Este camino con los jóvenes ya cuenta con medio año y la verdad es que cada día sentimos que va más lejos. Desde los primeros días sus vidas se cruzaron con las nuestras y desde ese momento decidimos que de alguna manera teníamos que caminar juntos.
El grupo nació y, aunque sin nombre, fue creciendo con el testimonio de vida de todos.
Ahora son ellos los que llevan el timón. Nosotros plantamos un poco de la semilla que traemos dentro y juntos veremos cómo dará frutos.
Paula y Neuza. LMC Arequipa