Laicos Misioneros Combonianos

¡Ya estamos en Uganda!

En UgandaLa Comunidad en Gulu ya está completa, finalmente nos hemos reunido con Ewa y Joana que nos esperaban con los brazos abiertos en el Orfanato de St. Jude.
Monika y yo cumplimos hoy nuestra segunda semana y la estamos celebrando con un curso intensivo de “Acoli” la lengua que nos va a permitir comunicarnos e intentar aprender y entender a los que serán nuestros hermanos los próximos años.
Los primeros días en Kampala, tuvimos ocasión de reunirnos con los laicos misioneros combonianos y compartir una interesante charla sobre cómo nos vamos a organizar este tiempo que estaremos en Uganda con ellos. Nos explicaron cómo viven ellos la realidad laical, cuáles son sus proyectos y sus sueños, también sus limitaciones, y personalmente nos hizo mucha ilusión comprobar que estamos mucho más cerca de lo que imaginábamos.
Compartimos también cena y oración en un ambiente muy agradable y con la sensación de estar en casa. Es una suerte para nosotras que haya LMC en Uganda y en Gulu, porque sólo tendremos que unirnos a lo que ya están haciendo y ver lo que se produce estando juntos.
Al día siguiente papeleo y preparación para el largo viaje que nos lleva al norte, a Gulu. Nos despedimos de la Comunidad de Padres Combonianos de Kampala que tan bien nos ha recibido y acogido a nuestra llegada.
Son días de descubrimientos, de impresiones, de “aterrizar” en una tierra nueva, es tiempo de observar y disfrutar de los contrastes.
Hemos tenido también la suerte de encontrarnos con Dana (laica comboniana polaca, que está finalizando su tiempo de servicio en Matany) y Marco y Maria Grazia con sus hijos Francesco y Samuele (laicos combonianos italianos) que también terminan su tiempo de misión en Aber. Fuimos a visitarlos acompañadas de F.Ramón y F.Luigi.
Sólo un día para compartir experiencias, pero tiempo suficiente para comprobar que ha sido una época bonita de vida.
Es muy positivo para nosotras encontrarnos con otros laicos, conocer realidades cercanas a Gulu, escuchar anécdotas y experiencias de los que nos han precedido, nos ayuda a situarnos antes de empezar a asumir la que pronto será nuestra realidad.
En esas estamos, aprendiendo Acoli, compartiendo eucaristías, comidas y paseos con los Acoli y con la familia comboniana y disfrutando en silencio de lo que Uganda nos está regalando estos primeros días.

Carmen, Monika, Asia y Ewa

Wawotowu!*

AsiayEwaSaludos desde nuestro muy hermoso Gulu. En primer lugar deciros que sentimos mucho que les escribamos tan pocas veces, pero el tiempo pasa muy rápido. (Yo y Ewa) llevamos 3 meses en Uganda! Durante este tiempo hemos podido conocer el lugar, los niños, las madres y también el barrio en el que vivimos. Ahora es realmente nuestro hogar. Estamos todavía comenzando a conocer la cultura Acoli, cada día descubrimos cosas nuevas, costumbres y normas … Por supuesto también tenemos la oportunidad de ver la riqueza de esta cultura Acoli, me refiero entre otras cosas a los bailes. La tribu Acoli tiene más de 20 danzas tradicionales diferentes. Cada una de ellas muy enérgica y llena de vida. Cuando vemos a la gente que baila nos sentimos en deuda con ellos, nos encantan sus movimientos y su condición. También deciros que terminamos el curso de Acoli. Acoli no es tan fácil como habíamos escuchado, pero poco a poco empezamos a hablar con los niños usando su lengua.

