Laicos Misioneros Combonianos

Damos la bienvenida al nuevo papa León XIV

papa Leon XIV

¡La paz sea con todos ustedes! Este fue el primer saludo de Jesús resucitado. El buen pastor que ha dado la vida por el pueblo de Dios”.

Así ha comenzado el nuevo Papa León XIV su primer saludo al ser elegido.

Misionero Agustino, hijo de migrantes, estadounidense de nacimiento y peruano de adopción, que por doce años ejerció como prior general de los agustinos y que ha estado de misionero en Perú por 18 años.

En estos días se hablará mucho de su pasado, intentarán averiguar su estilo, sus inclinaciones, se debatirá sobre si es más conservador o progresista…

Por sus frutos lo conoceréis (Mt 7,16)

Rezamos por él y por su nueva misión, tan importante para toda la iglesia y para todo el mundo.

Pero no solo queremos acompañarle con nuestra oración sino hacernos corresponsables. La Iglesia ha estado en oración para que el Espíritu Santo nos acompañe en esto momentos y nos ayude a caminar siguiendo los pasos de Jesús y ayudando en las necesidades del mundo.

Esta no es solo tarea del papa, sino de todos y cada uno de nosotros cristianos. Somos nosotros y nosotras las que estamos llamados a ser fieles al Evangelio. Si queremos una Iglesia cercana a los que sufren, de vida sencilla, de esperanza profunda que pueda transmitir la paz que el Señor resucitado quiere para todos, … Si queremos que sea una mano amiga que consuela y ayuda en los momentos difíciles, la compañera incansable que alienta en la lucha por un mundo más justo y humano para todos, que cree puentes para que la guerra o la violencia no sea nunca la solución a los conflictos, que ayude a entender la riqueza del que es diferente y ahuyente el miedo a lo desconocido o al que viene de otro país, de otra cultura o que profesa otra fe. Si buscamos un mundo sin tantas desigualdades donde sepamos compartir las riquezas, más que suficientes para todos pero que muchas veces se acaparan por pocos y provocan dificultad en muchos… Si queremos cuidar la tierra, nuestra casa común, que es préstamo de las futuras generaciones y que sea un lugar donde disfrutar de las maravillas que Dios nos ha regalado…. Si queremos una Iglesia digna del mismísimo Espíritu Santo, nos toca a todos discernir la responsabilidad que tenemos. Nos toca a cada uno en lo personal dar un paso al frente. Nos toca como comunidad ayudarnos, confortarnos, cuestionarnos, fortalecernos y caminar porque juntos encontramos a Dios que se hace presente entre nosotros.

Rezamos por el nuevo papa y por cada uno de nosotros cristianos llamados a servir al mundo y a seguir las huellas de Jesús Resucitado que nos precede, que sigue abriendo caminos, acompañando y viviendo en las periferias, cercano a quien lo necesita y fiel hasta el último suspiro.

Primeras palabras de nuevo Papa León XIV

Os dejamos su primer mensaje traducido:

¡La paz sea con ustedes! Queridísimos hermanos y hermanas, este fue el primer saludo de Cristo resucitado, el buen pastor que dio su vida por el rebaño de Dios. Yo también quisiera que este saludo de paz entrara en los corazones de ustedes, llegara a sus familias y a todas las personas, dondequiera que estén; y a todos los pueblos y a toda la Tierra: la paz sea con ustedes.

Esta es la paz de Cristo resucitado, una paz desarmante, humilde y preservadora. Proviene de Dios. Dios, que nos ama a todos, sin límites ni condiciones. Mantengamos en nuestros oídos la voz débil, pero siempre valiente, del papa Francisco, que bendijo a Roma, el papa que bendijo a Roma y al mundo aquel día, en la mañana de Pascua.

Permítanme que continúe con esa misma bendición. Dios nos ama, a todos nosotros, el mal no prevalecerá. Todos estamos en las manos de Dios. Sin miedo, unidos, de la mano de Dios y entre nosotros, vamos a seguir adelante. Somos discípulos de Cristo, Cristo va delante de nosotros, y el mundo necesita su luz. La humanidad lo necesita como un puente para llegar a Dios y a su amor. Ayúdanos a construir puentes con el diálogo y el encuentro para que todos seamos un solo pueblo siempre en paz.

¡Gracias, papa Francisco!

