Laicos Misioneros Combonianos

Nuestra riqueza son los pobres

MongoumbaAyer en la Misa de apertura del Año Pastoral les decía a los cristianos que los pobres son nuestra riqueza en la parroquia y les anunciaba que Catherine, Odile y Monique saldrían hoy lunes por la mañana hacia M’baiki donde residirán con las Hermanas de Teresa de Calcuta.

Catherine, Odile y Monique llevan más de diez años con nosotros. Casualmente las tres son cristianas; viven en unas casas de barro en el terreno de la parroquia. Ninguna tiene familia y en su día fueron acusadas de brujería, lo cual supone amenaza de muerte, por ello encontraron refugio en la parroquia. Son los “pobres de la parroquia”.

Monique tiene 95 años según su carta de bautismo, Catherine y Odile superan los ochenta. Han envejecido y están muy deterioradas; no tenemos fuerzas para seguir atendiéndolas dignamente en estos momentos de inseguridad en que muchos de los que echaban una mano para asearlas o darles algo de comer han huido. Están viviendo en condiciones casi inhumanas pues Monique está paralizada y ciega desde hace años, Odile no puede moverse y Catherine que era la enfermera del grupo está con problemas cardiacos y no pueden valerse; sin agua, sin ninguna higiene, sin nadie que les prepare la comida o les eche una mano para moverse… Decidimos pedir asilo a las hermanas de Calcuta y les han aceptado. En un primer momento, ante la incertidumbre, ellas se negaron diciendo que querían morir en Mongoumba, que no querían irse… Luego, junto con Kaos conseguí convencerlas que era lo mejor para ellas… Les dije que las llevamos, y si no están contentas en un mes las traemos de vuelta.

El viaje hacia M’baiki, 90 kilómetros en cuatro horas, ha sido toda una Odisea. Monique no se sostiene sentada en el asiento trasero y se ha tumbado encima de Catherine; ha pasado el viaje vomitando. Catherine tenía cara de pocos amigos y Odile sonríe cada vez que le preguntamos si van bien… Probablemente es una de las primeras veces que han ido en coche en un viaje tan largo.

La hermana Alexandra nos ha acogido muy bien cuando hemos llegado a M’baiki en pleno tiempo de la siesta. Hemos instalado nuestras tres reliquias en una habitación con tres camas y con colchones de espuma; es la primera vez que tienen un colchón. Hasta tienen un baño con ducha y agua corriente en la habitación… Sus rostros sombríos se han iluminado… A Monique la hemos colocado en un colchón en el suelo para evitar que se caiga.

Hemos llenado todos los formularios: nombres, edad, procedencia, familia, enfermedades, medicamentos… En la casilla de condición social la hermana ha escrito: “proscritas acusadas de brujería…”. “¿Y si mueren qué hacemos?” me ha dicho la hermana sabiendo cuál complicado es el tema de enterrar a los muertos en esta costumbre; “No tienen a nadie le he dicho, pueden enterrarlas sin problemas, nadie las va a reclamar…”. La hermana me ha pedido firmar como tutor de las tres ancianas.

De verdad que les vamos a echar en falta, aunque seguiremos en contacto; son nuestros tesoros, los pobres.

Jesús Ruiz (MCCJ en Mongoumba). En la foto le acompañan las cuatro mujeres, Tere y Elia (LMC).

Contrastes

Liliana FerreiraEstoy donde está mi corazón y mi corazón es esta tierra maravillosa llena de árboles majestuosos y magníficos, que, desgraciadamente, se están llevando (robando) otros países. En esta tierra donde el sol sale por el mar y se pone sobre las montañas, donde la luna no es mentirosa y sonríe cuando la contemplamos. En esta tierra donde se puede respirar aire limpio, que por desgracia también es ya una fuente de ingresos para muchos. En esta tierra de maravillosas playas de arena blanca y aguas cristalinas que con gran tristeza están dejando de estar desiertas para dar paso a los mega-emprendimientos turísticos. En esta tierra de color rojo, tierra roja del color de la sangre, derramada por muchos en la lucha por la independencia, de la sangre de muchos derramada en la lucha por la paz y de la sangre de los que hoy siguen luchando por una vida mejor y por sus derechos. Aquí la tierra es también un medio de supervivencia, de ella el pueblo saca los alimentos  necesarios para mantenerse durante el año, pero está siendo usurpada por las multinacionales que surgen de la nada y exigen sus derechos sobre la tierra sin pensar en las consecuencias de quien vivió allí toda su vida.