Como escribí en el comienzo, el tiempo pasa muy rápido, probablemente porque estamos muy ocupadas. De momento intentamos hacer lo mejor y ayudar al hermano Elio para dar un espíritu fresco al orfanato de S. Judas donde nos encontramos. Ahora estamos involucrados en diferentes trabajos de oficinas. Ewa trabaja como asistente social, yo tuve que cambiar mi profesión de momento y me convertí en contable. Cuando llegamos aquí no habíamos soñado trabajar en la oficina, pero sabemos que las exigencias de la misión a veces cambian tus ideas. Por eso con humildad y apertura nos involucramos en los lugares que necesitan nuestra ayuda. Todavía observamos cosas que no entendemos y nos hacen enojar y estamos humildemente a la espera de cooperar con los trabajadores locales. Cada día descubrimos una gran cantidad de necesidades en este lugar y en nuestras cabezas hay un montón de ideas diferentes para organizar las reuniones con los niños. Estamos llenas de buena voluntad y felices y esto es lo más importante.

También cooperamos con los LMC locales, cada primer viernes de mes tenemos encuentro y oración en común. Nos preguntamos cómo organizar nuestra cooperación en el futuro, lo que podemos hacer juntos en este lugar. La comunidad local está muy abierta, así que creo que podemos hacer un montón de cosas muy buenas juntos. También conocimos a Marco y Maria Grazia, que acaban de terminar su misión en Aber y regresan a Italia.

El jueves Monika y Carmen se nos han unido, así que estamos muy felices porque por fin estamos juntas. Ahora las niñas tienen curso de Acoli así que permanecen en Layibi pero vivimos en la misma ciudad. Ahora realmente comenzamos a organizarnos nuestra vida en comunidad así como las actividades. Escribiremos al respecto pronto.

Muchas gracias por vuestro apoyo, por vuestra oración, que es muy importante para nosotras. También pensamos y oramos por ustedes. “Os saludamos” de nuevo.

Asia

*en Acoli- Os saludamos

Conclusiones del IIº Encuentro LMC en África

CoordinacionEl segundo Encuentro continental de los Laicos Misioneros Combonianos ha tenido lugar en Kinshasa (RDC) del 21 al 25 de julio del 2014. Participaron en la asamblea 5 sacerdotes, 2 religiosas y 18 laicos, entre los cuales estaban los coordinadores de 6 provincias del África francófona y anglófona, así como dos representantes del Comité Central.

El objetivo de esta Asamblea de Kinshasa era el de establecer un plan de acción concreto a partir de las resoluciones de los encuentros anteriores –la Asamblea Continental de Layibi (2001) y la Asamblea Internacional de Maia (2012)–, con el tema: “Comenzar con lo que tenemos a partir de nuestra realidad”.

Teniendo en cuenta los desafíos actuales en nuestra realidad africana, en la que Dios nos llama a vivir nuestra vocación como testigos de su amor, según el carisma de San Daniel Comboni, al servicio de la misión, que es un don de Dios, y después de reflexionar conjuntamente, hemos llegado a algunas conclusiones que permitirán a cada provincia establecer un plan de acción. Estas conclusiones son:

1. Vocación

Queremos animar a cada LMC a vivir la vocación como se la definió en Layibi; superar las dificultades de la vida y mantener los diferentes compromisos que tenemos en cuanto padres, trabajadores y cristianos, dando así testimonio de nuestra vocación.

Como se dijo en Maia, las comunidades LMC necesitan elaborar procesos que permitan el pleno cumplimiento de la vocación personal de sus miembros a lo largo de toda la vida. Establecer un programa de oración, de retiros, de vida sacramental y de revisión de la vida comunitaria.

Para facilitar un camino conjunto en nuestra vocación como Familia Internacional de LMC, animamos a los nuevos grupos a comunicarse regularmente con los Comités Continental y Central, para recibir la ayuda de los responsables de la coordinación. Creemos que es necesario seguir las líneas comunes de las directrices internacionales.

2. Relaciones entre los LMC

El movimiento tiene una misma visión. Todos deben colaborar y trabajar conjuntamente para vivir armoniosamente la vida comunitaria.

