Laicos Misioneros Combonianos

“Estaba en la cárcel, y fuiste a visitarme”

pastoral penitenciaria LMC Brasil
Grupo de pastoral penitenciaria con el P. Adriano.

Entre las diversas actividades pastorales de la parroquia de Santo Domingo, dirigida por los misioneros combonianos en Nova Contagem, también existe la Pastoral Penitenciaria, realizada por 15 voluntarios, entre ellos los Laicos Misioneros Combonianos, que forman parte de la parroquia.

Todos los martes y miércoles por la mañana, el grupo se reúne para visitar los pabellones de la prisión de máxima seguridad Nelson Hungría, situado en Nova Contagem, con cerca de 2.000 reclusos. La cita es a las 08:00 en la plaza junto a la cárcel.

Las prisiones en Brasil, como en otras partes del mundo, sufren un alto hacinamiento debido a un sistema penitenciario con poca atención a la recuperación de los detenidos.

Las prisiones de Minas Gerais, por ejemplo, pueden recibir 32.000 presos, divididos en 144 prisiones, en realidad son 54.000 personas presas entre las varias unidades. Esta situación sólo puede empeorar las condiciones de vida de los presos, con una finalidad más de castigo que de re-educación y re-socialización, con graves violaciones de los derechos humanos.

La acción y el compromiso del grupo de Pastoral Penitenciaria, en su mayoría compuesto por mujeres, es creer en el trabajo de promover la dignidad humana, el respeto por los derechos humanos, y la superación de los límites del sistema penitenciario actual en favor de un modelo que permita la recuperación y la reintegración efectiva de la persona encarcelada.

Lo más importante de nuestra acción pastoral es el testimonio de un Dios que no discrimina a ninguna persona en un lugar marcado por el desprecio, los prejuicios y la violencia, haciendo nuestras las palabras del Evangelio: “Yo estaba en la cárcel, y vinisteis a visitarme”. Es la enseñanza de Jesús, el método, el modelo, que dirige el caminar de esta pastoral, reconociendo el rostro de Dios en cada persona, incluso en la cárcel.

Hay muchos desafíos y dificultades que enfrentar en nuestras actividades pastorales, como el exceso de burocracia que a menudo retrasa y complica nuestro trabajo, con los controles, restricciones a las visitas, permisos limitados; pero este pequeño grupo de voluntarios afrontamos las dificultades con coraje. Esto también permitió en 2014, la creación de dos grupos de catequesis dentro de la prisión e hizo posible que algunos reclusos que lo habían solicitado pudiesen recibir los sacramentos.

Para esto son fundamentales los momentos de formación permanente que hacemos cada fin de mes con un espacio dedicado a la programación y la formación, que permite a los agentes de pastoral de la prisión conocer y aprender las acciones e informaciones que ayudarán a mejorar las visitas a la prisión y la relación con los presos. Nos ayuda también la formación llevada a cabo por la diócesis.

En eso consiste el trabajo de la pastoral penitenciaria. Una acción sencilla, cogiendo de la mano, encontrándonos cara a cara, escuchando las historias de vida de los que están al otro lado de los barrotes con el fin de presenciar la justicia y la dignidad de todo ser humano, ya que como el Evangelio dice: “En esto reconocerán que sois mis discípulos en el amor de los unos a los otros” (Jn 13, 35).

Emma Chiolini, Laica Misionera Comboniana

Reunión Consejos Generales de la Familia Comboniana

ConsejosFCEl pasado fin de semana nos reunimos en Carraia (en casa de las misioneras seculares) los Consejos Generales de la Familia Comboniana.

Como cada año este encuentro nos ayuda a estar cercanos y atentos a las novedades que cada una de las ramas vamos teniendo.

La mañana, tras un rato de oración conjunto, la dedicamos a compartir estas novedades.

Las misioneras combonianas nos explicaron su caminar y en especial los pasos que están dando para preparar el capítulo de este año, así como la reorganización del instituto atendiendo a las nuevas realidades. Preparan el capítulo con un primer momento de experiencia en una realidad concreta y desafiante en cada comunidad del cual parta la reflexión y el compartir. Buscando orientar el instituto hacia presencias verdaderamente significativas, sabiendo que todo no es abarcable.

