Laicos Misioneros Combonianos

Simposio Comboniano-La realidad de la Congregación de los Misioneros Combonianos hoy

P EnriqueEl tercer día se inició con las palabras de St. Paul a los Corintios: “El amor nunca pasará” (1 Cor 13,8). Estas palabras fueron el punto de partida para los procedimientos del día que se iniciaron por el superior general de MCCJ – P. Enrique Sánchez que presentó su punto de vista sobre el Plan y la realidad de los Misioneros Combonianos hoy.

Esta reflexión, a dato pistas de lectura sobre la realidad de la misión comboniana en nuestros días y desto surgiron tres palabras claves: misión – como en el Plan de Comboni, la misión es el centro de la nuestra vocación y vida misionera; redimensionar – la urgencia que se necesita hoy para el Instituto dado el cambiamento del contexto social, eclesial e incluso los cambios “morfológicos” del Instituto. El número de miembros se reduce, y dentro de unos años, el 90% de los combonianos seron africanos; interculturalidad – una realidad que nos llama a un cambio en nuestra manera de pensar y de actuar.

Fue precisamente en estos puntos que se desarrollaron debates y grupos de trabajo. Trabajo, esto que culminó con la discusión sobre la emergencia y prioridad de lo desafío de la misión Comboniana de hoy, una discusión orientada y coordinada por el P. Antonio Villarino.

Susana Vilas Boas

Simpósio Comboniano-El espíritu del Plan y el desafío de la misión africana en el 800

simposiumEn este segundo día, el simposio Comboni se centró en el Plan de Comboni, a partir del contexto que fue escrito hasta la aplicación y la comprensión en nuestro contexto actual.

Para ayudarnos en esta reflexión, el P. Joaquim Valente (MCCJ) ayudó a todos los participantes, presentando y contextualizando, en el ayer y hoy, los puntos cardinales del Plan de Comboni y lanzando algunos desafíos para nosotros, que el Plan coloca.

De hecho, Comboni reconoce que las cosas no funcionan, reconoce que desconoce la solución, reconoce que no tiene ni él es la solución para la regeneración de África, reconoce que hay que ponerse a la escucha de Dios, que sólo Dios tiene y es la solución.

Comboni se abre a los nuevos movimientos del Espíritu que actúa en la realidad y en la historia humana. Mientras tanto, viaja a Europa y aprender de la experiencia de todos los que trabajan para la misión. Con todos estos testimonios y todo este aprendizaje, Comboni pretende “unir todas las cosas en Cristo.”

A su vez, el P. Johnson Uchenna Ozioko (sacerdote de Nigeria), nos ayudó a hacer una lectura del plan de Comboni desde el África de hoy, llamando la atención especialmente de la importancia actual de “salvar África con África”, así como la importancia y la urgencia de cambiar el lenguaje que usamos para hablar de la misión y de los africanos.

Por su parte, de acuerdo a su especificidad, la hermana. Fernanda Cristinelli (HMC) presentó brevemente una reflexión sobre este tema, realizada por las Misioneras Combonianas, subrayando el sentido y la urgencia de cambiar la ministerialidad de ser y vivir la misionaridad en femenino.

Al final del día, permanece en el corazón de cada participante las últimas palabras pronunciadas por el P. Johnson Uchenna Ozioko: Jesús lava los pies a sus discípulos y les dice: “Ve, y haz tú lo mismo.” Comboni amó a África, os digo: “Ve y haz tú lo mismo.”

Susana Vilas Boas

Workshop MCCJ sobre el “Plan de Comboni”

Misa en S PedroEl mundo de hoy, su urgencia misionera y los desafíos de la misión comboniana.

Comenzaron hoy, los trabajos de reflexión sobre el 150 aniversario del Plan de Comboni para la regeneración de África. De todas partes del mundo llegaron representantes de las diversas provincias de los Misioneros Combonianos (MCCJ), así como, están presentes representantes de las Hermanas Misioneras Combonianas (IMC), Misioneras Seculares Combonianas (MSC) y Laicos Misioneros Combonianos (LMC).

El día comenzó con la Eucaristía ante la tumba de San Pedro, donde Comboni tuvo la inspiración del Plan. Sin embargo, este simposio/workshop, como ha recordado el P. Enrique Sánchez (Superior General de los MCCJ) en su homilía, no pretende “contemplar” el Plan de Comboni, por el contrario, partiendo de él, pretende reflexionar y dar gracias a Dios por la realidad que este Plan ha sido desde los tiempos de Comboni. Hoy en día, tenemos que buscar la actualidad del Plan de Comboni, comprendiendo cómo se aplica y nos provoca en nuestro ser misionero. Para ello, advirtió el P. Mariano Tibaldo (MCCJ), debemos encontrar las prioridades en estos días y cómo – en la actualidad – vivir el reto del Plan.

