Laicos Misioneros Combonianos

Formación LMC en Ghana

GhanaDesde que el Consejo Provincial ha asignado al P Godwin Kornu para caminar con nosotros, también hemos empezado a centrarnos en el proceso de formación. En esta línea, tenemos nuestra formación mensual en Bakpa-Avedo, una comunidad de Mafi-Kumase, la cuasi-parroquia donde reside nuestro capellán. El tema debería haber sido la fe de Comboni, pero el padre decidió hablar en primer lugar sobre la FE. El padre comenzó definiendo la Fe de cuatro maneras:

  1. La fe en algo o en alguien.
  2. Una creencia religiosa fuerte.
  3. La fe en referencia a una religión en particular.
  4. La Fe utilizada junto con adjetivos buenos o malos. Para mantener o romper la fe.

La (b) es la más cercana a nuestra situación, dijo el Rev. P. Dijo que la fe es un don de Dios y Él es el iniciador. Tener fe en Dios es entregarse a Él. La fidelidad de Dios despierta la fe. El que cree esperará activamente y la Esperanza nos debe dar alegría. Nuestra alegría no debe ser circunstancial, sino que debe tener su raíz en Dios. La fe no va en contradicción con la razón, sino la fe es más alta que la razón. La fe es, dijo el padre comparando con una semilla, algo que todo el mundo tiene que desarrollar. La oración es el camino por el cual la fe puede crecer. Pero mientras rezamos, debemos tener en cuenta que nuestra oración no puede cambiar el plan de Dios para nosotros, sino que nos prepara para recibir lo que Dios tiene para nosotros.

Después de esta presentación, discutimos algunos pocos temas. Acordamos todos los miembros en crear una Pequeña Comunidad Cristiana (SCC) en nuestros diversos lugares, como una forma de nuestro compromiso. A través de ella, podemos llevar a cabo algunas de nuestras actividades como la evangelización, la animación misionera, la promoción Vocación y los temas de JPIC. También decidimos mostrar nuestra cercanía, “causa común” con dos de nuestros miembros que han tenido accidentes. El 09 de mayo fue al finalmente acordado para nuestra próxima reunión en Abor, en nuestro Centro LMC. Después de esto, hemos tenido el ágape.

Justin Nougnui, coordinador.

Visita a Italia

ItaliaEl pasado fin de semana tuve la oportunidad de participar a la reunión de coordinación de los LMC de Italia en Florencia.

Agradezco mucho la invitación de los LMC de Italia para compartir este tiempo juntos. Fue muy interesante conocer con mayor profundidad la realidad de los diferentes grupos que se encuentran por toda Italia. Cada uno con una particularidad y un camino propio. Una realidad muy ligada a cada lugar concreto y expresada de manera particular por cada grupo. La riqueza del carisma de Comboni es indudable, y en Italia se puede ver en la forma en la que los laicos intentan mantenerse fieles a esta vocación. Algunos grupos con mucho compromiso a nivel social, trabajando en temas de JPIC como la inmigración (que es noticia en los medios estos días por las desgracias en el Mediterráneo), sensibilizando en las escuelas y con tareas de animación misionera en parroquias y centros de la zona, trabajando fuertemente la presencia como comunidad de vida laical, con experiencia concretas y nuevos proyectos por abrir, manteniendo constancia en la formación en los grupos, con la oración como centro que revitaliza, etc. Tuvimos un tiempo específico para conocer cómo le van las cosas a Emma en Nova Contagem con los LMC de Brasil y la de Marco y Valentina en Piquia (también Brasil) y el apoyo que desde los diferentes grupos se les brinda.

También tuvimos un buen rato para conversar de la realidad de los LMC a nivel internacional, para que pudiese informar y para intercambiar puntos de vista. Les anime mucho para que nos comunicaran en el blog internacional lo que cada grupo iba haciendo. Algo que siempre hago en los grupos. Hay tanta riqueza que es una pena que los demás no la conozcan y al intercambiarla podamos todos crecer.

Creo que Italia tiene un bonito camino a recorrer para crear sinergias. Comenzando con los diferentes grupos dentro del país y claro está en coordinación con los LMC a nivel internacional. Somos una gran red desde donde podemos colaborar por un mundo más justo, más humano, más divino… atendiendo a los problemas de los hombres y mujeres de nuestro tiempo desde los 20 países donde estamos presentes, intercambiando ideas, experiencias, contactos, apoyo. Pero por encima de esto somos una gran familia LMC, unidos por el mismo carisma y por aquella intuición de Comboni de que «esta obra (la misión) debe ser católica, y no específicamente española o francesa, alemana o italiana». Comboni nos anima a seguir trabajando en común, no buscando uniformidad sino sinergia, compromiso, colaboración, ayuda fraterna para llevar adelante la llamada de Jesús a la misión. Una familia donde preocuparnos y apoyarnos los unos a los otros por el bien de la gente.

