El domingo fue el día en que pudimos orar más tiempo juntos y aprender más sobre otras denominaciones cristianas.
Fuimos repartidos por diferentes iglesias en Arusha, a mí me toco asistir junto a los menonitas.
Fuimos muy bien recibidos por los pastores locales y también por el obispo menonita. Nos unimos a la oración que estaba llena de canciones alegres y bailes, preparados por los coros de la parroquia (había tres de ellos – niños, jóvenes y adultos). También hubo la lectura de la Biblia y la predicación y luego escuchamos algo más sobre las actividades de los menonitas en Arusha. Y después de eso, compartimos un delicioso almuerzo, lo que nos dio la oportunidad de conversar más informalmente y conocernos. ¡Un tiempo maravilloso y una hermosa experiencia de comunidad! La última parte del programa fue plantar el árbol.
Los últimos dos días de la conferencia continuaron siendo bastante intensivos.
Lleno de oraciones, intercambio y aportes.
Uno de los días se centró en abrazar la cruz.
Escuchamos el conmovedor discurso del Patriarca Ortodoxo de Siria, compartiendo su experiencia de guerra, mostrando fotos de su reciente viaje a Damasco y la Eucaristía que celebraron en las ruinas de la iglesia y también sobre el apoyo que brindan a las personas que todavía están allí, principalmente Musulmanes, cosa que no importa, son hermanos nuestros que están sufriendo hermanos, como cristianos, es nuestro deber estar de su lado y ayudar. También hubo otros testimonios de diferentes partes del mundo, donde las personas experimentan sufrimiento y sobre lo que significa “abrazar la cruz” en sus respectivos contextos. Las oraciones también se enfocaron en esto, algunas hechas en la forma ortodoxa de orar.
Al final de la conferencia, el comité estuvo preparando el mensaje final, basado en lo que estuvimos hablando durante los últimos días y también en lo que compartimos en pequeños grupos.
Luego, todas las personas tuvimos la oportunidad de comentarlo para hacer de este documento algo que la mayoría de nosotros pudiéramos decir: sí, esa es la esencia de lo que nos llevamos de Arusha y lo que queremos compartir con los demás. Este documento se puede encontrar aquí – https://www.oikoumene.org/en/resources/documents/commissions/mission-and-evangelism/the-arusha-call-to-discipleshipEsos pocos días en Arusha fueron realmente maravillosos para mí, le agradezco a Dios por esta oportunidad de estar allí, orar con todas estas personas, compartir con ellos, escuchar tantas cosas interesantes, experimentar este espíritu de unidad y apertura. Conocí a muchas personas maravillosas de todo el mundo, de todas las denominaciones cristianas. Y fue increíble que todos fuéramos iguales, no importaba si solo eres un estudiante o si tienes un doctorado o eres un profesor, no importa si solo eres un miembro de la iglesia o si eres el obispo, frente a Dios, todos somos Sus amados hijos. Y realmente pudimos sentirlo allí en Arusha.