Laicos Misioneros Combonianos

Encuentro de la familia LMC – América

Guatemala 1Hace 150 años, un 15 de setiembre, en Roma, un joven sacerdote llamado Daniel Comboni, inquieto por la salvación de las almas más abandonadas, y dejándose guiar por el Amor que ardía en su corazón, escribió un plan para llevar un mensaje de esperanza y alegría a estos hermanos, sin imaginarse jamás que esta semilla llegaría a ser fecunda y daría frutos hasta hoy.

Hoy, tantos años después, su carisma sigue inquietando corazones alrededor del mundo, de personas que no quieren quedarse de brazos cruzados, y que necesitan compartir la felicidad de saberse amado por Cristo, a todo el mundo.

Guatemala 2Esto es lo que está sucediendo durante esta semana, del 15 al 20 de setiembre, en Guatemala, donde los Laicos Misioneros Combonianos (LMC) de América se han reunido, como una sola familia, para profundizar en su realidad, conocer y apropiarse de la historia del movimiento, y fortalecer la comunicación, sintonía y relación entre las diferentes comunidades del continente americano.

En dicho encuentro, participan 20 personas de 11 países distintos, todos deseosos de trabajar juntos y buscar nuevas estrategias y líneas de acción que respondan a las necesidades actuales de nuestras comunidades y pueblos que claman por escuchar y recibir el mensaje siempre actual y vivificador de Jesús misionero que llama a todos, porque a todos ama. Esta multiculturalidad enriquece y acrecienta el espíritu de apertura y de fraternidad que debe caracterizar al misionero comboniano.

Guatemala 3El primer día de Encuentro inició con una reseña histórica de lo que ha sido este camino de los LMC, desde sus inicios hasta hoy, así como de los desafíos y obstáculos que aún se deben enfrentar, para ir perfeccionando el Camino que Dios nos presenta.

Esta primera exposición nos permite conocer más a profundidad todos los esfuerzos realizados hasta hoy, y sentirnos más identificados y comprometidos con el trabajo que se debe llevar a cabo. Asimismo, nos presenta un panorama más amplio de nuestra realidad, para tener claro todo el trabajo que aún queda por hacer.

La segunda parte del trabajo, durante este día, amplió aún más la visión de los LMC, pues se trataron dos temas de suma importancia para las comunidades: nuestro grupo de referencia y la estructura y coordinación de los LMC.

La ponencia general de cada comunidad, ayudó a entender cuán variada es la manera de organizar nuestras comunidades LMC en América, y aclarar un poco el rumbo a seguir. Este primer trabajo fue la base, para profundizar, más tarde, en pequeños grupos, sobre estos temas, y las soluciones y propuestas necesarias para poder desarrollar juntos un esquema de trabajo, que nos unifique a todos y nos haga sentir más identificados con nuestro ser laico, misionero y comboniano.

Finalmente, las comunidades LMC de Perú, Costa Rica y Guatemala presentaron la realidad de cada una de sus comunidades, lo que enriqueció a los participantes, con sus propios caminos y experiencias, y permitió tener más claro el trabajo que se está llevando a cabo en cada país.

Guatemala 4En los recesos, entre las sesiones de trabajo, los miembros LMC pudieron compartir e intercambiar experiencias, lo cual permite incentivar un fértil diálogo entre comunidades, y profundizar en las relaciones fraternas de los participantes.

Hace 150 años, un joven sacerdote, enamorado de la tierra africana, soñó con un mundo mejor para sus hermanos más abandonados. Hoy; su sueño, hecho realidad, sigue inquietando corazones enamorados como el suyo, que desean romper las fronteras a punta de Amor, para construir juntos, un mundo más fraterno, más justo, más igualitario.

Guatemala 5Hoy, estas 20 personas, sin un idioma o historia en común, están unidos en un pequeño salón de Guatemala, trabajando juntos, por el fuego misionero que arde en sus corazones, donde todos entienden únicamente una cosa: el Amor de Dios es capaz de ir más allá de idiomas, culturas o fronteras, para transformar la realidad que nos rodea. La misión brota del corazón enamorado de Cristo.

