Tercer Aniversario Programa Chispuditos en La Aldea la Salvadora, Santa Catarina Pínula, Guatemala.
Doy infinitas gracias al amor de Dios, a Su Misericordia y a la Providencia, por estos tres años de servicio en el Programa Chispuditos. (Chispuditos, es el nombre de un alimento que se da solamente a los niños inscritos en el programa, entre las edades de 6 meses a 6 años. El objetivo del alimento es aportar vitaminas y minerales necesarias para el desarrollo integral del niño, ayuda a fortalecer su sistema inmunológico, a evitar la anemia y la desnutrición. En Guatemala, existen varios lugares en donde funciona este programa, es gratuito, auspiciado por benefactores extranjeros).
Desde el 10 de junio del 2017, cada primer sábado de mes, los LMC de Guatemala, llegamos a la aldea La Salvadora, para orar, compartir, dar un mensaje evangelizador, acompañar, pesar y medir a los niños y niñas inscritos y llevar su registro de crecimiento. Es una vivencia maravillosa, regresamos con el corazón lleno de gozo y gratitud. La última vez que hicimos la actividad del programa, fue el sábado 7 de marzo. Días después llegó el COVID 19 a nuestro país, el primer caso apareció alrededor del 12 de marzo. Como en todas partes del mundo, atropelló nuestra libertad de reunión y de locomoción, empezaron las limitaciones y eso impidió y sigue impidiendo hasta el día de hoy, las reuniones. Por responsabilidad y conciencia, guardamos el distanciamiento social y tomamos las medidas de lavado de manos y del #QuédateEnCasa que se ha visto en el mundo entero.
Después de unos días de incertidumbre, empezamos a discernir acerca de cómo seguir adelante con la misión en el Programa Chispuditos. Fue entonces cuando gracias a la Divina Providencia, hicimos campañas de solidaridad por medio de las redes sociales para conseguir aportes económicos y donaciones en especie. Así, hemos llevado tres veces algunos víveres para las familias, entre marzo, abril y mayo. Estas entregas han sido hechas tomando ciertas medidas de seguridad: uso de mascarilla, distanciamiento social y para evitar la reunión, sólo vendría una persona a recoger la ayuda. Fue hermoso ver la obediencia de todos, ni uno solo faltó a las indicaciones.
No hay nada en el mundo que impida el anuncio del amor de Dios, la pandemia nos enseña que debemos continuar con la misión, de maneras diferentes, pero continuar, siempre adelante, con alegría y gozo, anunciar a Jesús Vivo.
Entonces, ¿Cómo celebramos el tercer aniversario del programa?
A partir de la pandemia, hicimos un grupo de WhatsApp con aquellas familias que cuentan con este medio, ellas se han comprometido a mantener informadas a quienes no lo tienen. La celebración no fue con pastel ni reunión, la celebración ha sido virtual con muchos mensajes de cariño y ánimo, por medio de videos, audios, y tarjetas virtuales, que cada LMC en Guatemala hicimos, y también algunas personas del exterior como Sonia Lara, en nombre de los LMC de El Salvador, P. Máximo Huamán desde Perú y La familia Camey desde Brasil.
¡¡La fiesta tuvo tantos aportes virtuales que duró 10 días!! Desde el 1 hasta el 10 de junio.
Actualmente, hay 34, entre niños y niñas, inscritos en el programa. 6 perseveran desde el 2017, dos desde el 2018, dieciséis perseveran desde el 2019 y diez niños que apenas se inscribieron entre enero, febrero y marzo de este año. Ruego a Dios por la madre de cada niño, para que finalice el programa hasta que su hijo o hija cumpla seis años. El menor de los 34 Chispuditos tiene 8 meses y la mayor tiene 5 años y medio.
Un abrazo a cada LMC en el mundo. Mi solidaridad por aquellos que han sido contagiados con el virus, mis oraciones por su salud y la de su familia.
“Santos y capaces, haciendo causa común con los más pobres y necesitados”
(San Daniel Comboni)
Lily Portillo
LMC-PCA, Guatemala