Gracias a mis hermanos cardenales que me eligieron para ser el sucesor de Pedro y caminar junto a ustedes como una Iglesia unida buscando todos juntos la paz y la justicia, trabajando juntos como mujeres y hombres, fieles a Jesucristo sin miedo, anunciando a Cristo, para ser misioneros, fieles al Evangelio.

Soy hijo de San Agustín, soy agustino. Él dijo: “Con ustedes soy cristiano, para vosotros obispo”. Que caminemos todos juntos hacia esa patria que Dios nos ha preparado.

A la Iglesia de Roma, un saludo especial: tenemos que buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, tendiendo puentes, dialogando, siempre abierta a recibir con los brazos abiertos a todos, como esta plaza, abierta a todos, a quien necesite de nuestra caridad, de nuestra presencia, del diálogo, del amor.

Y si me permiten también una palabra, un saludo, a todos aquellos, y en modo particular a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe, y ha dado tanto tanto, para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo.

A todos ustedes hermanos y hermanas de Roma, de Italia, de todo el mundo, queremos ser una Iglesia sinodal, caminando y buscando siempre la paz, la caridad, la cercanía, especialmente con quienes sufren.

Hoy es el día de la Súplica a la Virgen de Pompeya.

Nuestra bendita madre María siempre quiere caminar con nosotros, estar cerca de nosotros, siempre quiere ayudarnos con su intercesión y su amor. Por eso, recemos juntos por esta misión, por toda la Iglesia y por la paz en el mundo.

Pedimos esta gracia especial a María, nuestra madre.

Tras las huellas del Resucitado

Resucitado

Pues sí, a veces vemos a personas como nosotros y no nos podemos imaginar la vida que tienen detrás. En Cáritas atendemos a mucha gente, casi a “todos” los que llegan esperando soluciones inmediatas, comida, ayuda, consuelo, o lo que sea. Cuando vienen muchos corres el riesgo de no “ver” a la persona, sino al número, de no ver por dónde han pasado, ni lo que han vivido, sino “lo que piden”.

Se presentan historias de familias, de chicos que vienen solos, de mujeres con hijos…

Vienen a España heridos y con expectativas. Algunos por decisión y otros empujados por los conflictos que los echan de tierras, de casas y del abrazo de sus familias. Cuando escuchas historias que no te imaginas ni en una película, te das cuenta de lo grande que es el mundo y de la maldad humana, pero también de lo que necesitamos a Dios, y tener una mente y un corazón dispuestos.

En medio de ese acompañamiento, a veces en el desahogo se verbaliza estar “peleado con Dios”, “¡cómo un Dios bueno, ha permitido que yo haya sufrido tanto!”. “¿Dónde estaba Dios cuando he estado amenazado de muerte?” “¿Dónde estaba Dios cuando me han echado de mi casa y robado todo lo que tenía?”

Me ha pasado…por inspiración, estar en la oficina y se me ocurre invitar a una de estas personas heridas a participar de la Pascua en la parroquia. Un Triduo vivido en Comunidad. No dice que no, pero no estaba segura de que vendría. Tiene la valentía de hacerlo. Se sienta en el último banco de la iglesia, como queriendo ver pero de lejos, cerca de la puerta. Yo respeto la distancia, y el espacio, pero estoy atenta.

Jueves Santo. Se emociona y dice haber estado tranquila, después de seis años sin pisar una iglesia. Le ha gustado, ha sentido paz. Dice que sus problemas se han quedado por un momento en la puerta, se ha parado todo. Lleva meses medicándose para poder dormir, dice que ha respirado.

Viernes Santo. En la cruz se clavan todas las noticias que hablan de los Cristos que se siguen crucificando cada día. Y se responde a su famosa pregunta “¿Dónde está Dios?” y resulta que Dios está sufriendo al lado de cada persona, y lo que nos toca preguntar es ¿dónde están los hombres y mujeres de buena voluntad para acercar la caricia y el consuelo de Dios a los que están desesperados?”

Sale muy tocada de esta celebración, dice que ha sentido que lo que ha pasado en la iglesia “era verdad”… pero que necesita tiempo para digerir y entender. Necesita tanto tiempo, que no da el salto para participar del Sábado, de la fiesta de la Resurrección.

Me ha dado las gracias por invitarla, a través del móvil. Dice que duerme mejor, que se siente mejor. Quiero pensar que la puerta de la reconciliación se está abriendo, y en ese camino, en esa experiencia ojalá se encuentre pronto con el resucitado que no abandona nunca, que siempre sostiene, que nos ama con locura.