Simposio Comboniano-De la inspiración concreta y la dinámica del Plan a la realidad actual

P Joaquim ValentePrefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades” (Gaudium Evangelii 49). Con estas palabras del Papa Francisco, comenzó este cuarto día del simposio.

Hoy hemos tratado de recopilar y resumir los puntos de vista de estos últimos días. Para hacerlo, el comité-líder propuso cuatro áreas para la reflexión:

  • La perspectiva de la misión: en el tiempo de Comboni y en nuestro tiempo;
  • El estilo de la misión: en el tiempo de Comboni y en nuestro tiempo;
  • Ministerialidad y formación: en el tiempo de Comboni y en nuestro tiempo;
  • Nuestra misión en la misión de la iglesia local: en el tiempo de Comboni y en nuestro tiempo.

Estos puntos se hann reflexionado a nivel personal y en grupo, y luego discutidos en plenario. Por lo tanto, tratamos de entender lo que se debe cambiar en nuestro ser misionero comboniano hoy, con el fin de responder a este desafío del Papa: ser herido, pero atreverse a ir más lejos para que Cristo pueda ser predicado a todas las criaturas y para que muchos puedan tener vida en abundancia.

Susana Vilas Boas

Simposio Comboniano-La realidad de la Congregación de los Misioneros Combonianos hoy

P EnriqueEl tercer día se inició con las palabras de St. Paul a los Corintios: “El amor nunca pasará” (1 Cor 13,8). Estas palabras fueron el punto de partida para los procedimientos del día que se iniciaron por el superior general de MCCJ – P. Enrique Sánchez que presentó su punto de vista sobre el Plan y la realidad de los Misioneros Combonianos hoy.

Esta reflexión, a dato pistas de lectura sobre la realidad de la misión comboniana en nuestros días y desto surgiron tres palabras claves: misión – como en el Plan de Comboni, la misión es el centro de la nuestra vocación y vida misionera; redimensionar – la urgencia que se necesita hoy para el Instituto dado el cambiamento del contexto social, eclesial e incluso los cambios “morfológicos” del Instituto. El número de miembros se reduce, y dentro de unos años, el 90% de los combonianos seron africanos; interculturalidad – una realidad que nos llama a un cambio en nuestra manera de pensar y de actuar.

Fue precisamente en estos puntos que se desarrollaron debates y grupos de trabajo. Trabajo, esto que culminó con la discusión sobre la emergencia y prioridad de lo desafío de la misión Comboniana de hoy, una discusión orientada y coordinada por el P. Antonio Villarino.

Susana Vilas Boas

Simpósio Comboniano-El espíritu del Plan y el desafío de la misión africana en el 800

simposiumEn este segundo día, el simposio Comboni se centró en el Plan de Comboni, a partir del contexto que fue escrito hasta la aplicación y la comprensión en nuestro contexto actual.

Para ayudarnos en esta reflexión, el P. Joaquim Valente (MCCJ) ayudó a todos los participantes, presentando y contextualizando, en el ayer y hoy, los puntos cardinales del Plan de Comboni y lanzando algunos desafíos para nosotros, que el Plan coloca.

De hecho, Comboni reconoce que las cosas no funcionan, reconoce que desconoce la solución, reconoce que no tiene ni él es la solución para la regeneración de África, reconoce que hay que ponerse a la escucha de Dios, que sólo Dios tiene y es la solución.

Comboni se abre a los nuevos movimientos del Espíritu que actúa en la realidad y en la historia humana. Mientras tanto, viaja a Europa y aprender de la experiencia de todos los que trabajan para la misión. Con todos estos testimonios y todo este aprendizaje, Comboni pretende “unir todas las cosas en Cristo.”

