Laicos Misioneros Combonianos

El servicio

Martha

Hola a todos. Soy Martha, si, parecida un poquito a la del Evangelio, aquella a la que muchas cosas le preocupan y le inquietan sabiendo que sólo una es necesaria. Soy originaria del Estado de Puebla, Pue., México. Ahí, tengo una familia muy hermosa integrada por mis padres, Martha y Fermín, cuatro hermanas y tres hermanos y ya casi veinte sobrinos. Tengo 33 años y trabajo en la ciudad de México, en el sector educativo. Me gustan los idiomas, jugar basquetbol, mi música favorita es aquella en la que suene la guitarra (mariachis, trova, tríos, bachata, rondallas, ranchera).

El motivo de este mensaje es para que conocieran un poco de mí y compartirles mi alegría por la designación que se me hiciera el pasado 14 de Septiembre para colaborar con las misiones como coordinadora de los Laicos Misioneros Combonianos de México. Considero a la familia comboniana mi familia espiritual y aunque no les conozca personalmente, es un gusto saber que mi familia es muy numerosa y que estamos unidos en el amor a Cristo y San Daniel Comboni misioneros.

Agradezco a Dios este llamado al servicio y me uno a sus oraciones por la unidad en nuestra familia misionera. Les presento también los nombres de las integrantes del equipo que estará al servicio de los LMC de México.

  • Coordinadora General. LMC. Martha Cruz Morales
  • Secretaria de Economía. LMC. Adriana Margarita Salcedo Cabello
  • Secretaria de Formación. LMC Ma. Teresa Moreno García
  • Secretaria de animación misionera. LMC Manuela Valladares Esquivel
Martha Martha

Aquí les comparto dos fotos, a la izquierda, en el campo misión en la montaña de Guerrero, en la comunidad de Buenavista con Adomid, un niño na savi muy sonriente. Y a la derecha, en mi pasado cumpleaños con cuatro de mis sobrinos: Luz, María José, Cuauhtémoc y Guadalupe.

Martha Morales

Nuevo Boletín LMC Costa Rica

Costa RicaComboni pidió siempre que sus misioneros fueran santos y capaces.

Santos, porque todo aquel que sigue a Cristo debe aspirar a hacerse imagen y semejanza perfecta del Señor, en todo, hasta la cruz. Un cristiano que no desea ser como Cristo, queda a medias en su camino espiritual. Y capaces, porque, como Cristo, el misionero debe también perfeccionaste en una labor, para construir con hechos concretos el Reino de Dios acá en la tierra.

En este caminar misionero, cada miembro de la comunidad va descubriendo sus dones y talentos en el trabajo en conjunto, va perfeccionando sus propias habilidades, y las pone al servicio de los demás. Y es en esa labor comunitaria, donde cada uno descubre que es esencial para construir Iglesia, y para hacerse Cuerpo de Cristo.

De esta manera, y poco a poco, los LMC de Costa Rica han visto la necesidad -a ejemplo de otras comunidades LMC- de comunicar y animar a la Iglesia local, con medios y herramientas que permitan dar a conocer el carisma misionero, y atraer más personas deseosas de vivir la misión hasta sus últimas consecuencias.

El primer proyecto realizado por los LMC costarricenses en el área de la comunicación, es el boletín misionero, el cuál ha salido por primera vez, en el mes de la misiones. Este boletín es el fruto de un trabajo común, en el cuál cada uno desarrolló una de las secciones del boletín.

Es un primer experimento que aún debe mejorar, claro está, pero es también una alegría poder ver realizado un sueño que empezó a inicios de año. La idea es que, a través del boletín, se informe de notas importantes de la misión de toda la Iglesia, y más específicamente de los trabajos que llevan a cabo los LMC en todo el mundo.

De hecho, esperamos que todos, como una sola familia comboniana, podamos estar presentes, en este boletín, que será de tiraje mensual. Por esta razón, los instamos a compartir sus experiencias misioneras o proyectos en sus distintas comunidades y misiones, para darlas a conocer en nuestro país -de forma impresa y digital- y desarrollar, por este medio, una fuerte animación misionera. Cualquier escrito o testimonio que deseen compartir pueden enviarlo al correo de los LMC Costa Rica: laicosmisioneroscombonianos.cr@gmail.com.

Esperamos que este primer número sea de su agrado, y que, con sus oraciones y observaciones, podamos ir mejorándolo día a día. Unidos en oración.

Os dejamos aquí una copia digital del mismo: BoletinCR

Christian Madriz

Retiro anual LMC Perú 2014

Retiro LMCLos días 26, 27 y 28 del presente mes de septiembre los Laicos Misioneros Combonianos del Perú tuvimos la oportunidad de convivir un retiro espiritual en la casa Foyer de Charité en Ñaña, un distrito de Lima. Estuvieron presentes LMC de Trujillo, Arequipa, Huánuco y de Lima. La ocasión fue propicia para reflexionar puntos importantes de nuestra vida como Laicos Misioneros Combonianos, compartir nuestras experiencias de vida en la misión especialmente con nuestros hermanos ad-gentes nacionales y extranjeros.

Las dificultades van y vienen en nuestra vida, son cotidianos los problemas económicos, familiares, laborales, etc. Sin embargo nuestra fortaleza está en la oración y la fe que compartimos en medio de estas tempestades.

