Laicos Misioneros Combonianos

Algo termina, algo nuevo comienza…

EwaNuestros niños acaban de terminar su periodo de vacaciones. Que fue inusualmente largo – 3 meses. La razón de esto fue la elección del nuevo presidente de Uganda, que se realizó en 18 de febrero de 2016. Afortunadamente todo ha estado en calma, y ​​no hubo problemas mayores. En menos de 3 semanas estaré en Polonia de nuevo. Bueno, algo termina, algo nuevo comienza…

Durante la temporada de vacaciones, pasé más tiempo con los niños más pequeños, que tienen algunos problemas en la escuela. Era una especie de clases de recuperación. Después de la renovación, las clases que estaban en el comedor se han cambiado a la habitación de estudio 🙂 . Pasamos mucho tiempo allí, para aprender, pero también para divertirnos. Pintamos, creamos cosas de plastilina, coloreamos y recortamos – en Polonia es algo habitual, pero para mis niños en Uganda siempre es algo especial y nuevo. A pesar de trabajar en la administración, aquí también hago funciones entre el servicio de niñera y trabajadora social. Durante todo este tiempo que he estado aquí he ido descubriendo que este es el mejor lugar para mí, es increíble y sorprendente al mismo tiempo, porque nunca fue algo de lo que quería hacer. La misión enseña a obedecer y participar en los lugares donde es necesario, no en los lugares donde uno cree que debería estar. A veces nuestra imaginación no encaja con la realidad; nuestro punto de vista es diferente a la realidad y a las verdaderas necesidades del mundo. Descubrimos que nuestras verdaderas necesidades son – el tiempo, la oración y la más importante la apertura al Espíritu Santo. Necesitamos todas ellas para descubrir lo que Dios quiere de nosotros en este lugar en particular. No puedo decir que lo sé completamente, pero lo sigo buscando todo el tiempo. Estoy empezando a entender por qué fui enviada aquí. Ahora, cuando termina mi periodo misionero de 2 años, sé que voy a volver aquí, con mis niños, a St. Jude.

EwaSt. Jude es no sólo los niños, sino también las personas que trabajan aquí. Niñeras, cuidadoras- con las que paso mucho tiempo. Al comienzo de mi servicio misionero, estaba dedicada a la gestión de todos los empleados, lo cual era muy difícil, ya que era la persona más joven aquí, y debía convertirme en supervisora. Se suponía que debía comprobar y evaluar. No era una situación cómoda, porque llegué aquí para ayudar, no para controlar. Sin embargo, como he mencionado antes – la misión enseña humildad, y también te ayuda a comprender y entender la visión sobre una misma, tus conocimientos y comportamientos. Tengo que admitir que, a veces, las cosas más fáciles terminaron con un malentendido. La forma de ser, de hablar, los gestos fueron interpretados incorrectamente. Afortunadamente, hemos aprendido unos de otros con el tiempo.

La misión es también comunidad, muy extraordinaria en mi caso. Nos enviaron a lugar totalmente nuevo y creamos una comunidad en Gulu, como había en Matany, donde fue Danusia (otra LMC). Éramos cuatro, muchachas jóvenes sin experiencia – tres polacas y una española. Todo este tiempo rezando, hablando, descansando, pero también discutiendo y con malentendidos – ha sido precioso e intenso. Lo que siempre nos unió fue la misión, la gente, y sobre todo la oración. Cada una de nosotras es una imagen diferente de Dios, pero con la misma fe y con un gran corazón abierto.

En nombre de mi comunidad y de mí misma, me gustaría darles las gracias a todos ustedes, por cada pequeño gesto, postales, mensajes de correo electrónico. En nombre de mis niños, me gustaría dar las gracias por todo el apoyo financiero – gracias a él nuestros niños tienen nuevos uniformes, mejor comida, hemos sido capaces de examinar su salud y… coloreamos su mundo. Pero, sobre todo, me gustaría dar las gracias por cada oración, cada pensamiento sobre nosotras – sin vosotros, no estaríamos aquí.