A su vez, el P. Johnson Uchenna Ozioko (sacerdote de Nigeria), nos ayudó a hacer una lectura del plan de Comboni desde el África de hoy, llamando la atención especialmente de la importancia actual de “salvar África con África”, así como la importancia y la urgencia de cambiar el lenguaje que usamos para hablar de la misión y de los africanos.

Por su parte, de acuerdo a su especificidad, la hermana. Fernanda Cristinelli (HMC) presentó brevemente una reflexión sobre este tema, realizada por las Misioneras Combonianas, subrayando el sentido y la urgencia de cambiar la ministerialidad de ser y vivir la misionaridad en femenino.

Al final del día, permanece en el corazón de cada participante las últimas palabras pronunciadas por el P. Johnson Uchenna Ozioko: Jesús lava los pies a sus discípulos y les dice: “Ve, y haz tú lo mismo.” Comboni amó a África, os digo: “Ve y haz tú lo mismo.”

Susana Vilas Boas

Workshop MCCJ sobre el “Plan de Comboni”

Misa en S PedroEl mundo de hoy, su urgencia misionera y los desafíos de la misión comboniana.

Comenzaron hoy, los trabajos de reflexión sobre el 150 aniversario del Plan de Comboni para la regeneración de África. De todas partes del mundo llegaron representantes de las diversas provincias de los Misioneros Combonianos (MCCJ), así como, están presentes representantes de las Hermanas Misioneras Combonianas (IMC), Misioneras Seculares Combonianas (MSC) y Laicos Misioneros Combonianos (LMC).

El día comenzó con la Eucaristía ante la tumba de San Pedro, donde Comboni tuvo la inspiración del Plan. Sin embargo, este simposio/workshop, como ha recordado el P. Enrique Sánchez (Superior General de los MCCJ) en su homilía, no pretende “contemplar” el Plan de Comboni, por el contrario, partiendo de él, pretende reflexionar y dar gracias a Dios por la realidad que este Plan ha sido desde los tiempos de Comboni. Hoy en día, tenemos que buscar la actualidad del Plan de Comboni, comprendiendo cómo se aplica y nos provoca en nuestro ser misionero. Para ello, advirtió el P. Mariano Tibaldo (MCCJ), debemos encontrar las prioridades en estos días y cómo – en la actualidad – vivir el reto del Plan.

La reflexión comenzó con el hermano Enzo Biemmi que presentó la exhortación apostólica Evangelii Gaudium como una provocación del actual Papa Francisco, que sobre todo encaja con el Plan de Comboni, en relación a la manera como Comboni concebía la vocación misionera.

De hecho, hoy en día, debemos abandonar las ideas preconcebidas del misionero que evangelizó “a los otros”. Necesitamos una conciencia y vivencia misionera que se fundamente en la conversión del propio misionero. Sólo el encuentro del misionero con Cristo le hace proclamar explícita e implícitamente el Evangelio en todas las circunstancias. No se trata por tanto, de un anuncio hacia fuera, sino de la alegría del encuentro con Cristo que se manifiesta en la vida del misionero. Debemos, por tanto, ser conscientes de que sin la conversión del misionero no hay anuncio, ya que sin esta experiencia de gracia, no se puede llegar al corazón del hombre, donde ya habita el Espíritu.

En verdad, el primer punto y origen de la vida misionera y de evangelización es reconocer la presencia de Dios en la persona de otro, dando así un nuevo estilo a la misión. Este fue la forma de actuar de Cristo, que todo lo que hacía lo referenciaba al “protagonismo” del Padre y / o la fe que salva aquel que lo busca para salvarse.

En este contexto, el P. Mariano Tibaldo (MCCJ) habló de los problemas urgentes de la vida misionera. Urgencias, estas, que no están vinculadas a un lugar geográfico, sino que deben responder, de hecho, las exigencias de la evangelización hoy. Fue precisamente sobre esta cuestión que los participantes, en grupos de trabajo, reflexionaron y pudieron compartir con los demás sus conclusiones en asamblea plenaria.

Susana Vilas Boas