Mozambique es hermoso y atractivo, lleno de belleza natural y de recursos, con gente amable y acogedora. En el exterior corre la idea de que es también un buen lugar de trabajo, pero incluso esto es sólo para los que vienen de fuera. El desempleo es alto, las personas jóvenes que se esfuerzan por terminar el bachillerato ven cerradas las puertas al mundo del trabajo y otras veces se les ofrece la oportunidad de trabajar a cambio de un pequeño valor…

Mozambique

Esta realidad acompañó las discusiones de clases de educación cívica y moral en el primer semestre donde hablamos sobre la situación actual de Mozambique, tocando puntos como la desigual en la distribución social, la pobreza, la educación y la salud, la corrupción, la globalización, la acción de las multinacionales, contrastes… temas importantes para cuestionar a los jóvenes, dando a conocer la realidad y procurando formar mentes críticas para que puedan exigir justicia y un futuro más prometedor.

Liliana Ferreira, LMC

Lo único necesario

Open HandsPara mí una de las cosas más difíciles de la vida misionera ha sido aceptar todo lo que me estoy perdiendo fuera. En mis momentos más bajos pienso en que estoy perdiendo a mi familia, a mis amigos íntimos (es tan difícil hacer auténticas amistades de igual a igual aquí), mis ahijados, mi desarrollo profesional, ahorros para la jubilación, mi cultura y cosas así. Me han hecho falta unos cuantos años para llegar a un acuerdo sobre lo que necesitaba dejar para dar una respuesta auténtica a la invitación que Dios me hace para amar más, y que es lo que en este momento me mantiene en Etiopía. Ahora, la mayoría de los días me siento en paz, lo que es un efecto lógico del sacrificio voluntario. Pero he aprendido que el efecto más importante es abrirme a los demás, expandir mis horizontes más allá de mí mismo hacia las necesidades de los demás. Los escritos de Thomas Merton, concretamente en “Ningún hombre es una isla”, han sido para mí una gran inspiración.

“Aquel que está satisfecho con lo que tiene, y que acepta el hecho de que inevitablemente perderá mucho en la vida, estará mucho mejor y en paz que aquel que tiene o experimenta mucho más pero se preocupa por todo lo que podría estar perdiendo. Por tanto no podremos mejorar lo que somos si nuestros corazones están siempre divididos entre lo que somos y lo que no.

La perfección relativa que debemos alcanzar en esta vida, si queremos vivir como Hijos de Dios, no son 24 horas al día realizando actos perfectos de virtud, sino una vida en la que prácticamente se han eliminado o superado todas las barreras al Amor de Dios.

Uno de los obstáculos más importantes para esta perfección del amor altruista es la ansiedad egoísta de sacar lo máximo de todo, tener un brillante éxito ante nuestros ojos y ante los demás. Solo podemos librarnos de esta ansiedad siendo felices de perder algo en casi todo lo que hagamos. No podemos dominar todo, probar todo, comprender todo, llegar a todas partes, agotar cada experiencia hasta sus últimos recursos. Pero si tenemos el coraje de dejar casi todo ir, probablemente podremos conservar lo único realmente importante para nosotros – sea lo que sea. Si estamos demasiado ansiosos por todo, posiblemente perderemos incluso lo único que necesitamos.

Este tipo de felicidad auténtica consiste en averiguar precisamente qué es “lo único necesario” en nuestras vidas y renunciar con alegría al resto. Entonces, paradoja divina, nos encontramos que todo lo demás se nos da junto con lo único que necesitamos”

– Mark

 

Maggie, Mark y Emebet Banga, Laicos Misioneros CombonianosAwassa, Etiopía

Adviento 2013: “Deja que brille tu luz”

AdvientoEn este tiempo de Adviento rezamos como comunidades unidas en todo el mundo, que el Espíritu Santo nos inspire a transformar nuestro mundo; nos dé poder para buscar el bien común para todas las personas; y nos dé el espíritu de solidaridad que nos hace uno con todos aquellos que sufren injusticia y viven en la necesidad. Textos adjuntos de la oración para el Adviento 2013 en Inglés (text) y Español (texto 1, texto 2, texto 3 y texto 4).

