. Una realidad que se transforma en la medida en que nosotros la transformamos, a través de nuestros esfuerzos, con nuestros sentidos, con nuestras opciones. Podemos y debemos ser constructores de nuestro destino personal y colectivo, de nuestra libertad creativa. Nuestra pasión y nuestra fe ganan fuerza cuando están en contacto directo con las víctimas de la violencia y la injusticia contra los derechos sagrados y fundamentales que se llaman derechos humanos. Los signos y resurrecciones nacen de nosotros mismos, de la unión y la fuerza de los movimientos sociales y otras articulaciones que vienen desde abajo, desde la sociedad civil y organizada… ¡nosotros! Es posible hacer llover Justicia, fertilizar la tierra y obtener los frutos que han de nacer. Es posible, porque queremos, creemos, luchamos, construimos. El cansancio, la desilusión, el desánimo, el miedo se convierte en una sombra gigante si lo permitimos, pero se hace pequeña e insignificante si nos mantenemos unidos, si la lucha de uno es la lucha de todos. Entre los males más fuertes está la indiferencia absoluta, es el que domina nuestra vida diaria, una especie de ceguera en el mundo que hace que la gente viva en una burbuja, ciega y estéril, incapaz de escuchar los latidos del corazón del mundo, olvidando que en este latir está también el nuestro. Nosotros somos el mundo, la historia es la nuestra, que nadie se sienta excluido, en las palabras de una canción de De Gregori, ¡nosotros estamos escribiendo la historia! Somos parte de un alfabeto que es capaz de escribir cosas maravillosas, si así lo elegimos. Valor, sueños, esperanzas, dignidad, libertad, justicia, respeto, imaginación, fraternidad… tantas plumas con las que comenzar a escribir, donde nosotros somos el papel en blanco donde empezar a hacerlo.

Emma. LMC

El amor es una cuerda que lleva a lo más alto…

CuerdaHermosa, es verdaderamente hermosa la catequesis que estoy haciendo con los presos. Acaba de empezar, pero está yendo bien y cada vez que voy salgo profundamente enamorada, de hecho, todos estamos apasionados, es un tiempo de compartir, buscando la profundidad del alma.
Este deseo de ponerse en camino para entender… para entendernos unos a otros… al encuentro de Dios.
Caminamos con piedras en el corazón, duras, pesadas, que poco a poco intentamos arañarlas, para que sean pequeñas como guijarros, que se pueden retirar del zapato. Por ahora hay seis presos que forman parte del grupo y eso es bueno, ya que cuanto más pequeño es el grupo más fácil es hablar por la intimidad que se crea, para decir las cosas importantes y difíciles de la vida. Estoy muy feliz, también, por tener la oportunidad de estar entre ellos y sin barrotes de hierro o divisiones, sentados en un círculo en un espacio que ayuda a tener proximidad. Es importante estar cerca, contactar con los ojos, escuchar con atención, tomar su mano para orar y finalmente abrazarse para decir GRACIAS. En esa hora y media o poco más, me olvido de estar dentro de una prisión, no recuerdo el uniforme rojo que llevan, olvido el ruido de los otros presos, estamos tan inmersos en la profundidad de lo que se comparte que aparentemente podrían ser el título de un libro de Virginia Woolf : “la habitación de uno mismo” y de hecho es un espacio sólo para ellos, un espacio para nosotros. Me gusta por un camino que trabaja la valorización humana y el autodescubrimiento, lo que lleva a un crecimiento personal interior. Y esto se aplica no sólo a ellos sino también a mí. Es un intercambio, un toma y daca como el querido y viejo, pero aún relevante Paulo Freire decía: “ninguno enseña a nadie, todo el mundo aprende de todo el mundo”. De cada persona podemos aprender, también de los presos y sus historias y estoy agradecida.
Emma, LMC.