Con el fin de facilitar la integración de los nuevos LMC en los grupos LMC locales, tenemos que reforzar la comunicación y el trabajo en red entre el grupo coordinador que envía y el grupo coordinador que recibe, los comités Central y Continentales y los Superiores Provinciales MCCJ.

Para una plena integración, se invita a los nuevos LMC a participar en la vida del grupo: en la formación permanente, las asambleas, los retiros, los procesos administrativos y las contribuciones económicas…

Animamos a los LMC que trabajan en un país donde nos hay LMC locales a promover nuestra vocación formando un grupo local.

3. Formación

Como movimiento LMC en África, nos hemos comprometido a hacer juntos un camino de formación, para seguir a Cristo según el carisma de Comboni que nos convoca a hacer causa común con los pueblos a los que somos enviados.

Las decisiones tomadas en las Asambleas precedentes nos guían en el camino formativo, en el que deberíamos tener en cuenta los siguientes aspectos:

  1. Las provincias deben colaborar en la elaboración de los diferentes programas y subsidios de formación;
  2. Debemos compartir programas y temas de formación entre las diferentes provincias y el Comité Central;
  3. Debemos traducir los documentos de la formación en todas las lenguas;

4. Economía

Queremos incluir en nuestra vida espiritual nuestra economía, para vivir una vida fundada sobre la Providencia. En este sentido, pedimos a los grupos que consideren en sus programas de formación un tema sobre la relación con el dinero, poniendo nuestra estabilidad y confianza en Dios.

En el proceso de nuestra autonomía financiera, invitamos a los diferentes grupos a formar a sus miembros en los diferentes aspectos financieros, tales como: proyecto de desarrollo basado en las necesidades locales, búsqueda de fondos, contabilidad…

Sabiendo que pertenecemos a esta familia LMC, estamos llamados a ser responsables de sostener el grupo. En este sentido, todos los LMC deben contribuir al fondo local del grupo. A partir de este fondo local, el grupo debería igualmente contribuir al fondo común internacional, gestionado por el Comité Central.

Estamos también llamados a animar la Iglesia local y toda persona de buena voluntad a sostener nuestras actividades misioneras.

Para alcanzar nuestra autonomía financiera, invitamos a los grupos a iniciar actividades generadoras de entradas propias (agricultura, ganadería, farmacias, cine, centros de fotocopias e internet, artesanado local, Conferencias, formación, coloquios, animación de eventos…).

No basta comprometernos en proyectos, sino que estamos también invitados a presentar las cuentas con transparencia (libros de caja, cuentas bancarias con más de una firma…).

5. Organización

5.1 Cada Provincia debe tener:

  1. Un Equipo de Coordinación, compuesto de: un coordinador, un secretario y un tesorero (encargado de finanzas). Este equipo debe enviar sus relaciones al Comité Africano y al Central.
  2. Una persona encargada de las comunicaciones (blog, Facebook, twitter).
  3. Un Equipo de Formación. Este equipo debe: planificar y preparar los temas de formación; asegurar el seguimiento y la evaluación de las formaciones dispensadas.
  4. Cada grupo debe tener un responsable de formación que trabaja en red con los responsables nacionales.

5.2 Comité Africano:

  1. El Equipo de Coordinación Central está compuesto por: un coordinador, un secretario, un tesorero (encargado de finanzas).
  2. Sus atribuciones son:
  1. Asegurar la comunicación con el Comité Central.
  2. Convocar y preparar los encuentros continentales.
  3. Asegurar la comunicación entre las diversas provincias.
  4. Velar para que se ejecuten las decisiones tomadas en las distintas Asambleas.

Grupo

Segunda asamblea africana de los LMC

KinshasaLos coordinadores de los Laicos Misioneros Combonianos (LMC) de las provincias Combonianas de África, y los misioneros Combonianos acompañantes, celebraron su segunda reunión africana del 21 al 26 de julio en la casa comboniana de Kimwenza (Kinshasa), República Democrática del Congo (RDC). Fue un encuentro de reflexión sobre el pasado y la planificación de las actividades futuras del LMC en el continente africano.

