Laicos Misioneros Combonianos

Cafarnaum: misión en la ciudad

Comentario a Mc 1, 21-28 (domingo, 1 de febrero 2015)

CafarnaumLa tercera lectura del cuarto domingo del tiempo ordinario está tomada del primer capítulo de San Marcos y nos narra la primera parte de lo que se conoce como la “jornada de Cafarnaum”, donde aparece un día típico de Jesús y de la primera comunidad de amigos que le acompañaba, después del encarcelamiento del Bautista. Para profundizar un poco en esta lectura, me voy a detener en tres puntos de reflexión: el lugar en el que la acción se realiza, la calidad de la palabra de Jesús y la lucha entre los espíritus “inmundos “y” “el Santo de Dios”.

El lugar geográfico

Nos encontramos en Cafaranum, una ciudad del norte de Galilea, a orillas del lago de Genesaret, un cruce de caminos comercial y cultural entre Palestina, Líbano y Asiria. Podemos suponer que Cafarnaum, como otras ciudades de aquella época y de ahora, era un hervidero de vida, con sus elementos positivos y negativos. Seguramente contaba con sus riquezas; sus líderes políticos, militares y religiosos; sus lugares de diversión; sus vías “imperiales” que la ponían en contacto con la globalización de entonces; su apertura a la modernidad… Pero tenía también, con toda seguridad, bastante confusión, corrupción política y religiosa, injusticia, desprecio de los pobres, abandono de la fe y otras presencias del mal en las vidas privadas y en las estructuras públicas… Había también una sinagoga, a la que cada sábado acudían algunas buenas gentes, aunque quizá a veces lo hacían con un cierto sentido de cansancio y aburrimiento.

Cafarnaum puede ser la imagen de la ciudad y de la civilización en la que nosotros vivimos ahora. También en esta “civitas”, en esta cultura nuestra, hay tanta vida, buena y menos buena; hay tanta riqueza y tanta pobreza; hay liderazgo responsable y corrupto; hay generosidad y mezquino egoísmo; hay confusión y búsqueda de la verdad; hay descreimiento y también no poca fe… Y para nosotros, discípulos del Maestro de Cafarnaum, hay también presencia del Dios del Reino. Nosotros sabemos que Jesucristo sigue vivo entre nosotros y que nosotros estamos llamados a estar presentes en esta ciudad, en este mundo en cambio, no para ganar puntos o adeptos, sino para testimoniar que Dios sigue cercano a los suyos. Como comunidad de Jesús, vivimos en la ciudad, en ella crecemos como discípulos y en ella somos misioneros de su Reino entre tantas personas que buscan verdad y belleza, sentido, amor y liberación.

La palabra relevante de Jesús

Jesús hablaba en todas partes, también en la sinagoga, donde muchos habían acudido con fidelidad, aunque quizá con una cierta resignación, a escuchar las acostumbradas palabras del rabino de turno, que no tocarían su vida. Pero aquel día hubo una sorpresa grande. Aquel predicador era diferente; de su boca salía una palabra que tocaba la vita, que producía admiración, alabanza y deseo de cambiar.

Podemos preguntarnos de dónde procedía aquella autoridad de Jesús, aquella relevancia.

A mí me parece que la palabra, cualquier palabra, adquiere autoridad y relevancia, cuando es sincera y auténtica y expresa alguna dimensión de la vida concreta. Cuando es así, encuentra en el oyente un eco que sabe a verdad. Una vez tuve la oportunidad de escuchar a la Madre Teresa de Calcuta en directo, en un salón abarrotado de gente, admirada y contenta, como la que escuchaba a Jesús en Cafarnaum. ¿Qué tenían de especial sus palabras? Podemos decir que nada. Ella repetía, sin grandes recursos oratorios, la doctrina y los conceptos que todos conocemos. Y, sin embargo, al escucharla, todos estábamos emocionados, tocados por la sinceridad y autoridad de vida que emanaban aquellas palabras sencillas, pronunciadas in pretensiones. Aquellas palabras tenían el sello y la autoridad de lo auténtico, de su correspondencia con la vida.

