Los/as laicos/as de la diócesis de Nacala se reunieron el 7 de diciembre para la celebración de un retiro de adviento.
Asistieron 16 laicos de diferentes misiones de la diócesis. El retiro fue dirigido por el P. Damasceno, espiritano, presente en la misión de Itoculo.
Por la mañana después de nuestra llegada, hicimos una oración inicial reflexionando sobre el poder transformador del amor y nos invitaba a utilizarlo para cambiar lo que nos cierra sobre nosotros mismos, recordando que el adviento es un tiempo propicio para ello.
A continuación, p. Damasco nos ayudó a reflexionar sobre el Evangelio del segundo domingo de Adviento, y a ver que, después de describir los “poderes” del mundo, político y religioso, concluye con la afirmación de que la Palabra fue dirigida a Juan en el desierto. Dios revela su Palabra a los pequeños, en los lugares olvidados. ¡Por eso se nos invita a retirarnos al desierto para escuchar a Dios! El desierto es el lugar privilegiado de la relación de Dios con su pueblo. También nos propone reflexionar algunas preguntas sobre nuestra experiencia misionera, desafiándonos a revisar algunas actitudes y compromisos.
Después del almuerzo, para continuar con la reflexión, hemos elegido la playa, un lugar tranquilo y apacible, lo que nos facilitó el contacto con la naturaleza, magnífica obra de Dios. Este entorno iluminó muy bien la reflexión de la tarde, que traía la segunda lectura del 3er domingo de Adviento, el domingo de la alegría. “¡Regocijaos siempre en el Señor!”, una relación con algunos de los párrafos de la encíclica Laudato Si ‘y también algunos extractos de la vida de San Francisco de Asís.
Por la tarde, al regresar de la playa, celebramos la misa como cierre de este día, donde también, en el momento de acción de gracias, se produjo la despedida de 5 laicos que regresábamos a nuestras tierras: 3 laicas Vicentinas españolas, Cristina, Nina y Virginia, la laica comboniana portuguesa Marcia y el laico comboniano brasileño Flávio.
¡Terminamos la reunión con una cena y convivencia, en la alegría de la espera del Señor que viene!
¡Buena vivencia de Adviento para Todos!
LMC, Flavio Schmidt