Ewa

Ewa Maziarz, LMC

Reunión Consejos Generales de la Familia Comboniana

ConsejosFCEl pasado fin de semana nos reunimos en Carraia (en casa de las misioneras seculares) los Consejos Generales de la Familia Comboniana.

Como cada año este encuentro nos ayuda a estar cercanos y atentos a las novedades que cada una de las ramas vamos teniendo.

La mañana, tras un rato de oración conjunto, la dedicamos a compartir estas novedades.

Las misioneras combonianas nos explicaron su caminar y en especial los pasos que están dando para preparar el capítulo de este año, así como la reorganización del instituto atendiendo a las nuevas realidades. Preparan el capítulo con un primer momento de experiencia en una realidad concreta y desafiante en cada comunidad del cual parta la reflexión y el compartir. Buscando orientar el instituto hacia presencias verdaderamente significativas, sabiendo que todo no es abarcable.

Las misioneras seculares nos contaron su camino desde la pasada asamblea y los desafíos que van surgiendo. La importancia de reapropiarse de su propia historia y vivencia del carisma, siendo fieles en el día a día a la vocación que debe seguir creciendo y procurando mantener un espíritu de colaboración con otros institutos seculares y con el resto de la Familia comboniana.

Este año el nuevo consejo general de los MCCJ nos contó su camino de preparación y realización del capítulo general, recogiendo las reflexiones surgidas en cada provincia y de cada hermano. La inspiración que han tenido en el magisterio del Papa Francisco. Y los ejes centrales que han salido sobre la Misión, la Persona y la Reestructuración del instituto.

Por nuestra parte, los LMC explicamos los grandes retos que estamos intentando llevar adelante. En especial el procurar el fortalecimiento de cada grupo y de la familia LMC en general, el trabajo con cada grupo y a nivel continental, la importancia de la comunicación, la formación o la economía, para finalizar con la apuesta por la Familia Comboniana y el desafío que desde el carisma se nos presenta a la hora de colaborar y testimoniar nuestro ser misionero.

Posteriormente, en la tarde, tuvimos un tiempo de reflexión conjunta sobre la misericordia en la vida y misión de San Daniel Comboni a partir de un texto del padre Carmelo Casile. Un tiempo rico para compartir, que también nos ayudó a pensar como familia.

La jornada finalizó con la celebración conjunta de la eucaristía y la cena en un ambiente de cordialidad. En Carraia nos sentimos muy acogido por las misioneras seculares y disfrutando del buen ambiente que caracteriza estos encuentros.

Un saludo

¡Porque para Dios nada es imposible!

CLM EthiopiaUno de mis principales apostolados es el trabajo de fisioterapeuta en la casa de la Madre Teresa. Allí, hace algún tiempo las hermanas me pidieron visitar uno de sus pacientes – Addisu – joven que con cáncer de hueso. La madre de Addisu murió de cáncer, su hermana también. Él cayó enfermo hace un año y medio, pero como provenía de una familia pobre no tenían dinero para el tratamiento. Finalmente, llegó a una de las clínicas misioneras en un pueblo que dista aproximadamente 100 km de Awassa. Lamentablemente allí no le pudieron ayudar demasiado, ya era demasiado tarde para cualquier tratamiento, por lo que le enviaron la casa de la Madre Teresa en Awassa. Al llegar aquí se encontraba en un estado psicológico terrible, realmente con un gran sufrimiento a causa del dolor, pero también por el miedo a la muerte. Pero cuando lo conocí no podía creer que era el mismo chico. Estaba tan alegre, sonriente, tranquilo. Aunque a veces su cara mostrara alguna mueca de dolor (que debe ser inimaginable, la pierna en la que atacó el cáncer se ve horrible… y tampoco hay los medicamentos fuertes que se utilizan para los pacientes en cuidados paliativos), en un momento la sonrisa y deseo de hablar regresaron. Cuando le pregunté al chico cuál era su mayor sueño en el que yo le pudiera ayudar a cumplir, me dijo que lo que más deseaba ahora era el bautismo. Para mí fue una respuesta sorprendente. Pero al mismo tiempo todo quedó claro -que la paz de su corazón, esta alegría a pesar del sufrimiento… Es todo gracias a Dios, el Dios que lo rodeaba con tanto amor y paz en este difícil momento.