Así –y mucho más– eran las palabras de Jesús. Así, pienso yo, serán nuestras palabras si transmiten algo de lo que Dios hace con nuestras vidas, algo de su luz poderosa, algo de su perdón indefectible, algo de su consuelo verdadero, algo del amor que se nos revela cada día en Jesucristo resucitado y vivo en nosotros, como le sucedió a Pablo.

Con Jesús, también nosotros estamos llamados a ser, en las Cafarnaum de hoy, portadores de palabras auténticas, palabras de verdad y de justicia, palabras de amor y de perdón, palabras de vida. Muchos de nosotros ejercemos, de hecho, de “palabreros”, si se me permite la expresión; en la vida nos toca comunicar, enseñar, cada uno desde su profesión o ministerio: maestros, padres, curas, tertulianos caseros… ¿Cómo hacer para que nuestras palabras no sean banales, para que sean relevantes? Me parece que la respuesta es una sola: verdad y autenticidad. Los hijos, por ejemplo, descubren enseguida cuando sus padres les cuentan la verdad o cuando les cuentas historias en las que ellos mismos no creen. Y así en todos los órdenes de la vida.

El discípulo misionero de Jesús se deja tocar por la palabra auténtica de Jesús y se convierte, a su vez, en un testigo de palabras verdaderas, que iluminan, curan y guían a otros: en casa, en el trabajo, en la iglesia, en todas partes.

La batalla entre los “espíritus inmundos” y el “Santo de Dios”

En la Biblia, también en los evangelios, se habla bastante de “espíritus inmundos” o de “espíritus impuros”. Es un lenguaje que ya no usamos en nuestro tiempo. Pero la realidad y la experiencia que tal lenguaje indicaba es hoy tan real como entonces. Podemos decir que con estas palabras nos estamos refiriendo a toda esa parte del mundo que se opone a Dios y a la verdadera felicidad de los seres humanos: esa parte que genera mentira, confusión, injusticia, desorden, caos, esclavitud, que nos impide crecer como hijos libres y liberadores.

Pensemos, por ejemplo, en la absurda violencia que nos golpea en los últimos tiempos, en la corrupción generalizada, en la brutal desigualdad entre ricos y pobres, en la arrogancia que humilla a los pobres y sencillos, en las muchas dependencias que nos acechan a todos: de la droga, del alcohol, del consumo desenfrenado, del sexo desordenado, del orgullo estúpido…

Este mundo corrupto, inmundo, impuro, injusto, que está en nosotros y alrededor de nosotros, se vuelve nervioso, violento, agresivo, cuando se encuentra con el “santo de Dios”, cuando se confronta con la palabra límpida y veraz de Jesús. Y se entabla una “guerra” a muerte.

Pero Jesús es capaz de hacer callar a este espíritu ruidoso, gritón, arrogante, destructivo. Lo hace a cuerpo limpio, con la limpieza de un poder que no procede de las armas, de la riqueza o de la arrogancia, sino de su anclaje en el amor del Padre, que le hace Hijo liberado y liberador.

Nosotros, en la medida que somos “cuerpo de Cristo”, comunidad de discípulos reunidos en torno a su nombre, también tenemos el poder de vencer el orgullo de un mundo corrupto. No con sus mismas armas, sino con las de Jesús: la coherencia de una palabra y de una vida, enraizadas en la verdad de Dios, que no es otra que su amor gratuito e incondicional. Esa es la mayor fuerza misionera de la Iglesia. Esa es nuestra arma para vencer el mal en el mundo.

P. Antonio Villarino MCCJ. Roma

Pastoral del niño hoy

Pastoral
Equipo fundador de la Pastoral del niño Don Icaivera en Contagem (MG), Doña Alicia y su esposo de 85 años. La de camisa verde es de Petrolândia, Contagem (MG).

Este trabajo se realiza en todo Brasil voluntariamente por parte de 218.000 personas que participan en esta red de solidaridad humana que une fe y vida. Gracias a este trabajo voluntario la realidad de Brasil ha cambiado. A esta historia de éxito se fueron incorporando diferentes acciones complementarias, tales como la generación de ingresos, la alfabetización, las ludotecas comunitarias, programas de seguridad alimentaria, salud mental, etc.

