Laicos Misioneros Combonianos

Pequeñas historias, vivencias compartidas

Es un nuevo año que ya ha llegado a la mitad, con muchas esperanzas iniciamos con alegría esta nueva etapa en los LMC, tratando de que todos en la comunidad participemos con nuestras habilidades y disponiéndonos cada día a aprender más.

En el afán de compartir sencillamente nuestras vivencias como comunidad, algunos nos hemos tomado el tiempo para compartir nuestras alegrías, meditaciones y vivencias en torno a nuestro SER LMC.

“El día de domingo se realizó la convivencia mensual de los LMC en Casa Comboni en el salón pequeño. No estuvimos todos los Laicos por diferentes razones. Hubo cambios en el calendario de este mes. La animación misionera se trasladó para el 28 de mayo y el 30 de abril llegaremos para realizar mejoras en el programa de Chispuditos. Los esposos Mena les tocó realizar el altar y nos explicaron el significado de lo que colocaron.

En la formación se llevó el formulario de la autonomía de grupos LMC, una muy buena reflexión que nos llevó a tomar decisiones como comunidad.  También se dijo que cada una de nosotros busquemos un donante para la misión, luchar por los proyectos de comprar un vehículo y construir una casa de misión, también hablar con el párroco de donde vivimos para hacer más animaciones misioneras.”

Mercedes

“El jueves que fui a la adoración al Santísimo, encontré u amigo y le hablé de la misión, de todo lo que hacíamos, del programa de Chispuditos. Se emocionó y dijo que era una lastima que ya se había comprometido con un grupo de la iglesia.

Otro día vino una señora a inyectarse y nos pusimos a platicar. Me contó que ella no rezaba el rosario, pero un día que llego conmigo yo le conté que yo lo rezaba todos los días y mis peticiones. Ese día tomó la decisión de rezarlo a diario y que le daba las gracias a Dios por todos los consejos que le di.

Un día que regresaba de la iglesia encontré una antigua vecina y se alegró mucho de verme, me abrazaba y abrazaba diciendo que le hacía falta, pues tan solo verme caminar por la calle sentía que le transmitía tranquilidad o seguridad, que no sabía explicarlo.”

Mirta

Compartimos desde la sencilles de corazón y les hacemos saber que vamos caminando, conociéndonos más como comunidad, encontrándonos con nuestro prójimo y colocándonos al servicio.

Dios bendiga la misión, los LMC y San Daniel Comboni interceda por cada uno de nosotros.

LMC Guatemala

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