Desde que conocí Addisu, he empezado a rezar por él mucho y también a pedir las oraciones de todos mis amigos. ¡Y así podríamos experimentar cuan poderosa es la oración!

CLM EthiopiaExistía la posibilidad de consultar con otros médicos y ellos encontraron que las lesiones pulmonares no eran metástasis del cáncer y que no era demasiado tarde para una amputación, ¡lo que podría salvar su vida! En una de nuestras reuniones de Bible Fellowship (donde siempre tenemos una oración por diferentes cuestiones) he mencionado la situación de Addisu y resultó que el marido de una de los miembros de nuestro grupo ¡es cirujano! ¡Y es uno de las mejores en Awassa! Entonces pude comprender cómo Dios comienza a trabajar y conectar todos los puzles. Tuvimos cita con el médico en muy poco tiempo (porque el sufrimiento de Addisu comenzó a aumentar por la propagación de la infección de la herida en la pierna) y ¡al día siguiente lo operaron! ¡Addisu es tan increíble! Y la oración, probablemente, le dio tanta paz que cuando se lo llevaban a la sala de operaciones, no mostró ningún signo de miedo o tristeza por perder su pierna sino que irradiaba alegría. Porque ¡él va a vivir! Después de unos días, le dieron de alta en el hospital y ahora trabajamos intensamente con la fisioterapia con el fin de hacerle caminar de nuevo. Y también otro milagro en toda esta situación es el padre de Addisu, que tras la muerte de su esposa e hija, y viendo a su hijo moribundo se separó completamente del chico… Era demasiado para él ver otro miembro de la familia morir de cáncer y sin poder hacer nada al respecto. Trató de olvidar la tristeza y el dolor en el alcohol… Pero ahora, cuando vio que su hijo iba a vivir, vino a Awassa y cuida de él ¡tan bien! ¡Es tan hermoso! Dios sana no sólo el cuerpo del niño, sino también su relación con el padre… Aunque se sabe que aún queda mucho por delante, así que ¡continuemos rezando!

Madzia Plekan LMC en Awassa Etiopia

“Nzapa a ga na é”!

PapaEl 29 de noviembre, domingo, a las 10, vimos pasar el avión de Alitalia, llevando al Santo Padre.

Nosotros no fuimos a recibirlo, como muchas personas lo hicieron a lo largo de la carretera entre el aeropuerto y el centro de la ciudad… sólo partimos para la Catedral de Bangui alrededor de las 14hs, la misa fue programada para el 17. Llegamos temprano, no tuvimos que esperar mucho tiempo para entrar y se nos dio un buen lugar desde el que se podía ver bien a Su Santidad. Esta misa era para: obispos, sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos que trabajan en las parroquias. Varias veces durante la homilía, la gente le interrumpió para aplaudirlo. Como teníamos cinco invitaciones más, pudimos llevarnos cinco peregrinos de nuestra parroquia. El resto fueron cerca de la Catedral, donde asistieron a la misa transmitida a través de una pantalla gigante y donde permanecieron durante la vigilia de oración que duró toda la noche, con momentos de oración por la paz, confesiones y muchas canciones. “No a la venganza, la violencia y el odio“.

rcaA las cinco de la mañana, la gente comenzó dirigiéndose hacia el estadio para asistir a la misa celebrada por el Papa Francisco. Llegamos alrededor de las siete y ya había un montón de gente en las gradas.

En ese momento el Papa estaba de visita en la Mezquita Central de Bangui, el punto culminante de su visita. Debido al clima de odio que existe en el país entre los musulmanes y los no musulmanes se temía que este momento fuese cancelado, gracias a Dios no lo fue! Palabras del Santo Padre: “Todos somos hermanos“, “Hacer todo lo posible para lograr la paz. Trabajad, rezad, pero recuerda que no hay paz sin amor, amistad y tolerancia“. El portavoz de los musulmanes desplazados del Km 5, dijo: “Estamos encantados de recibir al Papa. No está aquí sólo para los cristianos, es un servidor, un enviado de Dios para todos los Centroafricanos“.