Esta gran red de solidaridad humana se ha extendido por todo Brasil y en la actualidad está presente en 3.616 municipios, acompañando aproximadamente 79 mil 500 mujeres embarazadas y más de 1 millón y 630 mil niños. El promedio nacional es de 12 niños por líder, más del 90% de los líderes de la comunidad son mujeres pobres.

Pastoral
¡Mirad que equipo!

“EL MUNDO NO SERÁ MEJOR SI ES MÁS RICO, SINO SI TODAS LAS PERSONAS CRECEN EN IGUALDAD ” (Zilda Arns)

Gracias al equipo de líderes del sector 189, que con entusiasmo y compañerismo durante todo el año 2014 hizo posible la Pastoral del niño en el sector de Renza de la parroquia. Santo Domingo, Icaivera y Jesús Obrero.

Por María de Lourdes, Laica Misionera Comboniana

Reunión de los Consejos Generales de la Familia Comboniana

Consejos FamiliaCombonianaEste pasado sábado 24 de enero nos hemos vuelto a reunir como Familia comboniana a nivel de Consejos Generales en Roma.

Hemos dedicado la mañana a reflexionar sobre los retos que presenta la vida misionera en los contextos en que estamos presentes. Cada una de las ramas hemos compartido los desafíos que estamos afrontando en la misión.

Una reflexión que ha tocado puntos como la necesidad de vivir la misión desde la cercanía a la gente, con una presencia cercana a las necesidades de las personas, caminando según el ritmo de las comunidades y acompañando a cada uno según su ritmo. Guardando el necesario equilibrio entre la promoción humana y ayuda a las necesidades más inmediatas. Cuidando que los proyectos no tapen a las personas y nosotros como misioneros no seamos vistos sólo como agentes de desarrollo sino sobre todo como portadores de una alegría, la alegría del evangelio y del deseo de una vida mejor para todos que brota del amor del Padre. Salvar África con África, como decía Comboni, buscando siempre el protagonismo de la gente y nunca el del misionero. Confiando en las capacidades del otro, potenciando sus fortalezas y descubriendo nuevas maneras de hacer las cosas, abiertos a que la gente nos enseñe nuevas formas.

También reflexionamos sobre el hecho de ser un número menor de misioneros y misioneras hace unos años; a la vez la mayor diversidad de nuestros miembros, cada vez menos europeos y más americanos y africanos, nos lleva a constatar una gran diversidad y un nuevo estilo de misión. También esta disminución nos exige redoblar esfuerzos para seguir pidiendo la ayuda de otros y otras a que salgan al camino a servir junto a nosotros a los hermanos más necesitados.

Consejos FamiliaCombonianaProfundizar en el desafío de la espiritualidad, que nos permita tener un fundamento sólido de la acción que desarrollamos y nos impulse a anunciar el amor de Dios que, transformando nuestra vida, nos envió al mundo para que lo compartamos con los pueblos más necesitados. La necesidad de hacernos agentes de reconciliación, especialmente en las situaciones de guerra y posguerra en las que seguimos presentes, ser capaces de hablar de paz, amor y perdón como base para un futuro mejor.

Junto con esto la necesidad de repensar los ministerios que llevamos adelante, adecuarlos y formarnos para servir mejor a las necesidades de los hombres y mujeres de hoy en los diferentes continentes donde estamos presentes. Ser misioneros en el contexto en que cada uno se encuentra. Actualizando nuestra especificidad carismática, que al fin y al cabo es la única manera de mantenernos fieles a él. Con un lenguaje nuevo que llegue a las personas de hoy. Permanecer abiertos a los jóvenes y ofrecer una vida que vale la pena vivir, encarnada, no exenta de esfuerzo y sacrificio, pero sobre todo llena de felicidad y gozo. Ofreciendo también a nuestros miembros una formación que ayude a crecer desde el corazón, que no se quede en lo superficial o lo utilitarista sino que igualmente nos ayude a crecer como personas de manera individual y como comunidad cristiana.