La reflexión comenzó con el hermano Enzo Biemmi que presentó la exhortación apostólica Evangelii Gaudium como una provocación del actual Papa Francisco, que sobre todo encaja con el Plan de Comboni, en relación a la manera como Comboni concebía la vocación misionera.

De hecho, hoy en día, debemos abandonar las ideas preconcebidas del misionero que evangelizó “a los otros”. Necesitamos una conciencia y vivencia misionera que se fundamente en la conversión del propio misionero. Sólo el encuentro del misionero con Cristo le hace proclamar explícita e implícitamente el Evangelio en todas las circunstancias. No se trata por tanto, de un anuncio hacia fuera, sino de la alegría del encuentro con Cristo que se manifiesta en la vida del misionero. Debemos, por tanto, ser conscientes de que sin la conversión del misionero no hay anuncio, ya que sin esta experiencia de gracia, no se puede llegar al corazón del hombre, donde ya habita el Espíritu.

En verdad, el primer punto y origen de la vida misionera y de evangelización es reconocer la presencia de Dios en la persona de otro, dando así un nuevo estilo a la misión. Este fue la forma de actuar de Cristo, que todo lo que hacía lo referenciaba al “protagonismo” del Padre y / o la fe que salva aquel que lo busca para salvarse.

En este contexto, el P. Mariano Tibaldo (MCCJ) habló de los problemas urgentes de la vida misionera. Urgencias, estas, que no están vinculadas a un lugar geográfico, sino que deben responder, de hecho, las exigencias de la evangelización hoy. Fue precisamente sobre esta cuestión que los participantes, en grupos de trabajo, reflexionaron y pudieron compartir con los demás sus conclusiones en asamblea plenaria.

Susana Vilas Boas

LMC al servicio de las personas en la misión

Isabel¡Hola! Yo me llamo Ma. Isabel Buenrostro Barbosa, tengo 39 años, soy LMC “Laica Misionera Comboniana” y también soy “Médico Cirujano y Partero”. Yo nací en una población pequeña del Estado de Jalisco en el País de México, mi pueblo se llama: Santa Cruz de las Flores, pertenece al Municipio de San Martín Hidalgo y se encuentra a 2 horas de la Ciudad de Guadalajara. Estudié en la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara.

Conocí a las Misioneras Combonianas a finales del año 2004, en el 2005 ingresé a su congregación, primeramente me enviaron a mi primera experiencia misionera al País de Ecuador, donde estuve los meses de febrero y marzo, acompañando a la Familia Comboniana en comunidades de Afroecuatorianos e Indígenas, ahí es donde comencé a conocer las misiones y me di cuenta de esa gran sed de Dios que tienen nuestros pueblos hermanos, pues están muy abandonados, discriminados, sufren de gran pobreza material, pero son muy ricos en valores y tradiciones que todavía conservan. Cursé un año en la formación del Postulantado, pero en el año 2006 egresé de la Congregación de las Misioneras Combonianas, pues la disciplina religiosa me limitaba a ejercer como yo quería mi profesión, y fue que descubrí a los Laicos Misioneros Combonianos y vi que ahí era el lugar que yo buscaba para ejercer la medicina con los pobres y para realizar plenamente mi vocación misionera.

Mi trabajo con los enfermos es una de mis mayores pasiones, pues ahí es donde veo el rostro de Cristo y donde he encontrado una gran satisfacción y crecimiento humano al ser instrumento de Dios ayudando a sanar cuerpos y almas…. Escuché el llamado de Dios a mis 20 años, estuve en discernimiento unos años en la Congragación Religiosa de Vida Activa “Esclavas del Divino Corazón de Jesús”, pero desde que comencé a trabajar en mi servicio social como médico en unos pueblitos rurales, descubrí que mi vocación era puramente misionera. Y aquí estoy, sigo adelante cultivando y luchando por mi vocación. Porque es el regalo más grande y maravilloso que me ha dado Dios y ahí es donde veo mi verdadera y plena realización como ser humano, creo que la misión a la que he sido enviada a este mundo, es ir a los pueblos elegidos de Dios, especialmente a los más pobres y abandonados. Porque así como San Daniel Comboni, siento que debo consagrar toda mi vida al servicio de mis hermanos como Doctora Misionera Laica.

Desde que conocí a la Familia Comboniana, todo ha sido muy bonito, Dios me ha dado la oportunidad de realizar algunas misiones cortas, especialmente como voluntaria; después de mi primera experiencia misionera en Ecuador en el 2005 y de salir del Postulantado en el 2006, ya he realizado campos misión: En el 2006 en la Sierra Andina de Perú, en Huancayoc, Región Warás, con indígenas Quechuas; en el 2010 en Ecuador en la Selva de Pambilar, Provincia de Esmeraldas, con los indígenas Awás; en el 2013 en Guatemala en la Clínica Parroquial de los Combonianos, en San Luis Petén, con los indígenas Quec”chís.