Además de la reunión también tuve un tiempo para visitar al grupo de Bolonia y el de Venegono. Conversar tranquilamente, compartir inquietudes. Reconozco que me sentí muy a gusto en todo momento, en familia. Lo mejor de estos viajes es sentir de cerca el calor de cada LMC, la ilusión por la misión, el compromiso de cada uno, más allá o dentro de las obligaciones laborales o/y familiares que como laicos afrontamos cada día. La fe y el seguimiento al Señor que desde cada rincón del mundo intentamos llevar día a día.

Espero que muchos otros se vayan uniendo, en todos los países del mundo, para seguir sirviendo al Señor en nuestros hermanos más pequeños y necesitados allá donde Él nos lleve.

El Pastor para el que todos somos importantes

Comentario a Jn 10, 11-18: Cuarto DOMINGO de Pascua, 26 de abril 2015
Seguimos leyendo el evangelio de Juan, esta vez, en el capítulo décimo, que nos trae la alegoría del Buen Pastor, una imagen muy significativa para los pueblos antiguos, cuya vida dependía mucho de los rebaños de ovejas, cabras y vacas. La mayoría de nosotros vive ahora en grandes ciudades y no tenemos experiencia directa de la vida de un pastor, pero me parece que la imagen sigue siendo suficientemente poderosa e inspiradora. Les ofrezco tres puntos de meditación:

P10104231.- El asalariado y el Pastor “des-centrado”
Jesús, caminando por los pueblos y ciudades de Galilea y Judea, observaba, como lo hacemos hoy nosotros en nuestros ambientes, que abundaban los “asalariados”, personas que trabajaban “sólo por la paga”, que estaban centrados sólo en sí mismos, en su dinero, en su prestigio, en su fama, sin interesarse mucho por las personas a las que deberían servir y que deambulaban “como ovejas sin pastor”: muchos políticos se preocupaban más de sí mismos que de organizar honradamente la vida social; muchos padres pensaban más en su propia “auto-realización” que en la vocación de sus hijos; muchos líderes religiosos actuaban, no según el corazón de Dios, sino como “asalariados”, más preocupados por acumular dinero, poder o prestigio que por el bien de las personas.
Frente a esa situación, Jesús, Hijo entrañable del Padre, que desde antiguo se había declarado “pastor de su pueblo” (Ezequiel 34, salmo 23), se presenta como lo que es: un pastor “des-centrado”, es decir, no centrado en sí mismo, sino en el bien de sus “ovejas”: enfermos, pecadores, discípulos…, todos hijos de su mismo Padre. Para Él las personas no son medios para alcanzar objetivos personales, religiosos o políticos. Para Él las personas son hijos amados de su Padre y no duda en dar su vida por ellos, libre y gratuitamente.

Esta reflexión me lleva a dos conclusiones para mi vida:

-Jesús esP1020272 el pastor verdadero de mi vida. Nadie más. Ciertamente cada uno de nosotros necesita a otros para vivir: amigos, padres, profesores, políticos, doctores, sacerdotes… Todos ellos son, en alguna medida, pastores de nuestra vida. Pero yo lo tengo claro: el único pastor al que entrego mi vida totalmente es Jesús; de él me dejo guiar, de él me dejo amar; en él encuentro los pastos seguros de una Palabra verdadera, de un Amor gratuito y firme. Y eso me permite mantenerme libre frente a muchos pretendidos pastores que lo que buscan es aprovecharse de mí.
-También yo estoy llamado a ser pastor. También yo estoy llamado a ejercer de alguna manera “pastoreo” sobre otros. Mirando a Jesús quiero aprender a pensar en los demás, no como medios para mi “auto-realización”, sino como personas a cuya vida yo puedo contribuir: con mis palabras, con mis gestos, con mi afecto gratuito, con mi testimonio.

