Laicos Misioneros Combonianos

Formación LMC en Ghana

GhanaDesde que el Consejo Provincial ha asignado al P Godwin Kornu para caminar con nosotros, también hemos empezado a centrarnos en el proceso de formación. En esta línea, tenemos nuestra formación mensual en Bakpa-Avedo, una comunidad de Mafi-Kumase, la cuasi-parroquia donde reside nuestro capellán. El tema debería haber sido la fe de Comboni, pero el padre decidió hablar en primer lugar sobre la FE. El padre comenzó definiendo la Fe de cuatro maneras:

  1. La fe en algo o en alguien.
  2. Una creencia religiosa fuerte.
  3. La fe en referencia a una religión en particular.
  4. La Fe utilizada junto con adjetivos buenos o malos. Para mantener o romper la fe.

La (b) es la más cercana a nuestra situación, dijo el Rev. P. Dijo que la fe es un don de Dios y Él es el iniciador. Tener fe en Dios es entregarse a Él. La fidelidad de Dios despierta la fe. El que cree esperará activamente y la Esperanza nos debe dar alegría. Nuestra alegría no debe ser circunstancial, sino que debe tener su raíz en Dios. La fe no va en contradicción con la razón, sino la fe es más alta que la razón. La fe es, dijo el padre comparando con una semilla, algo que todo el mundo tiene que desarrollar. La oración es el camino por el cual la fe puede crecer. Pero mientras rezamos, debemos tener en cuenta que nuestra oración no puede cambiar el plan de Dios para nosotros, sino que nos prepara para recibir lo que Dios tiene para nosotros.

Después de esta presentación, discutimos algunos pocos temas. Acordamos todos los miembros en crear una Pequeña Comunidad Cristiana (SCC) en nuestros diversos lugares, como una forma de nuestro compromiso. A través de ella, podemos llevar a cabo algunas de nuestras actividades como la evangelización, la animación misionera, la promoción Vocación y los temas de JPIC. También decidimos mostrar nuestra cercanía, “causa común” con dos de nuestros miembros que han tenido accidentes. El 09 de mayo fue al finalmente acordado para nuestra próxima reunión en Abor, en nuestro Centro LMC. Después de esto, hemos tenido el ágape.

Justin Nougnui, coordinador.

El Pastor para el que todos somos importantes

Comentario a Jn 10, 11-18: Cuarto DOMINGO de Pascua, 26 de abril 2015
Seguimos leyendo el evangelio de Juan, esta vez, en el capítulo décimo, que nos trae la alegoría del Buen Pastor, una imagen muy significativa para los pueblos antiguos, cuya vida dependía mucho de los rebaños de ovejas, cabras y vacas. La mayoría de nosotros vive ahora en grandes ciudades y no tenemos experiencia directa de la vida de un pastor, pero me parece que la imagen sigue siendo suficientemente poderosa e inspiradora. Les ofrezco tres puntos de meditación:

P10104231.- El asalariado y el Pastor “des-centrado”
Jesús, caminando por los pueblos y ciudades de Galilea y Judea, observaba, como lo hacemos hoy nosotros en nuestros ambientes, que abundaban los “asalariados”, personas que trabajaban “sólo por la paga”, que estaban centrados sólo en sí mismos, en su dinero, en su prestigio, en su fama, sin interesarse mucho por las personas a las que deberían servir y que deambulaban “como ovejas sin pastor”: muchos políticos se preocupaban más de sí mismos que de organizar honradamente la vida social; muchos padres pensaban más en su propia “auto-realización” que en la vocación de sus hijos; muchos líderes religiosos actuaban, no según el corazón de Dios, sino como “asalariados”, más preocupados por acumular dinero, poder o prestigio que por el bien de las personas.
Frente a esa situación, Jesús, Hijo entrañable del Padre, que desde antiguo se había declarado “pastor de su pueblo” (Ezequiel 34, salmo 23), se presenta como lo que es: un pastor “des-centrado”, es decir, no centrado en sí mismo, sino en el bien de sus “ovejas”: enfermos, pecadores, discípulos…, todos hijos de su mismo Padre. Para Él las personas no son medios para alcanzar objetivos personales, religiosos o políticos. Para Él las personas son hijos amados de su Padre y no duda en dar su vida por ellos, libre y gratuitamente.

