Como cada mañana iniciamos nuestro día con un encuentro con Dios, hoy en nuestra eucaristía recordamos a San Pedro Clavel, el hombre que se hizo esclavo de los esclavos para ayudar, enseñar y ganar almas para Dios de un pueblo al que se le negaba.
Perú continua, siendo un gran anfitrión, hoy como parte de la programación hemos ido al centro histórico de Lima, visitando la catedral, la casa de Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres el santo de la escoba, las catatumbas de los franciscanos, y el gran muelle de la playa en la zona de chorrillos en toda la costa de la capital. Fue un espacio bonito para caminar juntos conociendo el lugar, pero además conociéndonos un poco más los unos con los otros.
Hoy nuestra jornada terminó temprano, hemos recargado las energías para los últimos días de asamblea.
Invitamos a toda la familia Comboniana del mundo a continuar orando por nuestro encuentro para que con un espíritu comprometido regresemos a nuestras comunidades dispuestos a seguir a delante mejorando las debilidades y fortaleciendo compromiso adquiridos.