Seguiremos acompañando despacio y atentos.

Carmen Aranda, LMC España

Celebración de Pascua de los LMC en Kenia

LMC Kenia Pascua

Nuestra celebración de Pascua fue increíble. La celebración tuvo lugar en la comunidad internacional de Kitelakapel. Nos acompañaron otros miembros y candidatos de los LMC de Nairobi

El Jueves Santo

Comenzamos el día dando la bienvenida a nuestros miembros y candidatos de los LMC de Nairobi a la comunidad de Kitelakapel, fue un momento de construcción de comunidad entre nosotros compartiendo responsabilidades

Por la tarde tuvimos el privilegio de mostrar nuestro aprecio y gratitud celebrando a nuestro asesor el P. Maciej en el día del sacerdote

Durante la tarde en el Triduo Santo, tuvimos momentos de compartir nuestros testimonios y vocaciones con la comunidad local

El Viernes Santo

Nos unimos a la comunidad local en oración y cantando durante el vía crucis.

Después continuamos construyendo y comprometiéndonos en nuestra comunidad compartiendo tareas, comiendo juntos y rezando juntos

El Sábado Santo

Tuvimos catequesis bíblica con el Padre Maciej, un pequeño retiro donde reflexionamos sobre la Palabra de Dios y la oración y después, compartimos nuestras reflexiones individuales.

Por la tarde nos unimos a la comunidad local para celebrar el Sábado Santo donde participamos en la liturgia

También aprovechamos ese momento para dar la bienvenida a dos de nuestros nuevos miembros al grupo, Gabriel y Anastasia

Domingo de Resurrección

Fue un día lleno de alegría y esperanza porque nuestro Señor Jesucristo ha resucitado de entre los muertos. Nos unimos a la comunidad local durante la misa donde participamos en la liturgia y en la escuela dominical con los niños.

El lunes falleció nuestro querido papa Francisco. Rezamos por su eterno descanso y por toda nuestra iglesia católica. Estemos unidos en la oración.

Belinda Awino, LMC Kenia

Campo misión 2025 jubileo de la esperanza Metlatonoc, gro. México

LMC Mexico

Una vivencia con esperanza en común de los LMC que participaron del Campo Misión de Semana Santa en la Parroquia de San Miguel Arcángel, descubrir cómo nos recibirían las personas de las colonias donde participamos ya que era la primera vez que tendrían LMC en las colonias de la parroquia. En nuestro pensamiento era algo complicado pero la realidad cambio nuestra visión ya que al estar ahí la experiencia fue llevadera, fructífera y de mucha enseñanza para todos. Nosotros compartimos nuestra fe desde nuestra experiencia aún con la dificultad y limitación de no conocer el idioma ni las costumbres; ellos nos abrieron su corazón, con su atención y participación; manifestaron también a cada uno de nosotros en diferentes momentos su agradecimiento.

Los obstáculos que encontramos fueron diversos, el principal era la lengua, algunos nos enfermamos, el material que llevamos, desconocer las costumbres y la cultura. Afortunadamente hay algo que nos une, la Fe que tenemos en Jesucristo vivida en esta Semana Santa 2025 año jubilar en la cual pudimos compartir con las personas dentro de una sana convivencia, temas en las colonias, procesiones, oración y eucaristía siempre con algo característico de cada día de la Semana Mayor.

Por eso como LMC creemos que debemos tener en cuenta: el sabernos escuchar, conocer sin juzgar, dejarnos enseñar por las personas que nos reciben, enriquecer nuestros valores, resaltar la riqueza que descubrimos, disponibilidad a los cambios que se puedan presentar, trabajar la obediencia y respeto a los lideres que encontramos, olvidarse de lo que te pueda distraer y vive la MISIÓN, sobre todo sin dejar atrás el Ideal Comboniano, Evangelizando a los más pobres y abandonados, Amando nuestra Cruz sin desanimarte por las circunstancias que puedas encontrar, problemas o adversidades, recordando siempre a quien servimos y por quien estamos aquí, haciendo todo con Amor para dar Gloria a nuestro Señor Jesucristo.

Equipo de Misión LMC en la Parroquia

Tadeo, Felisa, Mariana, Beatriz LMC de México y Carol LMC de Costa Rica.