Ser un Laicos Misionero en estos tiempos requiere mucha entrega y pasión por esta opción de vida para la que San Daniel Comboni procuraba misioneros “Santos y Capaces”.

Este retiro nos reconforta y nos impulsa a dar pasos significativos en nuestra vida como LMC y a crecer como familia misionera.

Fisher LMC Perú

Finaliza el III encuentro LMC América

AntiguaEl III Encuentro de los Laicos Misioneros Combonianos en América se llevó a cabo en Ciudad de Guatemala, del 16 al 20 de Setiembre, junto con el Comité Central de los LMC. La semilla plantada por san Daniel Comboni no ha dejado de dar frutos abundantes en los corazones que hacen silencio para escuchar la voluntad de Dios.

El Encuentro contó con la participación de los LMC del continente –EUA/Canadá, México, Guatemala, Costa Rica, Colombia, Perú, Brasil- así como de los padres asesores y una hermana Comboniana. Éste fue realmente un encuentro lleno de culturas e idiomas, pero unidos por un mismo espíritu misionero y comboniano.

Cada día, todos nos encontramos en la Santa Eucaristía, la cuál fue el alimento necesario para enfrentar los desafíos de trabajo que se nos presentaron conforme avanzó el Encuentro.

Después de la misa, en las jornadas de trabajo se tocaron diferentes temas, relacionados con el Camino de los LMC: coordinación, estructura, economía, formación, misión, entre otros; con el fin de llegar a acuerdos y propuestas que ayuden a cada comunidad a seguir profundizando en este hermoso carisma que hemos recibido como don de Dios.

Fueron días de mucho cansancio, de debate, de buscar el Camino común. Pero también fueron días de alegría, de compartir, de conocernos y sentirnos parte de una hermosa familia que va creciendo, quizás no a pasos agigantados, pero sí a pasos firmes bajo el peso precioso de la cruz de Cristo.

También, días de sentirnos hermanos, más allá de un idioma o una nacionalidad, más allá de las fronteras físicas, nos sentimos hijos bajo la protección de san Daniel Comboni. Cada día pudimos recordar que nuestro ser comboniano brotó del corazón traspasado de Cristo, clavado a ese madero.

Entre las sesiones de trabajo, pudimos conocer, también, más sobre la labor que se está realizando en cada Comunidad LMC de los distintos países participantes, y de esta manera, enriquecer la experiencia comunitaria vivida. Y nuestros hermanos guatemaltecos nos regalaron varias actividades culturales, para conocer más de la riqueza, historia y tradiciones “chapinas”.

Hoy, al mirar hacia atrás, no queda otra cosa que sonreír, con paz en el corazón por el trabajo realizado, sabiendo que el verdadero encuentro apenas comienza. Si queremos que las conclusiones del Encuentro den fruto, todos debemos poner manos a la obra, debemos trabajar juntos y esforzarnos por llevar el mensaje de Cristo a tantos hermanos que aún no lo conocen.

Necesitamos estar más en comunicación, reconocer que la misión no le pertenece a un país, sino a la Iglesia, a todos los que la conformamos. Necesitamos el apoyo de nuestros hermanos mayores, los MCCJ, y asumir nuestro papel protagonista como Laicos Misioneros Combonianos. Necesitamos construir juntos, y comprometernos en un trabajo misionero más global. Falta camino por recorrer, pero justamente nuestras carencias son las que deben motivarnos a seguir adelante, buscando crecer y mejorar, para acercarnos más al llamado específico de Dios. El camino se recorre más fácilmente cuando lo caminamos juntos.

Algunos, quizás, querrán saber si el Encuentro valió la pena, o si fue un éxito. Creo que las cosas de Dios no se pueden medir en estos términos, pues podríamos malentender la obra. Y esta obra se construye desde el Amor, con Amor y por Amor. Ese Amor que incluye el sacrificio de estar dispuestos a dar la vida.

Sin embargo, algo que sí podemos afirmar, es que el Encuentro ayudó para asumir juntos nuestro papel, para estrechar lazos, para conocer los rostros –y sobre todo los corazones- de quienes, desde sus realidades y países, van construyendo el carisma de San Daniel Comboni en la cotidianidad y el anonimato, conscientes que el único protagonista de la obra es Jesucristo, como bien lo entendió Comboni.

Christian Madriz

Simposio Comboniano-Propuestas concretas para el Plan de Acción Apostólica en vista del Capítulo general XVIII

SusanaDespués de una semana de trabajo, desde el Plan de Comboni hasta la reflexión sobre la misión hoy, quisimos hacer la síntesis del trabajo realizado, tratando de llegar a conclusiones aceptadas por unanimidad por los participantes.

Así, por grupos, elaboramos ​​propuestas concretas para la misión comboniana hoy. Estas se discutieron en asamblea plenaria con el fin de llegar a un plan de acción apostólica coherente tanto con las urgencias de la misión como con la identidad comboniana.

Por la tarde, los participantes reflexionaron y propusieron determinados aspectos para ser tomados como una contribución al XVIII Capítulo general.

Al final de esta semana, permanece un grito en el corazón de cada uno de nosotros: somos misioneros “para que tengan vida y una vida en abundancia.”

Susana y P Enrique

Susana Vilas Boas