Según nos dijo François que trabaja en la ONU, el Papa Francisco después de los discursos oficiales, se quitó los zapatos, cruzó la mezquita y se fue a orar en el lugar donde los musulmanes rezan. Dijo que todo el mundo estaba muy sorprendido y emocionado porque esto no estaba previsto en el Protocolo. Como muestra de agradecimiento a un grupo de jóvenes musulmanes en moto, “apartó del sitio” a la Minusca (cascos azules) y escoltó al Santo Padre al estadio.

rcaEn la homilía de la misa en el estadio el Papa volvió a hablar del Perdón, la Reconciliación, la Paz y el “Pasar hacia el otro lado” (“Passons a l’autre rive”), porque “Sin perdón no hay paz”. “¡No a la venganza, a la violencia y al odio!”

En la calle la gente, feliz decía: “Dios vino a nosotros!” ” Nzapa a ga na é!”

Esperemos que después de la visita del Padre Santo la Paz permanezca en esta tierra y este pueblo tan sufrido tenga vida y vida en abundancia.

rca

Desde RCA

Un abrazo misionero

Augusta y Elia (LMC)

Peregrinando camino a Bangui para la visita del Papa

JesusEl día 25 de noviembre se inició la peregrinación a pie de los fieles de nuestra parroquia, desde Mongoumba a Bangui para participar en las ceremonias de la visita papal. Éramos cuatro grupos de 18 personas, una de ellas compuesta sólo por pigmeos recientemente bautizados.

Nos poníamos en marcha cada el día sobre las 2.30hs de la mañana con un papilla de arroz bien azucarada, para que todo el mundo pudiera tener energía para caminar. Iniciábamos con la oración, y luego todos en marcha, cantando hermosas canciones en Sango.

Cada día se cubrían aproximadamente 30kms, con alegría, a pesar de las “ampollas” en los pies…

Cuando se llegaba al lugar previsto para pasar la noche, se almorzaba y por la tarde, después de un merecido descanso, se hacía una catequesis sobre el tema del día, seguido de la Eucaristía.

Los temas presentados fueron: “Reconciliación”, “Laudato Si”, “La alegría de Evangelio” y “Bienaventurados los pacificadores”, temas interesantes que los peregrinos apreciaron mucho. En cada catequesis se distribuía a cada peregrino una cinta simbólica del tema: violeta, verde, roja y blanca.

Al terminar la misa se cenaba aprovechando los últimos rayos de luz.

Para las 20hs todo el mundo estaba en la cama, quiero decir, a dormir en una lona tendida en la tierra, dentro o fuera de la capilla. Las comunidades en las descansamos nos acogieron cálidamente y mostraron todo su apoyo, trayendo el agua y la leña. En dos de ellas prepararon comida que llegó para más de 70 personas.

EliaElia, yo y tres cocineras (voluntarias) íbamos en coche llevando todo lo necesario para cocinar durante seis días, que finalmente resultaron ser siete.

Elia estuvo incansable, con todos los que se acercaron a ella con los pies heridos o doloridos…

La llegada a Bangui fue el sábado por la mañana. La gente en la calle se detuvo asombrado al ver a toda esta gente peregrinando, cada uno con su cruz más alta que uno mismo, y con un grupo de pigmeos muy animados en el medio. Todos de Mongoumba.

Las actividades en la casa de los Misioneros Combonianos en Bimbo, donde estábamos alojados, fueron iguales a las de los días anteriores.

Fueron cuatro días de caminata en los que nadie se rindió a pesar de la fatiga… esperamos que esta peregrinación dé frutos; conversión al Señor, en cada corazón, personas protectoras de la Tierra “golpe Sopo/bata Sesse” anunciadores alegres del Evangelio, hombres y mujeres de paz.

Un abrazo

Maria Augusta, LMC Mongoumba