La segunda jornada de la VII Asamblea Internacional del movimiento LMC ha estado dedicada al informe del Comité Central (CC), presentado por Alberto (España), como responsable del CC, una pequeña estructura que nos dimos para impulsar el movimiento a nivel internacional, para dar seguimiento a los acuerdos alcanzados en los distintos encuentros internacionales. Gracias a contar con una persona liberada se pueden desarrollar muchas tareas, y debemos tener paciencia para acompasar el ritmo del Comité Central con el de los distintos países. El responsable del Comité Central realiza también labores de representación del LMC en los encuentros del resto de la Familia Comboniana, permitiendo una fluida comunicación que favorece la valorización del movimiento LMC. Y por supuesto, acompaña a los equipos coordinadores de los distintos países y comités continentales, y poner en común las iniciativas y caminos de los distintos países para aprender y caminar juntos.
En la actualidad somos 450 LMC en 21 países. Un gran reto es que, aunque en estos últimos 6 años hemos enviado 41 LMC a misiones internacionales, solo 16 LMC están actualmente en nuestras 5 misiones internacionales, aun siendo esa una de las prioridades que forma parte de nuestra identidad. En este sentido reconocemos la necesidad de un acompañamiento durante la vida para sostener nuestra vocación misionera. Igualmente, necesitamos tener claro nuestra propuesta misionera para poder ofrecerla a quienes se acercan con interés de conocer esta vocación. Necesitamos, como Comboni, personas y recursos económicos. Reforzar la animación misionera y, en cuanto a la economía, sentir como propias las necesidades de otros países mientras no dejamos de buscar recursos económicos en nuestros propios países. Nos inspira el sueño de S. Daniel Comboni, que miró más allá de las dificultades de cada momento, sin dejar por ello de ser realista, poniendo en el centro las necesidades de la misión. La utopía siempre nos ayuda a caminar.
Otra tarea importante del CC es acompañar a las comunidades internacionales, recordando que los países que envían LMC al exterior son corresponsables en ese acompañamiento. En este periodo transcurrido desde la Asamblea de Roma, la JPIC ha dado pasos importantes, con el trabajo sobre la ministerialidad y la publicación de dos libros de reflexión al respecto. Reconocemos la JPIC como un ámbito de especial interés para el laicado.
En un movimiento con fragilidades, escasez de personas y recursos, cuidar la espiritualidad es especialmente necesario como soporte y fundamento. El informe del CC nos recuerda especialmente también la necesidad de reflexionar en cada país cómo se contribuye económicamente al Fondo Común Internacional. Actualmente más del 40% de nuestros recursos proceden de los MCCJ.
Después de compartir el informe del Comité Central, hemos tenido también oportunidad de repasar cómo hemos ido avanzando en la puesta en marcha de los acuerdos tomados en la anterior Asamblea celebrada en Roma en 2018, recogidos en 96 propuestas. Entre tantas cuestiones, podemos señalar que hemos avanzado en el camino, necesitando aún profundizar. Destacamos la realización de la Guía internacional de Formación y la Guía internacional de Comunicación, como servicio a los distintos movimientos LMC nacionales.
En la tarde, hemos repasado el proceso de reconocimiento eclesial como Asociación Internacional de Fieles, discutiendo el borrador de Estatutos del Movimiento LMC Internacional. Alberto destacó que conseguir este reconocimiento supondrá un objetivo buscado desde hace tiempo y que va a significar diferencias significativas. La responsabilidad última del movimiento LMC será para los propios LMC, en sus diferentes estructuras internacionales y nacionales. Debemos tomar conciencia de ello. Sin embargo, los estatutos no serán nuevos, no incluirán nada que no esté ya recogido en los anteriores acuerdos internacionales. Es pues una diferencia cualitativa. En la noche tuvimos un momento siempre especial, como es repasar las distintas comunidades internacionales, con la oportunidad de mantener una breve videollamada con las comunidades de Acailandia-Piquia (Brasil), Mongumba (R. Centroafricana) y Carapira (Mozambique)[i]. Este grato momento on line se cerró con este mensaje de Federica desde Carapira: Cada día rezamos por ustedes, para que el Señor Jesús tenga espacio en nuestro corazón abierto y Ana desde Piquiá: el deseo de continuar al regreso a Europa apoyando las realidades que están
[i] Además de estas comunidades internacionales, actualmente contamos con Arequipa (Perú) y Kitelakapel (Kenya).
Las personas y los recursos económicos siempre serán siempre un punto importante y de recordar a todas las comunidades el aporte tanto para su grupo local como para el internacional.
Mireya