Esta reflexión me lleva a dos conclusiones para mi vida:

-Jesús esP1020272 el pastor verdadero de mi vida. Nadie más. Ciertamente cada uno de nosotros necesita a otros para vivir: amigos, padres, profesores, políticos, doctores, sacerdotes… Todos ellos son, en alguna medida, pastores de nuestra vida. Pero yo lo tengo claro: el único pastor al que entrego mi vida totalmente es Jesús; de él me dejo guiar, de él me dejo amar; en él encuentro los pastos seguros de una Palabra verdadera, de un Amor gratuito y firme. Y eso me permite mantenerme libre frente a muchos pretendidos pastores que lo que buscan es aprovecharse de mí.
-También yo estoy llamado a ser pastor. También yo estoy llamado a ejercer de alguna manera “pastoreo” sobre otros. Mirando a Jesús quiero aprender a pensar en los demás, no como medios para mi “auto-realización”, sino como personas a cuya vida yo puedo contribuir: con mis palabras, con mis gestos, con mi afecto gratuito, con mi testimonio.

2.- Conocer y ser conocido: “Conozco a mis ovejas, como el Padre me conoce”aaa
El escritor uruguayo recientemente fallecido, Eduardo Galeano, cuenta la historia de un muchacho, solo en un hospital en Navidad, que dice al médico que se despide antes de ir a celebrar la cena de Nochebuena: “Dígale a alguien que yo estoy aquí”… No sé si se han fijado como la gente, se vuelve “loca” cuando ve su imagen en la televisión, en un estadio de fútbol o en la retransmisión de una audiencia papal. Es que estamos hechos para “ser” a los ojos de alguien, para ser “mirados”, conocidos, “re-conocidos” por alguien. Sin eso nos sentimos nada. De hecho, hay mucha gente que se siente “sola”, “abandonada”, no tenida en consideración, como ellos se merecen, como “ovejas sin un pastor” que las conozca. A veces nos puede parecer que estamos solos en la vida y que, incluso las personas más cercanas, no nos conocen realmente, nos conocen solo “por fuera”.
Lo que Jesús nos dice hoy es que Él nos conoce, que no somos anónimos, perdidos en la masa, que somos ALGUIEN ante él. Jesús me asegura que me conoce por dentro y que tiene conmigo la misma relación que el Padre tiene con él: de conocimiento, de amor, de pertenencia mutua.

3.-Una comunidad no exclusiva vi excluyente
La comunidad de Jesús es precisamente aquel grupo humano en el que cada uno es conocido y re-conocido, apreciado por lo que es, no por la máscara que lleva o por su valor instrumental. En este sentido, encuentro fantástica la costumbre de algunas comunidades cristinas en las que, al final de la Misa, las personas se quedan para saludarse, reconocerse mutuamente, “ser alguien” ante los demás, como somos “alguien” ante el Padre Dios.
Esta comunidad de personas “conocidas” por el pastor Jesús es una comunidad abierta, no exclusiva ni excluyente; porque “hay otras ovejas” que están llamadas a formar parte de este “redil”, no porque queramos ser muchos (para nuestro propio prestigio o poder), sino porque queremos que todos puedan gozar de este pastor maravilloso, que nos conoce, nos aprecia y nos hace pastores-misioneros para que todos “tengan vida y la tengan en abundancia”. En este sentido, la comunidad de Jesús es una comunidad “pastora”, que, ante los sufrimientos de muchos, no mira hacia otro lado, sino que se involucra generosamente, como lo hizo Daniel Comboni en su tiempo.
P. Antonio Villarino
Roma

Mozambique: NO a los acaparadores de tierras

MozambiqueUnos treinta misioneros y misioneras combonianos que trabajan en las provincias combonianas de Europa participaron en el “Simposio de Limone 2015”, un evento organizado por el Grupo Europeo de Reflexión Teológica (GERT), del 7 al 11 de abril del 2015, en la casa natalicia de Comboni, en Limone sul Garda (Italia). El tema de este año fue: “Ser buena noticia hoy en Europa: consolidar, profundizar e imaginar”. Al final del Simposio, los participantes firmaron un comunicado para condenar el proyecto del Ministerio de la Agricultura y Seguridad Alimentaria del Gobierno de Mozambique que concederá 102 mil kilómetros cuadrados de tierras fértiles (una tercera parte de Italia) al consorcio privado ProSAVANA, constituido por empresarios mozambiqueños, japoneses y brasileños. Publicamos en seguida el comunicado de los misioneros.