La segunda reunión del LMC africano contó con la participación de 25 personas: 18 laicos, 5 Misioneros Combonianos y 2 misioneras combonianas, incluidos los representantes del Comité Central del LMC, Alberto de la Portilla y P. Arlindo Ferreira Pinto.

La primera mañana se dedicó a dos temas, con el objetivo de introducir a los participantes en los trabajos de la asamblea, un tema sobre la realidad actual del Congo y el otro sobre la visión de la misión en la “Evangelii Gaudium”.

Comenzó la asamblea con la presentación de los participantes, sesión orientada por los miembros laicos del Comité Africano del LMC: Dieudonné Likambo (Dido), congoleño, Innocent Mweteise Karabareme, Ugandés y Marcia Costa, portuguesa que trabaja actualmente en Mozambique. De este mismo comité también forman parte del Provincial de Mozambique P. José Luis Rodríguez López, y el P. Joseph Mumbere Musanga, Congo. El P. José Luis se encuentra en México y el P. Joseph participó en los últimos días de la reunión por motivo de sus otras ocupaciones y problemas de transporte.

A continuación se repartieron las diferentes tareas para toda la semana.

Marcia Costa aprovechó el momento para recordar los principales objetivos de la reunión, principalmente los temas de identidad, formación y autonomía económica, revisar y programar las actividades del LMC en el continente africano y en cada una de las provincias, teniendo en cuenta la conclusiones de las reuniones intercontinentales del LMC, en particular la última asamblea de Maia (Portugal), en diciembre de 2012, y la primera reunión africana en diciembre de 2011 en Layibi (Uganda).

Las palabras de bienvenida a todos los participantes de la reunión fueron ofrecidas por el mensaje del P. Joseph Mumbere Musanga (leído por P. Enrique Bayo), y por la hermana Espérance Bamiriyo Togyayo respectivamente superior provincial de los Combonianos y Combonianas en Congo. Ambos destacaron el valor de la colaboración entre los institutos nacidos en el mismo carisma de Comboni y la importancia de la oración y el testimonio misionero comboniano como familia.

El P. Arlindo Pinto, coordinador del LMC a nivel del Instituto comboniano, informó que el P. Enrique Sánchez, Superior General y el P. Antonio Villarino, asistente general, enviaban saludos a todos los participantes de esta reunión y siguen con atención las diferentes realidades del LMC en el continente africano. Por su parte, Alberto de la Portilla, miembro y coordinador del Comité Central del LMC, dijo que esta reunión es un evento que afecta no sólo a los LMC africanos, sino también al resto del LMC de los continentes europeos y americanos que viven en contextos y realidades diferentes, pero con un fuerte sentido de pertenencia al LMC.

El P. Jean Claude Kobo Badianga, comboniano congoleño, hizo una breve presentación sobre la historia de la República Democrática del Congo (RDC) para la mejor comprensión de la situación socio-política y económica actual del país. Relacionó la historia de la República Democrática del Congo con la historia y los conflictos recientes y del pasado con los países vecinos (Angola, Congo-Brazzaville, Ruanda, Burundi, Uganda, Sudán del Sur y la República Centroafricana). Habló de las principales dificultades que impiden un gobierno estable y verdaderamente democrático en la República Democrática del Congo, como por ejemplo, el tribalismo, el regionalismo y la corrupción.

Se refirió a los diversos grupos rebeldes armados que operan principalmente en el norte y noreste del país, con la complicidad política nacional junto con los intereses internacionales relacionados con los riquísimos recursos naturales del suelo y el subsuelo de los congoleños. Petróleo, oro, coltán y muchos otros recursos minerales preciosos que son la verdadera fuente de las contradicciones sociales, las desigualdades económicas y los conflictos armados en la República Democrática del Congo.