2.- Conocer y ser conocido: “Conozco a mis ovejas, como el Padre me conoce”aaa
El escritor uruguayo recientemente fallecido, Eduardo Galeano, cuenta la historia de un muchacho, solo en un hospital en Navidad, que dice al médico que se despide antes de ir a celebrar la cena de Nochebuena: “Dígale a alguien que yo estoy aquí”… No sé si se han fijado como la gente, se vuelve “loca” cuando ve su imagen en la televisión, en un estadio de fútbol o en la retransmisión de una audiencia papal. Es que estamos hechos para “ser” a los ojos de alguien, para ser “mirados”, conocidos, “re-conocidos” por alguien. Sin eso nos sentimos nada. De hecho, hay mucha gente que se siente “sola”, “abandonada”, no tenida en consideración, como ellos se merecen, como “ovejas sin un pastor” que las conozca. A veces nos puede parecer que estamos solos en la vida y que, incluso las personas más cercanas, no nos conocen realmente, nos conocen solo “por fuera”.
Lo que Jesús nos dice hoy es que Él nos conoce, que no somos anónimos, perdidos en la masa, que somos ALGUIEN ante él. Jesús me asegura que me conoce por dentro y que tiene conmigo la misma relación que el Padre tiene con él: de conocimiento, de amor, de pertenencia mutua.

3.-Una comunidad no exclusiva vi excluyente
La comunidad de Jesús es precisamente aquel grupo humano en el que cada uno es conocido y re-conocido, apreciado por lo que es, no por la máscara que lleva o por su valor instrumental. En este sentido, encuentro fantástica la costumbre de algunas comunidades cristinas en las que, al final de la Misa, las personas se quedan para saludarse, reconocerse mutuamente, “ser alguien” ante los demás, como somos “alguien” ante el Padre Dios.
Esta comunidad de personas “conocidas” por el pastor Jesús es una comunidad abierta, no exclusiva ni excluyente; porque “hay otras ovejas” que están llamadas a formar parte de este “redil”, no porque queramos ser muchos (para nuestro propio prestigio o poder), sino porque queremos que todos puedan gozar de este pastor maravilloso, que nos conoce, nos aprecia y nos hace pastores-misioneros para que todos “tengan vida y la tengan en abundancia”. En este sentido, la comunidad de Jesús es una comunidad “pastora”, que, ante los sufrimientos de muchos, no mira hacia otro lado, sino que se involucra generosamente, como lo hizo Daniel Comboni en su tiempo.
P. Antonio Villarino
Roma

Mozambique: NO a los acaparadores de tierras

MozambiqueUnos treinta misioneros y misioneras combonianos que trabajan en las provincias combonianas de Europa participaron en el “Simposio de Limone 2015”, un evento organizado por el Grupo Europeo de Reflexión Teológica (GERT), del 7 al 11 de abril del 2015, en la casa natalicia de Comboni, en Limone sul Garda (Italia). El tema de este año fue: “Ser buena noticia hoy en Europa: consolidar, profundizar e imaginar”. Al final del Simposio, los participantes firmaron un comunicado para condenar el proyecto del Ministerio de la Agricultura y Seguridad Alimentaria del Gobierno de Mozambique que concederá 102 mil kilómetros cuadrados de tierras fértiles (una tercera parte de Italia) al consorcio privado ProSAVANA, constituido por empresarios mozambiqueños, japoneses y brasileños. Publicamos en seguida el comunicado de los misioneros.

 

Mozambique: No a los acaparadores de tierras

MozambiqueEn Mozambique está en acto en estos días un gravísimo capítulo del acaparamiento de tierras: el llamado acapara-tierras ‘land grabbing”.

En efecto el Ministerio de la Agricultura y Seguridad Alimentaria del Gobierno de Maputo ha publicado un documento de 204 páginas en las que configura la concesión de 102 000 Km2 de tierras (una tercera parte de Italia) al Consorcio proSAVANA compuesto por empresarios mozambiqueños, japoneses y brasileños. Estas fertilísimas tierras se encuentran en las regiones septentrionales de Nampula, Niassa y Zambézia. En estas regiones se hallan concentradas 4 200 000 de personas; es increíble que Mozambique que puede contar con cerca de 30 millones de hectáreas cultivables, ceda 10.2 millones de hectáreas a un consorcio privado.

El Gobierno de Maputo afirma que este proyecto servirá a los pequeños agricultores y a la alimentación de la gente, mientras que se sabe muy bien que tal proyecto utilizará poquísima mano de obra local porque serán empleados medios mecánicos de alta tecnología y el producto final servirá únicamente para la exportación.