 

Mozambique: No a los acaparadores de tierras

MozambiqueEn Mozambique está en acto en estos días un gravísimo capítulo del acaparamiento de tierras: el llamado acapara-tierras ‘land grabbing”.

En efecto el Ministerio de la Agricultura y Seguridad Alimentaria del Gobierno de Maputo ha publicado un documento de 204 páginas en las que configura la concesión de 102 000 Km2 de tierras (una tercera parte de Italia) al Consorcio proSAVANA compuesto por empresarios mozambiqueños, japoneses y brasileños. Estas fertilísimas tierras se encuentran en las regiones septentrionales de Nampula, Niassa y Zambézia. En estas regiones se hallan concentradas 4 200 000 de personas; es increíble que Mozambique que puede contar con cerca de 30 millones de hectáreas cultivables, ceda 10.2 millones de hectáreas a un consorcio privado.

El Gobierno de Maputo afirma que este proyecto servirá a los pequeños agricultores y a la alimentación de la gente, mientras que se sabe muy bien que tal proyecto utilizará poquísima mano de obra local porque serán empleados medios mecánicos de alta tecnología y el producto final servirá únicamente para la exportación.

¿Dónde terminará toda esta población que será removida de sus tierras? ¿Cuál será el impacto de un tal megaproyecto? Qué consecuencias tendrá en las faldas acuíferas? Y por último, ¿qué efectos políticos tendrá sobre los frágiles equilibrios sobre los que se sostiene la paz en Mozambique?

En apoyo de las asociaciones de campesinos locales nuestros co-hermanos y co-hermanas que trabajan con ellos, nosotros, misioneros, seculares y laicos combonianos de Italia y de Europa reunidos aquí en Limone sul Garda en la casa de San Daniel Comboni, lanzamos un grito de alarma contra este enésimo acto de acaparamiento de tierra que será pagado pesantemente por los más de cuatro millones de personas que viven en aquellas regiones.

Mozambique
Limone sul Garda, 10 de abril del 2015

Padre Alberto Pelucchi, Vicario General de los Misioneros Combonianos
Padre Alex Zanotelli, Director de Mosaico de Paz, Nápoles (Italia)
Padre Antonio Guarino, Castel Volturno, Nápoles (Italia)
Padre Antonio Porcellato, SMA, Vicario General, Roma
Padre Arlindo Pinto, Coordinador de Justicia y Paz, Roma
Padre Benito De Marchi, Inglaterra
Padre Dario Balula Chaves, Portugal
Padre Domenico Guarino, Palermo (Italia)
Padre Efrem Tresoldi, Director de Nigrizia, Verona (Italia)
Padre Fernando Zolli, Florencia (Italia)
Padre Gianluca Contini, Roma
Padre Gino Pastore, Troya (Italia)
Padre Giorgio Padovan, Brasil
Padre Giovanni Munari, Superior Provincial de los Combonianos en Italia
Padre Guillermo Aguiñaga, Polonia
Padre Juan Antonio Fraile, España
Padre Karl Peinhopf, Superior Provincial de los Combonianos de lengua alemana
Padre Martin Devenish, Superior Provincial de los Combonianos del Reino Unido
Padre Ottavio Raimondo, Bari (Italia)
Padre Palmiro Mileto, Bari (Italia)
Padre Pierpaolo Monella, Limone sul Garda (Italia)
Sor Dorina Tadiello, Superiora Provinciale delle Comboniane in Italia
Sor Fernanda Cristinelli, Comboniana, Roma
Sor Kathia Di Serio, Comboniana, Verona (Italia)
Prof. Carmelo Dotolo, Pontificia Universidad Urbaniana, Roma
Clara Carvalho, Secular Comboniana, Portugal
Comunidad Laicos Misioneros Combonianos, La Zattera, Palermo (Italia)
Felicetta Parisi, Nápoles (Italia)
Hno. Friedbert Tremmel, Alemania
Maria Lucia Ziliotto, Secular Comboniana, Treviso (Italia)

Adjunto:

Comunicado_de_imprensa_ProSAVANA.pdf

Master_Plan_ProSAVANA.pdf

Comer juntos, abrir la mente, ser testigos

Comentario a Lc 24, 35-48, Tercer Domingo de Pascua, 19 de abril de 2015
Leemos hoy la última parte del capítulo 24 de Lucas. Después del episodio de los dos discípulos de Emaús, que reconocen a Jesús “al partir el pan” y que vuelven a Jerusalén para contar lo que han vivido, Jesús se muestra a todo el grupo en el ámbito del cenáculo, el lugar donde la comunidad estaba reunida, aunque más bien triste, confusa e incrédula. En el texto que leemos hoy podemos encontrar, como siempre, muchos motivos de meditación. Por mi parte me detengo en tres:

MinoCenaEcologica1) La importancia de comer juntos: “Comió ante ellos”.
Lucas nos cuenta que, ante el pasmo de los discípulos, que no se atrevían a creer lo que veían, Jesús les pidió pescado y se puso a comer en su presencia. Comer con alguien ha sido siempre y sigue siendo hoy, en las más diversas culturas, un gesto de gran importancia social. Comer juntos afianza las familias, fortalece las amistades, crea lazos sociales… y hasta favorece los negocios.
Por lo que nos cuentan los evangelios, para Jesús era normal y frecuente participar en comidas a las que era invitado, ya fuera para celebrar una fiesta (Caná), una amistad profunda (Mateo) o quizá simple curiosidad (algún fariseo). Con cierta frecuencia Jesús comparaba el Reino de Dios con un banquete al que el Padre Dios nos invita. En efecto, comer juntos es un signo de la nueva humanidad fraterna que Jesús ha proclamado en nombre de su Padre celestial; y de esta fraternidad, sellada con su sangre, es anticipo la última cena.
Por eso Jesús ha hecho de la comida comunitaria un signo evidente de su presencia en la comunidad de sus discípulos, compañeros de lucha por el Reino del Padre en medio de un mundo frecuentemente hostil. Cierto que todo se puede dañar y que a veces las comidas no son lo que parecen, engañando con una aparente pero falsa fraternidad. Eso puede pasar también con el gran sacramento de la presencia viva de Jesús: la Eucaristía. Podemos falsearla y de hecho lo hacemos. Pero, honestamente vivida, la Eucaristía es el gran signo de una humanidad renovada, de una Iglesia que escucha la Palabra y comparte el pan. Seguramente, si vivimos la Eucaristía con honestidad, Jesús se hará presente entre nosotros, la comunidad crecerá en comunión (incluida la comunión de bienes para la vida) y la humanidad tiene dentro de sí un fermento capaz de renovarla profundamente.

2) Abrir la mente: “Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras”
Jesús les abre la inteligencia, para que puedan comprender las Escrituras a partir de lo que están viviendo y para que entiendan lo que están viviendo a partir de las Escrituras. También esto sucedía con frecuencia en los diálogos de Jesús con sus discípulos y con las multitudes que lo seguían. Precisamente por eso Jesús era Maestro: porque tenía palabras luminosas, claras y pertinentes, que eran como faros que iluminaban la realidad. Escuchándolo a él, era fácil comprender, por ejemplo, que curar a un paralítico era más importante que “guardar” el sábado; que el Padre se alegra por un pecador que se arrepiente; que ayudar a un desconocido herido en el camino nos hace verdaderamente hijo de Dios (herederos de la vida eterna)… Y más fuerte todavía: que su propia muerte tiene sentido como un acto supremo de confianza y generosidad, superando la muerte con la entrega libre de la propia vida.
Por eso, hasta el día de hoy y por siglos que vendrán, los discípulos nos reunimos para escuchar la palabra sabia de Jesús, para dejarnos iluminar constantemente por ella en un diálogo fecundo con la vida de cada día. Desde lo que nos pasa entendemos mejor la Palabra y desde la Palabra entendemos mejor lo que nos pasa. Y en ello experimentamos a Jesús vivo que nos acompaña en nuestro caminar.

3) Ser testigos: “Su nombre será predicado a todos los pueblos”
Escuchar la palabra luminP1000916osa de Jesús, comer con él y con la comunidad de sus discípulos, experimentar la presencia de su Espíritu en mi vida y en el mundo, es el mayor don que yo haya podido recibir. Eso ha transformado mi vida, haciéndome sentir Hijo amado y hermano entre hermanos. Por eso, como Pablo, como Pedro, como Lucas, y millones de discípulos, yo también quiero ser testigo, misionero, alguien que quiere compartir con el mundo el gran don recibido. Ser testigo de Jesús en el mundo es lo más fascinante que una persona puede ser.
La misión no es una carrera orgullosa para crear prosélitos de una secta o para hacer propaganda de una ideología o para difundir un gran sistema religioso… La misión es ser humildes testigos de un don recibido: Una Palabra que continuamente da sentido a la vida en medio de tantas contradicciones propias y ajenas; una fraternidad que se aprende a construir día a día, no porque somos mejores que nadie sino porque somos sólo discípulos, aprendices de un proyecto que nos supera, pero que cuenta con nosotros; un Espíritu que, conforme a la promesa de Jesús, nos acompaña en todas las circunstancias, como una fuerza interior que nos guía en libertad y amor, contra viento y marea y a pesar de nuestros propios pecados.
Gracias, Jesús, por tu Palabra; gracias por tu comida de fraternidad; gracias por tu Espíritu, que nos acompaña en la dulce tarea de ser tus testigos.
Antonio Villarino
Roma