La Iglesia Católica, los cientos de otras iglesias y sectas religiosas toman diferentes posiciones ante la realidad que pasa en el país, la mayoría de los casos para favorecer el “status quo” y, rara vez, para denunciar las injusticias de que son víctimas los congoleses de Norte a Sur.

El P. Jean Claude recordó que los LMC tienen en esta realidad social, en la República Democrática del Congo y en otros países africanos, la responsabilidad cristiana y moral que puede y debe estar presente en sus actividades pastorales y profesionales.

KinshasaEl P. Enrique Bayo Mata, comboniano español que trabaja en la República Democrática del Congo, presentó el tema de la misión a partir de la exhortación apostólica post-sinodal del Papa Francisco “Evangelii Gaudium”. Después de una presentación general del documento, el P. Enrique subrayó la perspectiva de la nueva evangelización marcada por la alegría del anuncio y el testimonio del Evangelio de Jesucristo en las diversas periferias humanas del mundo moderno. Habló de la conversión pastoral urgente para llevar a la Iglesia a salir de sí misma y volverse misionera, es decir, para ponerse al servicio de las personas y de los pueblos, especialmente de los excluidos, los más necesitados de la alegría de la fe y de la vida cristiana, y de los más alejados de los valores del Evangelio.

Hizo referencia a que los laicos, formados profesional e intelectualmente, tienen una misión especial en el proceso pastoral de evangelización que busca transformar la sociedad y la inclusión social de los pobres en la vida activa de sus países.

En la tarde del primer día, Innocent dio una visión general acerca de quiénes son los LMC y lo que esperan de sí mismos, recordando que normalmente se comienza de una pequeña realidad y con pocas cosas, pero crece y madura teniendo una visión clara de la identidad, de lo que somos, y si tenemos un plan de acción concreto y lo que debemos hacer, en un contexto permanente de escucha de la Palabra de Dios, la oración y el discernimiento vocacional en el espíritu de San Daniel Comboni. Una vez terminada la exposición de Innocent siguió un largo intercambio de ideas y experiencias de las distintas realidades del LMC en África.

Marcia Costa presentó, a continuación, un resumen de la primera reunión africana de Layibi, especialmente lo referente a la identidad y la misión del LMC. Realzó que hace parte de la vocación LMC salir fuera de su realidad o país durante un período determinado, para una actividad misionera específica, y que los LMC asumen un compromiso de por vida. Los LMC tienen una formación humana, espiritual y misionera específica y buscan los medios para llegar a ser económicamente autónomos en sus diversas actividades. Después de la presentación, siguió un abundante intercambio en torno a los temas del documento Layibi. Se insistió, una vez más, en la importancia de que los LMC hagan una experiencia de misión fuera de su contexto geográfico.

El segundo día de actividades se dedicó a la presentación de los informes de las actividades del Comité Africano, el Comité Central y de las diferentes provincias africanas: Egipto-Sudán, Sudán del Sur, Togo-Ghana-Benin, República Centroafricana, Congo, Mozambique y Uganda. Dido Likambo presentó el informe del trabajo del Comité Africano desde la reunión de Layibi hasta la preparación de la reunión en curso en Kinshasa, y Alberto presentó los informes del Comité Central y de las provincias que no estuvieron representadas en la reunión, pero tienen LMC en sus países (Chad, Malawi-Zambia y Etiopía).

Uno de los temas más discutidos fue la falta de comunicación entre la Comisión Africana y las diversas provincias de África. Una de las razones dadas para el intercambio limitado de información y experiencia eran las dificultades naturales de las diferentes lenguas que se hablan en cada una de las provincias, y la dificultad de acceso a las nuevas tecnologías de la comunicación, sobre todo a través de Internet, en la mayoría de los países africanos.

