Los últimos días pasaron entre estos dos sentimientos ambivalentes. Momentos de tristeza entremezclados con momentos de gran alegría, todo esto por nuestros hijos.
En el Día de Todas las Almas asistimos a la Misa que se celebró en el cementerio local, situado cerca de nuestra Catedral de San José en Gulu. Después de la Misa, fuimos con nuestros niños a orar en la tumba de nuestro pequeño Ángel, como solíamos llamar a Moisés, quien murió hace 6 meses. Después de la oración, cubrimos la tumba con flores que habíamos recogido del árbol que crece en el Hogar de Niños de St. Jude.
Aquí el Día de Todos los Santos es un día de gran alegría – en este día especial los niños reciben los sacramentos del bautismo, la Primera Comunión e incluso la Confirmación. La Misa en la Catedral es bastante larga, unas 4 o 5 horas, porque hay por ejemplo unos 150 niños para bautizar. De todos modos estamos en África, así que la duración de la Misa es normal, y lo bueno es que nuestra Catedral es grande y larga para que toda la gente pueda entrar. Después de recibir todos los sacramentos, todas las personas se reúnen en la iglesia, levantan la mano y las velas y gritan en voz alta para mostrar su felicidad. Al principio, me sorprendió mucho que este día, que en Polonia es un día tranquilo de reflexión y oración, aquí en Gulu es uno de los días más felices. Pero cuando durante la Confirmación cada candidato lee el nombre del Patrón, tienes la sensación de que Todos los Santos se reúnen en un solo lugar, una experiencia hermosa, inolvidable.
Los niños de nuestro orfanato recibieron los sacramentos del Bautismo y de la Primera Comunión el 28 de octubre, día de San Judas, patrón de nuestro orfanato. Los niños de ambas escuelas -Infantil y Primaria, todos los trabajadores, huérfanos y amigos de nuestro Orfanato nos reunimos bajo el gran árbol para celebrar la Misa. Siete de nuestros niños fueron bautizados y ocho niños recibieron por primera vez la Santa Comunión. Fue un día muy alegre para todos nosotros. Los niños que recibieron su Primera Comunión tenían diferentes edades, entre los 10 y los 16 años. Ninguno de ellos preguntó acerca de juguetes o súper regalos. Todos estuvieron bien preparados por nuestro catequista.
Volví a Uganda hace 5 meses- ya vivo con mi rutina, que es diferente de la que tenía hace dos años. Ahora, la mayor parte de mi tiempo lo paso con los niños. Por la mañana con los bebés y discapacitados, por la tarde con los niños de 1º, 2º, 3º de Primaria y los niños de la guardería. Pero muchas personas diferentes que vienen a nuestra casa rompen nuestra rutina diaria, por lo que estamos muy agradecidas. Algunos de ellos vienen por corto tiempo -como Peter- nuestro Laico Misionero Comboniano de Polonia o por más tiempo como David- laico misionero Comboniano de España, que vino por más de un mes. También reuniones con la Familia Comboniana, durante la fiesta del 10 de octubre – Fiesta de Comboni – o simplemente reuniones de improviso en la calle, en la ciudad o en la iglesia. Todas estas reuniones nos dan mucha alegría y gran energía positiva. Así que si alguien planea venir a Uganda por unos días o quizás por más tiempo, recuerde que nuestra casa está siempre abierta y son todos bienvenidos.
¡¡¡Saludos para todos !!!!
Ewa, LMC en Gulu (Uganda)