Laicos Misioneros Combonianos

Somos una gran familia

encuentro LMC diciembre 2013Durante los días 6 al 8 de diciembre los LMC de España nos reunimos en Madrid para celebrar nuestro encuentro anual de diciembre. Ha sido una alegría poder juntarnos casi todos. Y es que, sin duda, somos UNA GRAN FAMILIA. Sin más papeles que la Biblia y las ganas de dejarnos interpelar por lo que la Palabra de Dios nos suscita e interpela para nuestra vida, hemos disfrutado de unos días de encuentro, de poder compartir desde el corazón, de escuchar a los demás y de dejarnos interpelar. Gracias a todos-as por haberlo hecho posible, por las ilusiones y sueños compartidos y por las ganas de seguir caminando y de seguir apostando por la misión.

Isidro Jiménez. LMC

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Querida familia, Quería darle muchas gracias a Dios por los días que hemos podido celebrar y compartir juntos como familia LMC. Han sido unos días hermosos, llenos de ENCUENTROS Y REENCUENTROS fruto del Espíritu que sigue soñando con nosotros, del trabajo silencioso y del buen hacer. En estos días recordaba, con mucho cariño, aquella cita con la que nuestro acompañante comunitario en Arequipa recibió a nuestra comunidad: “Subió a la montaña, fue llamando a los que él quiso y se fueron con él. Nombró a doce [a quienes llamó apóstoles] para que convivieran con él y para enviarlos a predicar con poder para expulsar demonios. [Nombró, pues, a los Doce]. A Simón lo llamó Pedro; a Santiago de Zebedeo y a su hermano Juan, a quienes llamó Boanerges, que significa: Hijos del trueno; a Andrés y Felipe; a Bartolomé y Mateo; a Tomás, Santiago de Alfeo y Tadeo; a Simón el zelota y a Judas Iscariote, el que incluso le traicionó.” Mc 3, 13 – 19 ¿Cómo se le ocurrió a Jesús llamar para trabajar JUNTOS a un pescador, a un recaudador o a un celote? ¿No hubiera sido más fácil que todos hubieran sido del mismo gremio o de la misma “zona”? Y de nuevo, doy gracias a Dios, por que nos llama a todos y a cada uno por nuestro nombre y sueña con nosotros individualmente y también como comunidad, de ahí brota siempre algo nuevo, distinto y mejor. Un abrazo de adviento,

Carmen Martín. LMC

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Doy gracias por el “encuentro”, palabra que tanto se repitió en la dinámica de los globos y que se refería a nuestras expectativas de este tiempo juntos, no era la mía personal, que buscaba “apertura de corazón”, porque me sentía en este paso anterior para que sea posible el encuentro. Tenemos que dar gracias a Miquel que nos acompañó durante todo el viernes y sábado a reencontrarnos con nuestra fuente a través de la palabra de Dios, de una manera sencilla, despojándonos de lo anterior y dejándonos llevar por lo que así de primeras nos sugería y expresando cómo nos hacía sentir todo aquello. Tuvimos ocasiones para compartir expresarnos, conocernos, querernos, pedirnos lo que necesitábamos los unos de los otros, ser más comunidad, y ¡con qué gusto se ora y celebra luego! Tenemos que dar gracias a Tere, con la que pudimos hablar y nos contó de primera mano los sinvivires de República Centroafricana, también a Isabel y Gonzalo, este último tratando de recuperarse de su última desventura por Perú y ella tratando de sacar el trabajo de los dos, gracias a Xoancar también, aunque no hablamos con él. Gracias a Carmen, José y el pequeño Pablo, que se nos ha hecho mayorcito en Perú que nos hablaron desde el corazón, compartiendo con nosotros lo vivido en aquella tierra, a la que estarán eternamente unidos. Gracias a Carmen Aranda que se marcha en nuestro nombre a no sabe aún donde. Y a Palmira su compañera en este tiempo. Y a todos los LMC de otros países que Alberto siempre nos recuerda que son de los nuestros y nosotros los de ellos. Gracias a todos los que asististeis por no desistir, y a los que no fuisteis, que fuisteis pocos, mucho ánimo. Un abrazo, Fátima Verdejo. LMC

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