Y por último reflexionar sobre nuestra realidad de Familia carismática, nuestro estilo de presencia y sobre todo nuestra apuesta como Familia por ser semilla de una Iglesia más comunitaria donde sacerdotes, religiosos, religiosas, seculares y laicos podamos compartir responsabilidades y en función de nuestras capacidades y especificidades servir a la gente, siendo germen de un nuevo tipo de relaciones como hermanos y hermanas de nuestra comunidad cristiana.

Finalizamos la mañana con la eucaristía, poniendo a los pies del altar todas estas reflexiones y la vida de todos los misioneros y misioneras esparcidos por el mundo y la de los pueblos que acompañan.

Consejos FamiliaCombonianaEn la tarde pudimos tener un rato para compartir los acontecimientos más relevantes de este pasado año 2014 para cada una de las ramas. Nos informaron desde la comisión que prepara el evento celebrativo del 150 aniversario del Plan de Comboni que tendrá lugar del 13 al 15 de marzo en Roma.

Terminamos la jornada con un momento de oración y nos citamos para finales de año. Esperamos que estos encuentros y cada pequeño encuentro que tengamos en nuestras comunidades nos ayuden a seguir caminando y sirviendo a la misión como Familia comboniana.

Experiencia en Mozambique

BeatrizQuerida Familia Misionera:

En la alegría de recibir al Niñito Jesús en nuestros corazones transformando todo aquello que solos no conseguimos y nos hace daño, para así habiendo cerrado nuestro año civil en armonía con nosotros mismos y nuestros hermanos. Aprovecho en este inicio de año para compartir hasta hoy lo que he vivido en esta misión.

Finalizando el 2014, haciendo comunidad con los Laicos Misioneros Combonianos, Flávio Schmidt (Brasileiro) e Márcia Costa (Portuguesa), uniendo fuerzas con los LMC de Mozambique en formación Francisco y Margarida mejor conocidos como el matrimonio Martinho, Ancha (los tres son profesores) y Zeferino joven de la comunidad; trabajando en sintonía con la Equipa misionera conformada por los Misioneros Combonianos (Sacerdotes y Hermanos) y las Hermanas Combonianas, en la parroquia de Carapira.

Beatriz            En lo que corresponde a mi persona, hago lo necesario para mantenerme lo mejor posible en lo humano, espiritual y mental. Aun con los cuidados que consigo tener no escapo de las enfermedades comunes en esta zona, también he tenido mis momentos de cansancio espiritual por descuidar mi oración personal no obstante a eso procuro retomarla de nuevo, para conseguir la paz interior. En relación al estudio, la lengua local para mí ha sido una limitante pues no consigo darme el tiempo y la concentración para estudiarla, la mayor parte del tiempo las personas hablan portugués. Personalmente me siento bendecida por Dios por permitirme y confiarme esta misión donde con mi presencia y aportaciones voy dando el mensaje que Dios tiene para este pueblo dejándolo en el corazón de cada una de las personas que encuentro cada día.

La comunidad para mí ha sido el hogar que conseguimos construir, tenemos un día comunitario a la semana distribuyéndolos en el mes de la siguiente manera: 1ºRetiro, 2ºLibre, 3ºTema de Formación, 4ºEvaluación y cuando hay 5º Libre. En los cuales reconocemos que no es fácil, siendo limitada nuestra comunicación y la integración para trabajar en equipo; más importante para un trabajo en conjunto como el que se nos ha confiado, centralizando nuestra mirada en la persona de Cristo, siendo nuestro motor, ha sido nuestra fuente para conseguir anunciar “La Alegría del Evangelio”; pasando por los momentos de prueba donde cada uno de nosotros mostramos nuestras cualidades y nuestros límites, poniendo en común los puntos a mejorar ha sido una manera en la que conseguimos restablecer el dialogo cuando nos hemos alejado el uno del otro, así es que hemos conseguido caminar juntos en este tiempo, realizando de la mejor manera posible nuestro trabajo y compromisos adquiridos. Hemos pasado por diferentes etapas las cuales hemos aprendido a respetarnos, solidarizándonos y apoyarnos en lo que se nos solicita o es permitido, en los momentos de enfermedad, actividades en casa, trabajos a realizar, apostolado en la parroquia, días de descanso, etc.