Congreso con motivo de los 150 años del “Plan para la regeneración de África”

congreso RomaÁfrica, continente en camino.

Queridos amigos, como participante en la Congreso del pasado 13-14-15 marzo de 2015, “África en camino”, organizada con motivo del 150 aniversario del “Plan para la Regeneración de África” ​​de nuestro fundador San Daniel Comboni, ofrezco como reflexión una síntesis de Fulvio del Giorgi, que resume la esencia del trabajo de estos tres días, que se vivió intensamente y con alegría en el intercambio y reunión de toda la familia comboniana.

La conferencia concluyó con la Misa, celebrada por el cardenal Fernando Filoni.

Agradecemos a la Madre General Luzia Premoli quien abrió el acto dando la bienvenida y exponiendo el programa de estos días y también agradecemos el Padre General Enrique Sánchez González, quien terminó el trabajo con una invitación a desarrollar en nuestras vidas y en nuestra misión las reflexiones que han surgido en el congreso. “Hicimos un viaje juntos como una oportunidad para conseguir un nuevo aire, el aire fresco donde reconocemos que la humanidad está cambiando y no podemos negarlo. Ahora, a partir de esta nueva sensibilidad -dice el p. Enrique- el sueño de Comboni se revela hermoso, actual y un gran desafío.

Recordemos que África no necesita bienhechores, ya que es capaz y cada vez más consciente de sí misma y nuestros misioneros se dan cuenta de ello sobre el terreno.

No es accidental que nuestros institutos se estén revigorizando a través de muchos hermanos que vienen de África y esto demuestra la certeza del “Plan” de Comboni. África debe convertirse en el protagonista de su historia.

congreso RomaEl don recibido por Comboni es un regalo, no sólo para él, sino para todos los que después de él viven el poder del Espíritu dentro de este camino.

África tiene algo que nadie tiene. Tiene una vida propia, es un don particular, valioso para toda la humanidad. No se puede explicar, hay que vivirla; es una experiencia de amor. Así que les deseo a todos ustedes continuar este viaje, para continuar esta experiencia de amor con la nueva frescura de una nueva juventud africana”.

Os dejo esta hermosa síntesis sobre los temas del Congreso realizada por Fulvio De Giorgi y traje a casa para compartirla con ustedes! Un saludo y buena misión a todos.

Rosanna Braglia, LMC Italia

 

congreso Roma“Si Daniel Comboni estuviera aquí, al ver todo esto, tendría el corazón lleno de consuelo y de alegría ante el espectáculo de un África tan crecida, de los hijos e hijas de sus instituciones involucrados en este gran proyecto, de su sueño, en parte ya una realidad con muchos frutos, además y sobre todo en mujeres laicas, y en parte sigue siendo sólo una pista que ha de seguirse para el futuro.

Este es el fruto principal de nuestro encuentro y nos sigue llamando a ponernos en una nueva dirección. Es fundamental decir esto, y todos los participantes en la reunión han subrayado que, de África no debemos tener nunca más una mirada catastrófica, triste o manera negativa de mirarla.

El Papa Francisco nos recuerda que “sólo los que buscan la felicidad de sus vecinos, pueden ser misioneros”. Un pensamiento que nos recuerda lo que dijo Comboni: “Es el Sagrado Corazón de Jesús, el que me ayuda a superar todos los enormes obstáculos que tengo que enfrentar con el fin de hacer realidad mi Plan para la regeneración de los pueblos africanos con los propios pueblos africanos”.

Las palabras claves son dos: “PLAN” y “CORAZÓN”.

