Los días 9, 10 y 11 de diciembre se llevó a cabo en Santarém, otra reunión de los Laicos Misioneros Combonianos de Portugal.
¡Con Espíritu Navideño celebramos juntos otro fin de semana grande como LMC de Portugal!
Cada encuentro comienza con una bienvenida, cálidos abrazos, con las risas y carcajadas propias de quien se reencuentra con alegría y espera ponerse al día conversando con cada miembro de esta “familia” que está creciendo en número, en el compartir y amistad.
El sábado por la mañana, después de la oración y el desayuno, comenzamos con la exposición de Rufina García sobre el tema de discusión “Los refugiados en el mundo y en Portugal”. Después de presentarnos esta realidad tan actual, nos compartió su trabajo en la Caritas de Portalegre, a modo de testimonio, de lo mucho que hay que hacer por los refugiados que huyen de una guerra, sin nada, con la esperanza de sobrevivir y encontrar paz. Siguiendo el carisma de San Daniel Comboni, y recordando el desafío que queda del encuentro europeo de los LMC, hay que estar atentos a esta crisis y actuar en consecuencia.
A continuación, se nos pidió ponernos en el lugar de un refugiado de uno de los diversos continentes, y construir un árbol de Navidad con nuestros deseos/sueños. Sólo aprendiendo a ponernos en el lugar del “otro” podemos empezar a sentir un poco de su dolor y despertarnos al problema de los refugiados.
A continuación recibimos el testimonio de un par de refugiados paquistaníes, Nadia y Milam. Nos contaron algunas de las muchas dificultades que atravesaron y atraviesan. Nadia llegó hace cerca de un año, gracias al esfuerzo y compromiso de Cáritas, pero no habla portugués, ya que no ha sido posible hacer uso del derecho a la enseñanza de idiomas. Milam, en este momento en paro y conductor de profesión, llegó a Portugal hace cuatro años, después de seis largos meses de viaje. Su mayor deseo es adquirir el carnet de conducir en Portugal para poder obtener un trabajo.
El sábado por la tarde tuvimos diversas actividades sensibilizándonos de las diferencias de poder económico entre los diferentes continentes. ¡Estas desigualdades son abismales! Por último, fuimos invitados a ir al encuentro del “amor” con un período de tiempo para la reflexión y la oración individual.
Por la noche tuvimos un rato de convivencia en unión con otros laicos no presentes, como Marisa, con la que hablamos largamente a través de Skype. Con espíritu Navideño hicimos el intercambio de pequeños regalos y buenos deseos.
El domingo se nos unieron varios familiares y amigos para la celebración de la Eucaristía. Después pudimos escuchar el testimonio de la LMC Elia, recientemente llegada de la República Centroafricana, donde estuvo cinco años de misión.
El tema fue: “Navidad en la Misión”. El compartir de Elia, con su sencillez y autenticidad, fue maravillosa y enriquecedora, sobre todo para nosotros los candidatos que no hemos tenido experiencias de misión. Otros laicos se unieron para compartir otras experiencias breves de sus Navidades vividas en la misión, en la pobreza, pero con el verdadero significado de la Navidad, sin el materialismo, el consumismo o las distracciones de los que en los países occidentales es imposible escapar. Era visible en cada uno de nosotros, un gran deseo de continuar haciendo este camino de formación y de compartir. A ejemplo de María, madre de Jesús, coloquemos toda nuestra confianza en el Señor.
¡Os deseamos continuación de un buen Adviento a todos! ¡Acojamos a Jesús que vendrá, quién sabe, en la persona de un refugiado!
Por: Gloria Rocha