El viaje hacia el conocimiento de uno mismo comenzó hace unos 2 años cuando escuché por primera vez la palabra Eneagrama. Por una razón u otra había sido tan esquivo hasta que el fin de semana largo del 19 al 22 de octubre de 2023 se presentó una buena oportunidad para esta magia de conocerse a uno mismo.
Inusualmente llegamos temprano desde diferentes partes del país para congregarnos en el Centro de Retiro San José a cargo de los Evangelizadores Contemplativos del Corazón de Cristo un lugar propicio para la reflexión, seminarios y retiro. Este retiro reunió a 13 LMC, 4 Misioneras Seculares Combonianas, 1 amigo y MCCJ. El primer día fue un día de preparación y de información, cuidadosamente realizado por el asesor de los LMC, el P. Maciej, preparándonos para el día siguiente. Nos hicieron entender que el taller es de dos horas de intenso compromiso con sólo 30 minutos de descanso. Una buena cena nos vino bien y el tiempo de oración nocturna nos proporcionó un buen sueño.
Como el viernes era festivo en Kenia, empezamos con la misa matutina a las 6.30 y, a las 8.20, nos reunimos en la sala listos para el taller. La facilitadora comenzó el programa con una cita: “Una apariencia bella durará unas décadas, pero una personalidad bella durará toda la vida“. Explicó que el Eneagrama es un sistema topológico que clasifica la personalidad humana en nueve tipos básicos. Al principio pensé que tenía dos tipos, pero más tarde descubrí que uno era el dominante. Al profundizar en estos nueve tipos, quedó claro que todo el mundo se había identificado y alineado con uno de los tipos.
A la mayoría de nosotros nos abrió los ojos, comprendí quién soy realmente, por qué me comporto como lo hago, me hizo ser consciente de mí mismo, a partir de los testimonios, escenarios reales y ejemplos compartidos por la mayoría de nosotros. Nos hizo ser conscientes de qué posibles alas del Eneagrama podríamos pedir ayuda. Fue claro para las motivaciones, puntos ciegos y cómo también estamos conectados en esta red de la prueba de personalidad.
Esto fue un gran logro para nosotros, no sólo para el desarrollo personal, sino también para relacionarnos bien con los demás en una comunidad, nuestro entorno durante el trabajo pastoral y nuestra espiritualidad sin juzgarlos, sino caminando con ellos y acompañándolos con la máxima comprensión. Ahora nos sentimos más capacitados y responderíamos en lugar de reaccionar al prepararnos para la misión. Se cumple la cita: “Cuando tus emociones toman conciencia, tu vida adquiere poder“.
Martin Onyango, LMC