Beatriz            Los LMC en formación han sido un apoyo importante en mí caminar misionero poniéndome en sintonía con la realidad de la comunidad que muchas veces a simple vista no se deja ver. Es un desafío para mí estar como responsable en la formación del mismo, siguiendo la propuesta del comité internacional elaboramos un plan de Formación que responde a las necesidades del grupo y así conseguir estar en sintonía con los LMC del mundo. Con ellos hacemos Laudes los martes y jueves una semana en cada casa. Nuestro encuentro anual han participado de inicio a fin los LMC de Mozambique enriqueciendo los resultados que conseguimos pues siempre hicieron sus aportaciones para la toma de decisiones, realizamos algunas animaciones misioneras en las parroquias combonianas y en la escuela Femenina de Nacala donde trabajan las hermanas combonianas, nos encontramos con un grupo de Laicos que acompañan las hermanas en Nampula; en algunas de ellas pusimos a la venta algunos accesorios religiosos para reunir fondos para la realización de nuestra semana misionera. Tuvimos una semana misionera en la comunidad de Namajuba donde conocimos otra realidad ya que es una zona donde están  a explorar los minerales de la tierra y como algunos de los problemas de nuestra comunidad se repiten (agua, escuelas, tierra) y sobre todo formando un buen equipo de trabajo con los dos jóvenes estudiantes de la EIC que se unieron al grupo de LMC.

En la Escuela mi trabajo ha sido de acuerdo a lo que se va necesitando, principalmente en la Secretaria desde ahí se puede realizar cualquier trabajo: limpiezas en los diferentes lugares de la escuela, ventas, inventarios, manuales de operación, orientación y acompañamiento vocacional a los alumnos, etc; tratando de identificar cual sería la mejor manera para realizar mudanzas donde son necesarias entrando en la conciencia de las personas de la localidad que trabajan en la misma, en coordinación con la dirección, la administración, pedagógico y jefe de internado; con la llegada de dos trabajadores que envía el distrito se ha dinamizado la realización de las tareas.

Formo parte del equipo vocacional de la parroquia con el Hermano Luis (Ita), la Hermana Lily (Mex) en su ausencia se unió la Hermana María Pia (Ita), en el cual organizamos retiros mensuales con los jóvenes que quieren tener un acompañamiento vocacional para entrar al seminario o a las congregaciones religiosas. Ha sido un espacio misionero que siempre he gustado trabajar.

BeatrizHa sido un año jubilar lleno de fiestas, iniciando con la apertura de los 150 años del plano de Comboni, tuvimos nuestros encuentros bimestrales donde con el método ver-juzgar-actuar, analizamos la realidad de nuestra misión. Siguiendo con la ordenación diaconal de MCCJ José Alberto y Abelino Diocesano, ya también tuvimos sus ordenaciones sacerdotales en mayo y en diciembre en las dos me toco participar. Los votos perpetuos de la Hermana Lily, los 50 años de la Parroquia de Carapira, la asamblea de los Combonianos, la asamblea de las Combonianas celebrando sus 60 años de presencia en Mozambique. Fiestas del sagrado corazón y San Daniel Comboni, los 50 años de la Escuela Industrias de Carapira, Despedidas, bienvenidas y aniversarios.

En el pueblo de Carapira siempre se aprende algo nuevo su paciencia y disponibilidad me compromete cada día más para dar lo mejor de mí en la realización de cualquier actividad, no es fácil pues desconozco la lengua, mas estamos apostado por la formación de los líderes, en cada una de los diferentes ministerios siendo esta nuestra principal actividad, cabe mencionar que todos las experiencias misioneras que viví en México me han servido muchísimo para saber compartir lo que tengo respetando lo que tienen, sin imponer la forma de vivir mi Fe, sino enriqueciéndola. Tenemos grandes retos como equipo misionero en este compartir y recibir.

Agradezco sinceramente su ayuda y colaboración, seguimos en contacto unidos en oración por el bien de la misión, su hna en Cristo Misioneros: Beatriz LMC

P.D. Jesús Misionero que ha nacido para mostrarnos con sencillez a Ser Humanos en el Amor de Dios, nos conceda las gracias que necesitamos para este año 2015.