Con el fin de preparar las conclusiones de la reunión, se utilizó el método de trabajo en grupos seguido de plenarios, durante los días 23 y 24, de forma que se fueron respondiendo las siguientes preguntas: ¿Cuál es la relación entre los grupo LMC locales y los LMC extranjeros que se encuentran en el mismo país? ¿Cuáles son los retos y estrategias a tener en cuenta para hacer un camino común? ¿Cómo podemos compartir los contenidos de formación de varios países para llegar a tener la misma formación básica a nivel continental? ¿Qué nos falta para que podamos vivir la vocación de la LMC según las conclusiones de Layibi? ¿Qué estrategias podemos seguir para vivir plenamente la vocación LMC? ¿Qué estrategias podemos adoptar para alcanzar la independencia económica? ¿Cómo podemos organizar el movimiento LMC a todos los niveles: la formación, la relación entre la LMC de diferentes países de África, la vocación, la organización y la economía?

En la tarde del 24 y la mañana del día 25, los laicos se reunieron para formular las conclusiones de la reunión, mientras que los Misioneros Combonianos y Combonianas aprovecharon esta ocasión para hablar de su colaboración con los LMC y compartir algunas ideas y experiencias acerca de cómo pueden y deben ayudar a consolidar el LMC en todas las provincias Combonianas. Se recordó también el compromiso hecho por los Misioneros Combonianos en el Capítulo General de 2009.

En la última tarde de trabajo, se leyeron, discutieron y aprobaron las conclusiones según los temas que se trataron durante la reunión. Esto fue seguido por la elección de la Comisión Africana, habiendo sido reelegidos para los próximos tres años: Dieudonné (Congo), Innocent (Uganda) y Marcia (Mozambique). Por último, se propuso que la próxima reunión debería tener lugar en julio 2017 en Lomé (Togo), fecha y lugar a confirmar por el superior provincial del sector.

KinshasaEl sábado, el grupo fue a visitar el Jardín Botánico “Kisantu bas-Congo” y la Catedral Kisantu, a unos 120 km de la ciudad de Kinshasa.

La reunión concluyó el domingo con una reunión conjunta con los LMC congoleños de Kinshasa en la comunidad provincial (Kingabwa), teniéndose tras la Eucaristía, presidida por el P. Joseph Mumbere, un almuerzo fraterno.

Arlindo Ferreira Pinto.

Sólo dos pequeñas manos

Ethiopian children in Fullasa

En el evangelio de Mateo (Mt 18, 1-5, 10, 12-14), en respuesta a la pregunta “quien es mayor en el reino de los cielos”, Jesús llama a un niño pequeño junto a él. El presenta al niño como modelo de cómo debemos acercarnos y confiar en Dios.

Una historia de Rafael González, un comboniano que trabajó en Kenia, acudió a mi mente cuando escuche este evangelio.

“Había 120 niños pobres y hambrientos en la escuela infantil de la misión, situada en el semidesierto del norte de Kenia donde yo vivía. Ellos recibían allí su única comida del día. A medio día los más pequeños se colocaban en fila para recibir la comida. Latas viejas, cuencos de madera o solo dos pequeñas manos recibían una modesta cantidad de gachas hechas con harina de maíz hervido con agua.

Una niña llamada Namoe, que caminaba de muy lejos cada día para asistir a la escuela, llenaba su pequeña lata de judías cada día. Pero a diferencia del resto de los niños, que se comían la comida allí mismo, Namoe se alejaba de la misión con su lata llena.

Un día la seguí a cierta distancia. Ella caminaba y caminaba con las gachas en la mano. A pocos kilómetros de la escuela, se encontró con su madre y su hermana menor, sentadas en una sombra junto al camino.

Namoe se sentó. Colocó su pequeña lata de gachas en el medio. Ella compartió su única comida del día con su madre y su hermana.”

Que hermoso acontecimiento de amor presenció Rafael aquel día. Y a mí me habla de un modo especial de las palabras de Jesús hoy: “a menos que cambies y te hagas como un niño, no entrarás en el reino de los cielos”.

Maggie, Mark, Emebet, Isayas y Therese Banga, Laicos Misioneros Combonianos, Awassa, Etiopía