Laicos Misioneros Combonianos

“Con los pies en la tierra y un amplio horizonte”

LMC Brasil

Los Laicos Misioneros Combonianos de Brasil iniciaron el año 2023 con la organización del encuentro presencial del itinerario formativo del LMC que tuvo lugar del 15 al 23 de enero en Piquiá, Açailândia/MA.  Esta región es una de las presencias más antiguas y continuas de LMC y es un punto de referencia para el trabajo como Familia Comboniana en la Causa de Justicia y Paz e Integridad de la Creación (JPIC).

Los participantes de este hermoso momento de formación, convivencia y visitas fueron: Leonel de Curitiba/PR, Dhenny de Balsas/MA, Diana de Fortaleza/CE y Tranquillo de Serra/ES.

Este período de convivencia pretende ser un momento especial en el proceso de discernimiento que ya entra en su segundo año, ante la llamada del LMC a servir al Reino. Fue una oportunidad para profundizar en su vocación como llamada de Dios, la opción y el estilo de vida y misión. Durante estos días se hizo hincapié en el tema de la Doctrina Social de la Iglesia, centrándose en JPIC – Justicia, Paz e Integridad de la Creación, con formaciones teóricas y visitas a diversas iniciativas existentes en la región.

Fue un momento importante para releer la vida y la fe y, como bautizados, redescubrir la dimensión misionera. “¿Estoy bautizado? Entonces debo ser misionero, de lo contrario no soy cristiano” (Pedro Casaldáliga).

Por los raíles del amor y la amistad viaja nuestro tren por la vida.

Fueron días de aprendizaje, convivencia y calidez. Nuestro itinerario, como un viaje en tren, nos lleva a conocer lugares, apreciar paisajes y disfrutar de la convivencia de quienes comparten la misma fe y recorren el mismo camino.

Venidos de los cuatro puntos cardinales, reunidos en la pequeña y deslumbrante Piquiá, cuatro personas (Diana, Dhenny, Leonel y Tranqüillo) que buscan conocer y conocerse, aprender y enseñar, experimentar y soñar, juntos por un paso más hacia el apostolado de los Laicos Misioneros Combonianos (LMC). Esta no será la estación final, sino la primera, la que nos permitirá seguir aún más pistas y caminos.

En nuestras mochilas llevamos sólo lo necesario: la Palabra de Dios, unas pocas ropas, muchas dudas y miedos, alguna calderilla y muchas ganas de vivirlo todo. Sólo confiamos en nuestra espiritualidad y en personas entregadas y abnegadas: Cristina, Marcelo, Adriana, Alexander, Padre Carlos, João Carlos, Dida, Padre Joseph, Flávio, Liliana y Padre Silvério. Personas que han recorrido estos caminos de las formas y maneras más variadas. Personas que han abierto carreteras y tendido vías.

 Nuestro tren partió y en su camino recibió gente. Gente que se divertía, gente que sufría. Personas que nos enseñaron mucho, no sólo con sus palabras, sino también con sus actos, sus actitudes y sus vidas. Creer que somos agentes del cambio. Que transformemos las duras realidades de explotación, engaño y muerte en un reino de vida, de compartir y de fe.

Entre rejas, podemos reconocer a las personas no deseadas, maltratadas y excluidas de la vida. Personas capaces de sonreír y de volver a vivir, basta con que un joven se sienta perturbado por el sufrimiento de los demás, combine el saber y el deseo y sirva en las fronteras del encierro. Marcelo, gracias por enseñarnos que la terquedad nos hace remover barrotes y muros en nuestras vidas y en la de muchos otros.

Bajamos del tren para conocer a la gente de Piquiá. Visitamos, caminamos por calles calurosas y polvorientas. Pero no caminamos solos. Contamos con la compañía y la alegría del servicio de D. José Albino, D. Celso, Doña Margarida y tantos otros que se reúnen para celebrar la fe y compartir la vida. Y nos fuimos. En medio del pueblo. El sol que ilumina el camino y deja huella en nuestra piel. Nos marcan las palabras y las sonrisas recibidas. Por ojos que no ven, por manos que no tocan, por personas postradas en cama y maltratadas, pero resistentes y fuertes. Gente de fe.

En estos caminos de la vida, debemos tomar decisiones. Frente a una realidad tenemos el camino de la izquierda y el camino de la derecha. Nuestra respuesta siempre será afirmativa. Siempre tomaremos la decisión por el camino que nos lleva al Reino de Dios y de los pobres. Alejandro es uno de esos pocos que tuvieron el valor y la disposición de decir sí a la vocación. Una vocación para estar en medio de los pobres, servir a los más necesitados y ayudar a los socialmente invisibles. Alejandro nos enseña, con su portugués español, a aprender duras lecciones de desprendimiento, a abandonar el cómodo lugar en el que hemos nacido y nos hemos forjado. Con sus dudas y cuestionamientos, su voluntad de hacer las cosas, Alex (como le llamamos) sube a nuestro tren y viaja con nosotros por todo este sendero.