Las misioneras seculares nos contaron su camino desde la pasada asamblea y los desafíos que van surgiendo. La importancia de reapropiarse de su propia historia y vivencia del carisma, siendo fieles en el día a día a la vocación que debe seguir creciendo y procurando mantener un espíritu de colaboración con otros institutos seculares y con el resto de la Familia comboniana.

Este año el nuevo consejo general de los MCCJ nos contó su camino de preparación y realización del capítulo general, recogiendo las reflexiones surgidas en cada provincia y de cada hermano. La inspiración que han tenido en el magisterio del Papa Francisco. Y los ejes centrales que han salido sobre la Misión, la Persona y la Reestructuración del instituto.

Por nuestra parte, los LMC explicamos los grandes retos que estamos intentando llevar adelante. En especial el procurar el fortalecimiento de cada grupo y de la familia LMC en general, el trabajo con cada grupo y a nivel continental, la importancia de la comunicación, la formación o la economía, para finalizar con la apuesta por la Familia Comboniana y el desafío que desde el carisma se nos presenta a la hora de colaborar y testimoniar nuestro ser misionero.

Posteriormente, en la tarde, tuvimos un tiempo de reflexión conjunta sobre la misericordia en la vida y misión de San Daniel Comboni a partir de un texto del padre Carmelo Casile. Un tiempo rico para compartir, que también nos ayudó a pensar como familia.

La jornada finalizó con la celebración conjunta de la eucaristía y la cena en un ambiente de cordialidad. En Carraia nos sentimos muy acogido por las misioneras seculares y disfrutando del buen ambiente que caracteriza estos encuentros.

Un saludo

Quién siembra con lágrimas, cosecha con alegría

PiquiaFue un año de lágrimas y semillas, para la comunidad de Piquiá de Baixo.

Muchos ya conocen la lucha orgullosa, resistente y firme de esta comunidad, en el municipio de Açailândia, Maranhão, Brasil. Sufriendo hace casi treinta años los efectos devastadores de la polución del ciclo de minería y siderurgia en su región, los habitantes empezaron de forma más organizada a denunciar la desatención del Estado y las responsabilidades de las empresas, reivindicando – para empezar – el reasentamiento colectivo en una área libre de polución.

El nuevo barrio, proyectado de forma participativa por la comunidad junto a una competente asesoría técnica, debe ser financiado en parte por un programa público de habitación, conforme un proyecto que fue aprobado por la Caja Económica Federal todavía al final de 2014.

Desde principios de 2015, Piquiá de Baixo está esperando la selección de este proyecto de reasentamiento. Las promesas de aprobación se repitieron a lo largo de los meses del año, pero esa semilla plantada con tanto sudor por la comunidad parecía no querer brotar.

Mientras tanto, otras lágrimas fueron derramadas, por el crimen ambiental de las empresas Vale y BHP-Billiton en los estados de Minas Gerais y Espírito Santo.

Los habitantes de Piquiá de Baixo estaban en Mariana pocas semanas antes del desastre, participando del encuentro de la Articulación Internacional de los Afectados por la Vale. Es triste que las comunidades tengan que conocerse y reconocerse por las tragedias y el sufrimiento que tienen en común. No es eso lo que ellas tendrían orgullo de compartir; no quieren ser recordadas por las lágrimas, y sí por sus resistencias y victorias.

Piquiá de Baixo plantó diversas semillas de resistencia, a lo largo de 2015: para mantener a los vecinos unidos, animados y bien informados, se realizaron numerosos “círculos de conversaciones”, en pequeños grupos al rededor de las casas; se organizó toda la documentación de cada beneficiario del reasentamiento; la comunidad se articuló en varias instancias, para mantener fuerte la presión y no dejar de reivindicar sus derechos: desde la Cámara Municipal de concejales hasta al Gobierno del Estado de Maranhão, desde el Ministerio de las Ciudades hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En el mes de octubre, el presidente de la Asociación Comunitaria de Vecinos de Piquiá, con el apoyo de la asesoría jurídica de la comunidad, participó de una audiencia temática en la CIDH, en Washington, solicitando urgentes medidas de reparación y mitigación de los daños, frente a la delegación del Gobierno Brasileño.

