“Es hora de irse, dejar la familia, los amigos, el
trabajo, la comunidad, salir de nuestra zona de confort.
Es una mezcla de felicidad y anhelo. Un latido en el corazón por dos motivos, partir
dejando una vida, pero en dirección a otra, viviendo la misión. No consigues hablar
mucho, porque no puedes identificar tus sentimientos en este momento, es una
mezcla de todos. Pero estamos seguros de lo que queremos y confiamos que todo
irá bien con Dios”.
Regimar, LMC Brasil