Laicos Misioneros Combonianos

Todo es gracia, todo es don.

Monica

Todo ha sido un REGALO de DIOS. Un super regalo inmerecido, infinitamente agradecida. Desbordo de gozo ante los detalles, la ternura, las caricias y abrazos del Señor durante estos días a través de las personas y situaciones….el Señor nos cuida día a día con tanta delicadeza….y esta certeza, que a veces se nubla en el día a día del stress madrileño, se ha hecho patente y explícita   en cada minuto de mi recorrido misionero en Kenia: (pasando por Nairobi) en West Pokot, Kitelakapel, comunidad de laicos misioneros combonianos que me han acogido tan alucinantemente bien, y en cada una de las personas Pokot de la parroquia,  de los colegios, del pueblo o aldea….todo era como estar en el cielo, “I am in Heaven” les decía a los misioneros. Un privilegio del que me siento indigna, pero que he agradecido infinito y conscientemente día a día.

En las pequeñas dificultades siempre tenía la ayuda de mi Angel de la guarda, que me hacía descubrir que “no hay mal que por bien no venga”. Mas de una vez mi Angel custodio se manifestó en Belinda, una joven laica misionera keniata de Nairobi, que me acompañó en todo momento, siempre atenta y dispuesta, también en Pius con su alegría y espíritu de servicio y  en Linda con su buen hacer organizador y su energía. Todos con un ferviente espíritu misionero enraizado en su profunda fe en Dios. Y no olvidamos a father Justus….las casualidades no existen… providencia divina 100%.

¡Los agricultores y ganaderos Pokot tan trabajadores, sobre todo mujeres que sacan adelante a sus familias de 10 hijos o más! Desde tan jovencitas… tanta ternura y alegría… y se sienten tan afortunadas….

En fin…hay tanta gente allí que me ha hecho ver a Dios cara a cara… que me quiero volver ya mismo.

Agradeciendo y contemplando entusiasmada las maravillas de Su Creación: lluvia que regaba los campos y los hacia hermosos, aunque a veces dificultara nuestro movimiento, la naturaleza con todos sus seres vivos: animales de todo tipo y condición que convivían con las personas… y ¡qué personas tan espléndidas!! Sigo emocionada con el recuerdo de las señoras de la CWA de la parroquia o vecinas y sus bebes, de los hombres transportando en piki piki (moto) lo que nosotros llevaríamos en un camión (inimaginable), los niños bailando, cantando, jugando y aprendiendo tantas cosas… y sus “claps” tan creativos… (aplausos elaborados y dedicados) … Alegría desbordante…

TODO ES GRACIA TODO ES DON-REGALO DE DIOS

Monica

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