¡Hola a todos y todas!
Siguiendo con la crónica de mi viaje a Kenia quiero compartir como ha sido la visita al nuevo grupo de candidatos LMC que está naciendo en Kenia.
Este grupo se reúne desde hace más de un año en Nairobi. Aprovechan el primer fin de semana del mes para encontrarse. Muchos de ellos provienen del grupo de Amigos de Comboni, pero de alguna manera ellos querían dar un paso al frente y seguir esta vocación LMC.
Lo primero es agradecer la acogida que he tenido durante todos estos días. Empezando por la acogida en el aeropuerto el primer día. Cuatro de ellas buscaron un hueco para poder estar allá para recibirme. Del aeropuerto a casa de una de ellas para poder almorzar juntos. Una muy buena acogida para sentirme en familia. En la comida también nos acompañó el P Maciek que acompaña el este grupo junto con la ayuda del p Claudio (al que más tarde vería en Embakasi).
Compartimos la tarde juntos y algo pudimos conversar aunque reconozco que estaba cansado del largo viaje. Después me acompañaron hasta la casa provincial de las misioneras combonianas del Sur Sudan que está en la otra punta de la ciudad. Allí ya pude ver el caos que supone la circulación en una capital tan grande como Nairobi y que me acompañaría muchos de los días que estuve en Kenia.
Cuando llegó el viernes de la primera semana de mes nos trasladamos a Embakasi, junto al aeropuerto a las afueras de Nairobi, que es la casa comboniana que sirve de referencia al grupo y donde se reúnen cada mes.
Pudimos cenar juntos y compartir cómo había sido la semana para todos y cada uno. Un tiempo de convivencia y puesta al día de las vidas de cada uno. De esta manera el sábado en la mañana pudimos empezar temprano nuestro encuentro.
La idea de este encuentro era conocernos mejor. Presentar toda la realidad a nivel internacional de los LMC, algo de nuestra historia y los acuerdos tomados en nuestras últimas asambleas internacionales. Todo ello para poder pensar juntos como se va desarrollando el grupo, que retos tiene por delante y poder compartir con ellos largos momentos de charlas, de resolver las dudas normales de un nuevo grupo que nace y los desafíos que les vienen por delante.
Están en su segundo año de formación y pronto llegará un momento importante. Momento de tomar decisiones y opciones misioneras a nivel personal y como grupo. Toda esta formación que están recibiendo debe servir para ayudarles a discernir su vocación misionera personal pero también a discernir como grupo las opciones misioneras que van a tomar. Es algo de lo que conversamos mucho. El Señor les ha llamado a cada uno y cada una para ser misioneros. Y esta formación les debe servir para decidir cómo será el reto de sus vidas. Si toman la opción de entrar en los LMC deberán ver si el Señor les llama a partir fuera de Kenia a alguna de nuestras comunidades misioneras. Pero también deberán discernir si son llamados a abrir una presencia misionera ya sea en algún lugar alejado de Kenia como en algún suburbio de Nairobi. Por ejemplo para ellos Amakuriat y la zona Turkana son lugares de referencia importante donde algunos ya han visitado y ahora el próximo mes un par de ellas estarán haciendo una pequeña experiencia misionera apoyando en el centro de salud y en el trabajo con los jóvenes y la comunidad en general.
Cada vez que el Señor suscita nuevas vocaciones lo hace llamando a dar una respuesta a las muchas necesidades que el mundo tiene. ¿A qué les está llamando el Señor concretamente a ellos? Es algo que deberán discernir. También viendo las necesidades y casos particulares que como cada LMC en nuestra condición de laicos, solteros o casado debemos afrontar.
Quiero también comentaros el proyecto de venta de miel que llevan adelante para sacar recursos. Es algo que ya nos presentaron en el blog hace poco y en el cual están muy empeñados. Compran miel a los guerreros Pokot (con lo que ayudan a esa comunidad necesitada) y después la envasan para vender y tener algunos fondos con los que mantenerse, comprar lo necesario para el grupo y también colaborar a nivel internacional con el Fondo común. En un trabajo duro que requiere de muchas horas, de trasnochar el sábado o madrugar el domingo para entre todos rellenar los botes de kilo y medio kilo, lavar los depósitos u servirán para comprar nueva miel. Etiquetar, ver cómo se venderán y hacer las cuentas de lo que se va vendiendo. Esto después también les lleva a hacer animaciones en las parroquias así como a vender durante la semana entre familiares, compañeros de trabajo y amigos para así ir consiguiendo esos recursos. Un grupo que desde el inicio no solo comparte mensualmente las actas de sus encuentros sino que quiere contribuir como uno más a nuestra misión común.
Los últimos días en Kenia también tuve tiempo para conversar algo más con algunos de ellos, conocer a sus familias y sus inquietudes personales.
Es maravilloso ver como el Señor continua llamando. Un nuevo grupo en África es sin duda un gran reto para nosotros como LMC. Pedimos a San Daniel Comboni que les acompañe, anime y los llene de su pasión en la entrega por al misión. Salvar África con África es un lema que sigue llamando a muchos africanos para servir a sus hermanos más necesitados allá donde se encuentren.
Que el Señor les dé mucha fuerza y ánimo en el camino que se les presenta por delante.
Un saludo
Alberto de la Portilla. LMC