La primera palabra es “PLAN” [aquí se ha de tener en cuenta que en italiano la palabra correspondiente tiene varios significados. Nota del traductor]. ¿Qué es un plan? Es un proyecto que pone a prueba la capacidad crítica de cada uno y pide también el compromiso de la voluntad sostenida por una gran esperanza.

Todos nosotros, no importa de qué continente vengamos, estamos llamados a descolonizar nuestras esperanzas, nuestras propuestas, nuestros planes, nuestras formas de ver, confiando en una esperanza que es más grande que nosotros, y nos apoya en nuestro compromiso. La descolonización de la forma de mirar limpia nuestros ojos y nos ayuda a ver bien el hecho de que África continúa en crecimiento, y que Europa puede convertirse en su socio en sus factores positivos. El hecho es que en África podemos encontrar una especie de nuevo Renacimiento. Europa puede cooperar con ella, caminando juntos en amistad.

El África de los pueblos africanos nos ha dicho que quiere vivir en plenitud su vida al lado de los otros pueblos. Por lo tanto (descolonizando la forma de pensar y superando los estereotipos), la dispersión y la emigración transcontinental en todas direcciones son una fuente de beneficio a pesar del hecho de que son causadas por las desigualdades existentes en el interior de los propios países de los emigrantes y de los grandes sufrimientos que genera.

Pero es importante no fijar estos acontecimientos en el interior de un horizonte negativo de muerte, sino liberarlos y regenerarlos como una ocasión, como una oportunidad, por un mundo más diversos y más bello.

Aquí hemos visto: ¡más bello! Las exposiciones de fotos, las esculturas, las películas y la música que se han ofrecido en esta reunión nos obligan a reconocer, en términos generales, la gran belleza y la creatividad estética que viene del nuevo arte africano, del nuevo cine. Y nuestra esperanza puede ver mejor lo que es, subrayando conexiones positivas que van a convertirse en proyectos y planes de crecimiento a nuestro alrededor.

La palabra “Plan” [teniendo en mente la palabra italiana] incluye también la idea de nivelación, es decir de llenar valles y bajar montañas, de poner todas las cosas en el mismo nivel. Y aquí se nos recuerda el sermón en el Evangelio de Mateo, el de Jesús en la montaña, el que Lucas llama Sermón del Llano, donde leemos también las palabras amenazantes “¡Ay de vosotros los ricos!”. Si todos estamos en el mismo nivel, podemos mirarnos directamente a los ojos; de esta manera las injusticias y las desigualdades se hacen insoportables. “Quitar a los poderosos de sus tronos y ensalzar a los humildes” es la dinámica del MAGNÍFICAT.

De esta manera entendemos, como Samia Nkrumah (ministro en su país) ha dicho, que es un derecho de los pueblos africanos que puedan controlar su economía en beneficio de los propios pueblos de África y pueden encontrar el camino hacia el Pan- africanismo.

Establecer en el mismo nivel significa llenar los valles y el abismo de la corrupción en las listas del gobierno; significa también reconocer que el camino de la democracia africana debe ser autónomo y nuevo, y no según las formas europeas. Sin duda será un camino con luces y sombras, de gobiernos corruptos y dictatoriales; pero incluso el fracaso de los líderes africanos no debe frenar la comprensión de los ciudadanos, con el fin de establecer un mejor nivel en sus directrices políticas, para que estas no estén centradas en el lucro personal y forme agentes de trasformación social, como dijo Efrem Tresoldi (Nigrizia), citando a Pierli.

Nivelación significa también derribar las montañas de las enemistades y los odios, las montañas de las guerras internas y de la acumulación de armas, como Maurice Simoncelli (Archivio Disarmo) ha demostrado; “Siempre buscando la manera nivelada de la paz y la estabilidad”, según la observación de Alfred Mantica (Intervenciones de Italia en África). El resultado será que las Áfricas en plural, hacia las que se dirige nuestro caminar, son el África de la justicia, el África de la paz, el África de la salvaguardia de la creación, el África de los derechos.

Pero “Plan” [considerando otro significado de la palabra italiana] nos recuerda también que es mejor proceder “poco a poco”. Los que conocen las cartas escritas por Comboni deben recordar que él solía decir: “Sí, muchos misioneros tienen prisa; pero tú sin embargo ve despacio”. Exaltación de la lentitud (!), si esto significa “ser paciente, perseverante, en escucha y discernimiento, caminar juntos sin dejar a nadie atrás”. Significa, entonces, un plan incluyente y participativo eclesiológicamente, con un perfil femenino, también, como la hermana Luzia Premoli (superiora general de las Hermanas Combonianas) dijo junto con la hermana Elisa Kidane (Comboni Fem); un plan que se está poniendo en práctica en las pequeñas comunidades cristianas, como tarjeta. Nos comentó Petrer Turkson.