¿Dónde terminará toda esta población que será removida de sus tierras? ¿Cuál será el impacto de un tal megaproyecto? Qué consecuencias tendrá en las faldas acuíferas? Y por último, ¿qué efectos políticos tendrá sobre los frágiles equilibrios sobre los que se sostiene la paz en Mozambique?

En apoyo de las asociaciones de campesinos locales nuestros co-hermanos y co-hermanas que trabajan con ellos, nosotros, misioneros, seculares y laicos combonianos de Italia y de Europa reunidos aquí en Limone sul Garda en la casa de San Daniel Comboni, lanzamos un grito de alarma contra este enésimo acto de acaparamiento de tierra que será pagado pesantemente por los más de cuatro millones de personas que viven en aquellas regiones.

Mozambique
Limone sul Garda, 10 de abril del 2015

Padre Alberto Pelucchi, Vicario General de los Misioneros Combonianos
Padre Alex Zanotelli, Director de Mosaico de Paz, Nápoles (Italia)
Padre Antonio Guarino, Castel Volturno, Nápoles (Italia)
Padre Antonio Porcellato, SMA, Vicario General, Roma
Padre Arlindo Pinto, Coordinador de Justicia y Paz, Roma
Padre Benito De Marchi, Inglaterra
Padre Dario Balula Chaves, Portugal
Padre Domenico Guarino, Palermo (Italia)
Padre Efrem Tresoldi, Director de Nigrizia, Verona (Italia)
Padre Fernando Zolli, Florencia (Italia)
Padre Gianluca Contini, Roma
Padre Gino Pastore, Troya (Italia)
Padre Giorgio Padovan, Brasil
Padre Giovanni Munari, Superior Provincial de los Combonianos en Italia
Padre Guillermo Aguiñaga, Polonia
Padre Juan Antonio Fraile, España
Padre Karl Peinhopf, Superior Provincial de los Combonianos de lengua alemana
Padre Martin Devenish, Superior Provincial de los Combonianos del Reino Unido
Padre Ottavio Raimondo, Bari (Italia)
Padre Palmiro Mileto, Bari (Italia)
Padre Pierpaolo Monella, Limone sul Garda (Italia)
Sor Dorina Tadiello, Superiora Provinciale delle Comboniane in Italia
Sor Fernanda Cristinelli, Comboniana, Roma
Sor Kathia Di Serio, Comboniana, Verona (Italia)
Prof. Carmelo Dotolo, Pontificia Universidad Urbaniana, Roma
Clara Carvalho, Secular Comboniana, Portugal
Comunidad Laicos Misioneros Combonianos, La Zattera, Palermo (Italia)
Felicetta Parisi, Nápoles (Italia)
Hno. Friedbert Tremmel, Alemania
Maria Lucia Ziliotto, Secular Comboniana, Treviso (Italia)

Adjunto:

Comunicado_de_imprensa_ProSAVANA.pdf

Master_Plan_ProSAVANA.pdf

Animación Misionera en Lijó – Barcelos

BarcelosUna semana después de la Pascua, y haciéndonos eco de las palabras de Cristo resucitado: “Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo” (Jn 20,21), la comunidad de vida de Oporto partió y compartió la experiencia de vida misionera en la Parroquia de Santa María de Lijó (Barcelos).

La aventura comenzó el viernes por la noche con el grupo de jóvenes Gaudium, con quien pasamos una tarde bien animada y llena de misionaridad. El sábado, después de una mañana dedicada a convivir, a la reflexión litúrgica y la reflexión sobre la identidad LMC (de acuerdo con el desafío de la última Asamblea Internacional en Maia), la tarde se pasó con los jóvenes de catequesis de 7º, 8º, 9º y 10º año. Una tarde llena de vida y compartir misionero que culminó con la celebración de la Eucaristía con toda la comunidad parroquial.

El domingo estuvo lleno de celebración Eucarística y, en cada momento, el anuncio misionero, fue guiado no sólo por la alegría misionera, sino también por la acogida y generosa disponibilidad de toda la comunidad parroquial. El día y la actividad terminaron con un “gracias” fluyendo desde el corazón. Un agradecimiento que se extiende a toda la comunidad y, en particular, a los jóvenes y catecúmenos que modificaron sus programas y horarios para estar con nosotros y, de una manera especial al párroco – P. João Granja – quien no escatimó esfuerzos para poder acompañarnos a lo largo de todo el fin de semana. De hecho, “la mano del Señor ha hecho maravillas, la mano del Señor fue magnífica” [Sal 117 (118)].

LMC Portugal