Laicos Misioneros Combonianos Provincia de Centro América, Guatemala
Chispuditos, es el nombre de un alimento que se da solamente a los niños inscritos en el programa, entre las edades de 6 meses a 6 años. El objetivo del alimento es aportar vitaminas y minerales necesarias para el desarrollo integral del niño, ayuda a fortalecer su sistema inmunológico, a evitar la anemia y la desnutrición. En Guatemala, existen varios lugares en donde funciona este programa, es gratuito, auspiciado por benefactores extranjeros.
¿Cómo, nosotros LMC-PCA en Guatemala, conocimos el Chispuditos?
Esta historia, narrada por Ana Cris de Camey, ahora haciendo misión en Brasil:
“En el mes de febrero, 2017, fue la primera vez que llegamos a la aldea La Salvadora, y como parte de la actividad misionera, hicimos visiteo, esto con el fin de conocer a las familias y sus necesidades, fue allí en donde nos encontramos con la Familia de María Mercedes y Walter, ella de 24 años y el de 37 años de edad. Una pareja con 7 hijos, los últimos, gemelos, niño y niña, Fabián y Tania, ellos estaban con una desnutrición severa, pálidos, sin pelo, con manchas en la cabeza y mucho salpullido, lo más impresionante fue ver que no podían sentarse y ya con un año y medio de edad.
María Mercedes, dijo que los llevaba al hospital nacional Roosevelt una vez al mes, y que estaban siendo tratados por desnutrición crónica, les daban algo de leche, pero esto no era suficiente para ellos. Sin duda una situación bastante precaria y difícil, la madre, con dificultad para alimentar a sus hijos porque su esposo no tenía trabajo, y tampoco lo buscaba. Además ella sufría de maltrato físico y verbal.
Ese mismo día, en la tarde, platicamos con la comunidad para ver la posibilidad de ayudarlos porque la situación de miseria era demasiado grande, Miriam, también LMC, comentó del programa Chispuditos que funciona en la Clínica San Daniel Comboni, dirigido por una religiosa, Hermana Sara.
Miriam habló con Hermana Sara, y nos concedieron llevar el programa de nutrición, luego varios de nosotros fuimos a capacitarnos acerca del programa y del Chispuditos para así replicarlo en la Aldea La Salvadora.
Al principio nos prestaron la balanza para pesar a los niños, y el tallímetro, para medir su estatura. Después de un tiempo y con la ayuda de la parroquia de Santa Catarina Pínula, logramos comprar el equipo para los niños de la aldea.
El 8 de julio del 2017, llevamos por primera vez el Chispuditos, ese día medimos y pesamos a 40 niños, entre los cuales había tanto niños sanos, como con desnutrición que se veían delgados y otros bastante gorditos, pero aprendimos que este era otro tipo de desnutrición.
Continuamos llegando el primer sábado de cada mes, para medir y pesar a los niños, darles el alimento Chispuditos, y acompañamiento espiritual a las madres, también enseñamos algunas recetas de comida para sustituir proteínas y ciertos alimentos que necesitan los niños para crecer.
Tania y Fabian:
Al tener 3 meses con el programa, en octubre del 2017, el gemelito Fabián falleció, fue bastante duro porque de alguna manera estábamos luchando para que estos bebes lograran salir de la desnutrición. Dijeron que de un suspiro murió. Esto sin duda se debió a la falta de energía en su cuerpo y su corazón no logro seguir latiendo. Acompañamos a María Mercedes en su tragedia, ella fue a vivir a la casa de su mamá y en varias ocasiones llevamos el Chispuditos para que Tania no dejara de tomarlo. Entre el Chispuditos, la atención, el apoyo y el cariño de su abuela y sus tíos, 2 meses después vimos la diferencia, era otra niña, ¡tenia color! ¡Era una beba morena, de pelo negro con una gran sonrisa y mucha energía! Ya se sentaba y empezaba a dar sus primeros pasos, ese día lloré muchísimo, era ver la misericordia de Dios representada en esa niña. Lastimosamente su hermano murió, pero sin duda no fue en vano. Hoy nos da mucha alegría que lleven a Tania, que sea una niña diferente, que camine y que vaya creciendo.
Como Laicos Misioneros Combonianos estamos esforzándonos mucho para que estas mujeres crezcan espiritualmente y alimenten mejor a su familia, también que los niños salgan de la desnutrición y tengan una mejor vida. Es un trabajo de muchos años pero que sabemos que hoy se empiezan a ver algunos frutos”.
Actualmente, el programa lleva funcionando en la Aldea La Salvadora, un año con ocho meses, a pesar que empezamos con 40 niños, solo tenemos 12 niños perseverantes. El pasado sábado 2 de marzo 2019, llegaron 11 niños nuevos. Estuvimos de fiesta en nuestros corazones, agradecidos con Dios por eso. Hemos ganado la confianza de la comunidad, y esperamos que estos niños nuevos perseveren, y que crezca el número de beneficiados con el Chispuditos.
“Santos y capaces, haciendo causa común con los más pobres y necesitados”
San Daniel Comboni
Lily Portillo
LMC-PCA, Guatemala