Desde muchas partes se ha señalado la importancia de la información histórica con el fin de superar las heridas de discriminaciones pasadas y de las guerras civiles más o menos recientes. Todos los países y continentes han pasado por eso; pero todos nosotros nos debemos convencer unos a otros, con el fin de seguir adelante, que tenemos que hablar entre nosotros y buscar juntos una purificación de la memoria y de la historia, si no co-participada, al menos incluyendo los diferentes puntos de punto de vista.

La paciencia y el discernimiento son necesarios, y no una simplificación superficial.

Paciencia = ir despacio. También como una Iglesia que reconcilia y vive como familia de Dios, tenemos la tarea de preguntarnos acerca de la historia de salvación que está evolucionando en la actualidad de Dios y acerca de las responsabilidades a las que estamos llamados.

La segunda palabra es “CORAZÓN”. El Corazón de Cristo. El corazón tiene dos movimientos fundamentales: la sístole y la diástole.

En el Corazón de Cristo estos dos movimientos son encarnación y escatología.

Por un lado, la encarnación. El Evangelio penetra y se hace carne en todas las culturas de hoy con el fin de hacer que florezcan la liberación y la salvación. El Evangelio penetra y se hace carne inculturada tomando sobre sí mismo la complejidad cultural en el pluralismo de identidades cambiantes. Hoy, el Evangelio tiene un rostro mestizo.

Esta encarnación, entonces, puede descubrir, aceptar, dar el valor debido, como ha dicho el (teólogo) Martin N’Kafu, a todos los signos de los tiempos, dondequiera que se encuentren. Sólo así tendremos una teología africana, no porque ha sido reelaborado en África, sino porque puede recoger en sí misma y hacer florecer todas las semillas de la Palabra propagada en las culturas y las religiones africanas, sin excluir a elementos culturales, geográficos o humanos.

Esta encarnación, como nos ha dicho Cécile Kyengue (miembro de un Parlament europeo), busca la primacía de la vida y por lo tanto se opone y lucha contra el tráfico de cualquier ser humano y contra la nueva esclavitud, es decir, contra los horizontes de la violencia y la muerte en la que es el propio Cristo que es maltratado y asesinado.

En esta inculturación, paso a paso con la encarnación, un gran papel y una gran responsabilidad se ponen en los medios modernos de comunicación, en la televisión y la prensa. Los padres Jules Albanese y Fabrizio Colombo han subrayado este aspecto, junto con los invitados de la mesa redonda.

Por lo tanto un crecimiento positivo de la comunicación en África, considerando juntos digital y papel, tiene lugar en Internet, haciendo siempre visible y transparente el lado positivo que está creciendo en ella, como “La Perla”, definida por sr. Elisa Kidane, en el profundo respeto de la persona. El asunto no es sólo dar voz a los que no tienen voz, sino tal vez, parar de dar voz a los que ya tienen demasiada. Por tanto, la tarea es descolonizar la forma de ver también en las revistas Combonianas.

Pero al lado del primer movimiento, el Corazón de Cristo tiene el movimiento de la escatología, es decir, la capacidad de separarse uno mismo de cualquier injusticia, cualquier ídolo, cualquier horizonte limitado de este mundo. Todos nosotros, los cristianos, de cualquier continente al que pertenecemos, somos extranjeros en este mundo, “estamos en el mundo, pero no pertenecemos al mundo”.

François Kamkindi dijo: “Me siento en casa en muchos lugares”: Esto es bueno, pero puedo decir más “El reino del cual somos ciudadanos, nuestra verdadera patria, no es de este mundo”.

Concluyo con un dicho del siglo 12, de un gran místico, Hugh de San Víctor: “El que halla dulce su país, no es más que un tierno principiante. Para el que toda la tierra es la propia tierra, ya es una persona fuerte”.

“Pero la única persona perfecta es aquella para la que el mundo entero es un país extranjero”. ¡Tomé esta frase de un autor búlgaro que vivía en Francia, que a su vez la tomó prestada de Eduard Said, un palestino que vive en EE.UU., quien, a su vez, la tomó de un autor alemán exiliado en Turquía!”

Fulvio De Giorgi.