Continuará…

Pronunciamiento de la Familia Comboniana del Perú: “Queremos paz”

Peru
Pronunciamiento de la Comisión “Justicia, Paz e Integración de la creación”

Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.” Mt 5.9

  1. Los Misioneros Combonianos (MCCJ), las Misioneras Combonianas (HMC) y los Laicos Misioneros Combonianos (LMC), presentes en la Costa, Sierra y Selva del Perú, nos sumamos al llamado de paz con justicia social, que diferentes instancias e instituciones de nuestra sociedad civil y de la iglesia, vienen solicitando, y haciendo eco a las palabras de nuestro Papa Francisco y de nuestros pastores: “La violencia, apaga la esperanza de una solución justa a los problemas, que nos anima a la vía del dialogo.” ¡No más violencia venga de donde venga!
  2. Ante la grave crisis social que atraviesa nuestro país con niveles de violencia cada vez más preocupantes, invocamos a nuestras autoridades, convocar a representantes de todos los sectores posibles, a una mesa de diálogo fraterno para escucharnos y buscar soluciones a la crisis en el corto, mediano y largo plazo. ¡No nos estamos escuchando! Muchos de nosotros estamos utilizando términos que dividen, que estigmatizan, ofenden y discriminan. Busquemos términos y estrategias que nos unan, seamos puentes de unión y reconciliación. ¡Que cada uno de nosotros se convierta en un instrumento de paz!
  3. La pandemia nos mostró con crudeza, como en una radiografía, las debilidades que tenemos como país: pobreza, desigualdades, la precariedad acumulada por décadas de nuestro sistema de salud, también de la educación desigual, regiones y pueblos olvidados por el Estado en donde se carece de los servicios básicos como son agua, desagüe, una posta médica, etc. ¿Cuántas de estas demandas están siendo ya atendidas?
  4. Somos un país rico no solo por nuestros minerales, sino por la diversidad y riqueza cultural de nuestros pueblos. Basta ya de menospreciarnos por el color de nuestra piel o por el lugar de donde provenimos. Todos somos peruanos con los mismos derechos y con el mismo deber de sacar adelante nuestro país. Nuestras diferencias tienen que convertirse en un cauce de gracia y bendición para nuestro pueblo.
  5. Hacemos un llamado a la clase política, y a nuestras autoridades a interpretar el descontento generalizado en nuestro país y utilizar todas las herramientas legales y democráticas para dar solución a la brevedad posible a esta crisis que viene cobrando vidas humanas y paralizando al país. Desde hace décadas, observamos cómo nuestra política se ha ido degradando cada vez más hasta niveles difíciles de entender. Hay una rabia contenida, que empieza a expresarse en formas de violencia cada vez mayores. Sin embargo, todos tenemos el derecho a manifestarnos de manera pacífica, justa y democrática, pero nunca de forma violenta y destructiva venga de donde venga! No es posible que el congreso actual esté más preocupado en aprobar proyectos de ley que favorezcan sus propios intereses, mientras el pueblo al que representan sufre pérdidas de vidas. Es inentendible que, en 6 años, vayamos ya por el sexto presidente y que, de los últimos 10 presidentes del Perú, 7 de ellos tengan problemas con la justicia por delitos de corrupción. ¿Cómo es posible que, de los 26 gobiernos regionales, la mayoría de estos están siendo investigados también por corrupción, lo mismo que muchas alcaldías tanto provinciales como distritales? ¡Corrupción significa menos escuelas, menos hospitales, menos carreteras y menos oportunidades para todos!
  6. Pedimos, a todos los miembros de la familia Combonianas, en sus diversos sectores: misión, formación, animación y todas las personas allegadas y comprometidas con nuestro trabajo, a seguir apostando por la vida, por ser el don más grande que Dios nos ha regalado y a seguir trabajando por la paz y por el bien de nuestras familias, por ser la cuna y primera escuela de valores que hacen posible una vida digna. Sigamos trabajando para que estos momentos tan difíciles que estamos atravesando, nos vuelvan más humanos y más hermanos. ¡Que Nuestra Señora de la paz interceda por nosotros!

¡QUEREMOS PAZ!

FAMILIA COMBONIANA DEL PERÚ

24 enero 2023

Oración de la Familia Comboniana enero 2023

Comboni y Jesus

Para que la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos sea una oportunidad para crecer en el conocimiento mutuo y encontrar elementos comunes entre las distintas confesiones cristianas que nos impulsen a tejer relaciones más profundas entre nosotros y a promover la fraternidad universal, para contribuir a la realización del sueño de Jesús, “que todos sean uno” (Jn 17,21). Oremos.

Piquiá da Conquista: las obras del nuevo barrio continúan a buen ritmo

Piquia

Os dejamos un video publicado por Justiça nos Trilhos donde podemos ver los avances de la lucha de una sencilla comunidad contra una gran empresa extractivista.

Lucha que lleva acompañando la familia comboniana por años.

También podéis leer y ver un video subtitulado en español en “El País”.

https://elpais.com/planeta-futuro/2022-12-19/piquia-el-poblado-de-chabolas-que-derroto-a-los-senores-del-hierro.html/