Y, en este tiempo último, he concluido mi Experiencia Comunitaria y Formación Misionera como LMC, ya que es parte de nuestros estatutos que los LMC nos formemos 8 meses intensamente y nos preparemos para salir a misión Ad Gente por un tiempo mínimo de 3 años. Esta formación la realicé junto con mi compañera Carolina; los primeros 3 meses en el Estado de Guerrero, México, en las Montañas de Metlatónoc, donde tenemos cede de misión los LMC junto con los Misioneros Combonianos, es una región de comunidades indígenas Mixtecos. Realmente ha sido un tiempo fuerte y muy especial, hemos compartido la misión en las comunidades de Huexoapa, Atzompa y Cocuilotlazala. Ahí realizamos pastoral religiosa y social, especialmente atendiendo enfermos. Ya que como Laicos, combinamos nuestra vida profesional, familiar, social, espiritual y religiosa, eso es lo bello de la Vocación Laical. Los LMC según nuestra profesión y oficio podemos apoyar a las misiones en diferentes proyectos sociales. Los otros 5 meses, de febrero a Julio hemos estado estudiando en la Ciudad de México, donde estuvimos en el Seminario de los Combonianos, ahí recibimos diferentes talleres, ya que aparte de nuestros estudios profesionales, tenemos que recibir preparación religiosa, espiritual y humana para ser buenos misioneros.

Y bueno, lo que más he aprendido en este tiempo es que: Toda la humanidad somos la familia de Dios, tenemos un Padre común y todas las Naciones, Pueblos y Culturas del mundo somos hermanos. Según el contexto donde hemos nacido y crecido, todas las personas tenemos un conocimiento y experiencia de Dios, porque Dios ha ido sembrando las semillas de su Verbo en la historia de todos los pueblos. Aprendí que nuestra Iglesia Católica es Universal y tenemos que ser también hermanos de todas las religiones y en especial debemos de respetar y conservar las culturas de nuestros pueblos indígenas, Afroamericanos y Africanos. Como misioneros vamos a acompañarlos, a caminar con ellos, a vivir nuestra fe y compartir la vida con ellos; y trabajaremos con ellos para que recuperen su dignidad de hijos de Dios y sean protagonistas de su propio desarrollo humano. Ese es el Carisma Comboniano que nos enseñó nuestro fundador San Daniel Comboni. Porque el mensaje de la Buena Noticia que Jesús nos vino a traer a la tierra y nos sigue gritando cada día a través de su Palabra, de los acontecimientos del mundo y de la belleza de la naturaleza y de la vida misma, es que todos seamos felices en esta Tierra y después esa felicidad alcanzará su plenitud en el vida eterna. La oración y la vida espiritual es nuestro mayor alimento como misioneros. La Familia Comboniana hemos celebrado en Acción de Gracias a Dios, por la conclusión de nuestra formación misionera el día 6 de Julio 2014, en la Capilla del Seminario Comboniano en el DF, donde el Asesor de los LMC de México (P. Laureano Rojo), el Provincial de los Combonianos de México y los Padres Formadores del Seminario, han presidido la MISA DE ENVIO MISIONERO a las Laicas Misioneras Combonianas: Ma. Isabel Buenrostro y Carolina Carreón. Que Dios con la fuerza de su Espíritu Santo, nos siga dando su paz y su luz a todos sus hijos, y que todos seamos misioneros, y anunciemos y hagamos vida las enseñanzas de Jesucristo.

Misa de clausura de la experiencia comunitaria en México

Envío Isa y Caro¡Hola a la Familia Comboniana y amigos!

En este día los saludo con gran alegría de corazón, y unida al Sagrado Corazón de Jesús, al Corazón de María nuestra madre del cielo y a San Daniel Comboni, les envío un fuerte abrazo a cada uno de ustedes, deseando estén muy bien en la misión que a cada uno de ustedes les tiene en este momento nuestro Dios.

Aquí les comparto algunas fotos del día de nuestra misa de envío de Caro y mía, fue la Eucaristía de Acción de Gracias y Envío Misionero por terminar la Experiencia Comunitaria de Formación como LMC “Laicos Misioneros Combonianos”.

Le damos gracias a Dios por este tiempo, por todas nuestras experiencias de vida, amistades y conocimientos recibidos. Un saludo a cada uno de ustedes, los recuerdo con gran cariño, afecto y respeto, y con mi oración y espíritu misionero sigo unida a esta familia que Dios me ha dado. Que Dios los bendiga a todos y a cada uno de sus familiares carnales y amigos personales y también a nuestros pueblos y nuestra gente donde trabajamos. También les anexo algunas fotos de nuestro periodo de formación y misión de la Experiencia Comunitaria.

¡Hasta Siempre! Y gracias por el apoyo y amistad que me brindaron a mí y a Caro en esta Etapa especial de nuestra vida misionera.

 

😉 ISA.