¡El tiempo de la cosecha tardó, pero llegó!

El día 29 de diciembre la Asociación de Vecinos recibió el título oficial de propiedad del terreno donde la comunidad será reasentada.

El día 31 de diciembre, el Ministerio de las Ciudades publicó en el Diario Oficial la selección del proyecto de la Asociación Comunitaria de los Vecinos de Piquiá para su reasentamiento. ¡Después de un año y 14 días de espera, la comunidad tiene finalmente garantía de financiamiento para su nuevo barrio!

Quién siembra en el llanto cosecha con alegría, dice el Salmo 126, que la próxima semana la comunidad entera proclamará en una celebración comunitaria en acción de gracias y para renovar sus fuerzas.

Los vecinos de Piquiá ya decían eso con otras palabras, al recordar “Nuestra agonía es nuestra victoria”. En la lucha persistente, en la firmeza de quién no baja la cabeza y no se rinde, ya está escrito un pedazo de victoria, así como en la semilla está escondido el brote.

¡Puede tardar, pero la vida va a vencer!

P Dário MCCJ, Xoan Carlos LMC

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Para entender mejor:

Estado Brasilero confirma financiación a la Asociación de Moradores de Piquiá
para el proyecto de reasentamiento de la comunidad

En el último día del año, 31 de diciembre, el Ministerio de Ciudades del Gobierno de Brasil publicó en el Diario Oficial la Portaría no. 684, con el resultado del proceso de selección de nuevos proyectos para el Programa de Viviendas “Minha Casa, Minha Vida”, que van a ser contratados en el inicio de 2016.

Fueron seleccionados proyectos que resultarán en la construcción de más de 7.000 viviendas en todo el país. En el Estado de Maranhão, el único proyecto seleccionado fue el proyecto para el Reasentamiento de la Comunidad de Piquiá de Baixo (Municipalidad de Açailândia).

El proyecto estaba aprobado desde el 17 de diciembre de 2014 por los técnicos de la Caixa Econômica Federal (CEF), pero la comunidad tuvo que esperar más de un año para que esa selección ocurriera.

El aporte financiero del Estado va garantizar la construcción de 312 habitaciones y la infraestructura básica, tal como previsto en el proyecto que la Associação Comunitária dos Moradores de Pequiá (ACMP) ha elaborado, con el asesoramiento de la USINA – Centro de Trabalhos para o Ambiente Habitado.

La noticia llega luego después de otra gran conquista de la comunidad: el título de propriedad definitiva del terreno donde va ser realizado el reasentamiento. Después de un largo proceso judicial, el día 29 de diciembre la Asociación recibió del notario de Açailândia la escritura con el título de propriedad del “Sitio São João”, terreno de 38 hectáreas donde va construir un barrio nuevo, finalmente libre de la contaminación.

“Me acuerdo de las primeras protestas que hicimos el frente al Tribunal de Açailândia, en 2008, golpeando las cacerolas para exigir justicia” – dice Luzinete, moradora de Piquiá. “Hoy logramos avanzar un nuevo paso decisivo rumbo a la victoria. Siento una gran responsabilidad por eso. Tendremos que administrar bien los recursos y mantener la unidad de la comunidad”, concluye.

Los pasos rumbo al reasentamiento son todavía varios: primero debe ser firmado el contrato entre la CEF y la ACMP; enseguida, debe ser elaborada y aprobada por la CEF una versión más detallada del proyecto urbanístico-habitacional, el “proyecto ejecutivo”. Después, virá la etapa de construcción de las casas, en el régimen de auto-gestión, teniendo la Asociación y su asesoría el papel de coordinar las diversas etapas de la obra. Todo ese proceso debe llevar alrededor de tres años.

“Ahora tenemos la tierra y los recursos para construir las casas! Ya no se puede volver atrás” – comenta Ivan Gonçalves, tesorero de la Asociación de Moradores. “El sábado 9 de enero la comunidad va a organizar una gran fiesta para celebrar esas victórias. Luego después, será el tiempo de seguir con la lucha: PIQUIÁ, REASSENTAMENTO JÁ!”.

Piquiá, 31 de diciembre de 2015.

Justiça nos Trilhos (con fotos de Marcelo Cruz)