Proyecto ZO KWE ZO (toda persona es persona)

PROGRAMA DE ATENCIÓN SANITARIA A LA POBLACIÓN PIGMEA EN MONGOUMBA

República Centro Africana

Familia Comboniana unida por una causa común

Contexto:

Este año, la familia comboniana en Portugal tendrá como tema central del año la esclavitud. Por lo tanto, dadas las circunstancias en que se encuentran los países en los que trabajamos, la familia comboniana se une en apoyo de un proyecto para los pigmeos de Mongoumba – RCA (donde tenemos nuestra LMC Elia Gomes como responsable de los temas de salud).

El pueblo de Mongoumba está situado en un bosque ecuatorial en Lobaye, Prefectura de la República Centroafricana, y hace frontera con la República Democrática del Congo y la República del Congo, en plena selva ecuatorial.

La población estimada es de 21.235 habitantes, con más del 50 % de jóvenes (menores de 20 años).

Aquí existen una treintena de aldeas situadas principalmente en las orillas de los ríos Ubangi y Lobaye. La población tiene gran diversidad  étnica, los grupos étnicos más numerosos son los Ngbaka y la etnia Mondzombo, del grupo bantú. Existe todavía un grupo de pigmeos Aka, según el último censo realizado por CARITAS, en 2004, el número de habitantes que pertenecen a este grupo étnico era de 3089, estando distribuidos en más de 80 campamentos dispersos en el bosque.

A pesar de ser los pigmeos los primeros habitantes de esta región, sufren la discriminación del resto de la población que los utiliza como mano de obra barata y los excluyen de las organizaciones sociales.

Las actividades económicas pertenecen al sector primario: café, banano, yuca, caza, pesca y recolección de frutas. En esta zona existen todavía empresas madereras y mineras que explotan los recursos naturales provocando la ruptura del equilibrio del ecosistema y destruyendo el hábitat natural de los pigmeos.

Introducción:

Para apoyar a nivel sanitario a la población pigmea, la misión – y más específicamente la comunidad de Laicos Misioneros Combonianos (LMC) presentes allí – procuran servir de puente entre esta población y el centro local de salud pública, así como facilitar el acceso de los pigmeos a los medicamentos, programas de desnutrición, epilepsia, así como a las campañas de vacunación y acceso al agua potable (a través de la construcción de pozos en la selva).

La población pigmea no consiguen ir más allá de una colaboración del 2 % en el gasto total en temas de salud.

Actividades:

1. Donación de medicamentos necesarios para los pigmeos habiendo una contribución financiera por parte de ellos.

2. Educación sanitaria individual y de grupo durante las consultas y en diferentes campamentos pigmeos en temas de vacunación y de las enfermedades con mayor incidencia.

3. Acompañamiento, medicación y capacitación en casos de epilepsia y desnutrición (muy comunes en esta región).

4. Creación de 2 pozos en la selva para satisfacer las necesidades de agua potable .

Presupuesto (en Euros) para el desarrollo de actividades (para un año):

Concepto

Financiamiento necesario

Gastos en medicamentos

3 700,00 €

Mal nutrición

550,00 €

Epilepsia

630,00 €

Campañas de vacunación / sensibilización

150,00 €

Construcción de 2 pozos de agua

250,00 €

Total

5 280,00 €

Este proyecto tiene por objeto asegurar un nivel mínimo de salud para los pigmeos de esta región (ya que estos son los más pobres entre los pobres).

Junto a estas actividades, la Misión Católica de Mongoumba se dedica a otras actividades tanto en educación como en términos de Pastoral. Así, este proyecto es sólo una parte del trabajo integral que se realiza en la misión.

Desde ahora la comunidad LMC presente en Mongoumba, les agradece la colaboración de todos y, especialmente, la atención prestada a la realidad de los pigmeos. Es, de hecho, en constante colaboración que la Misión continua y que, poco a poco, todos juntos, somos capaces de construir un mundo mejor, “para que muchos tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10).

Nota: En la actualidad, en esta misión está presente la LMC Elia Gomes, enfermera, que cuida de los asuntos referentes a los temas de Salud.

Los LMC de Portugal están disponibles para proporcionar cualquier información adicional, apoyar y aclarar cualquier duda que les puedan surgir:

Puede descargar el folleto del proyecto ZO KWE ZO aqui.

Página del proyecto en Facebook aqui.

Susana Vilas Boas: (00351) 960 145 875  susanavilasboas@gmail.com (hizo parte de esta comunidad durante 5 años)

Sandra Fagundes: (00351) 966 592 658 sandrafagundes@gmail.com (tesorera de los LMC)

Las donaciones pueden depositarse en la cuenta:

IBAN: PT50 0036 0131 99100030116 60

SWIFT: MPIOPTPL