La Navidad es una presencia, una presencia de amor. Este es el estilo de Jesús eligió para su misión, este es el estilo que se supone que debemos también tener en nuestra vida como misioneros… ¡dondequiera que estemos! Desde que llegamos aquí en agosto de 2011, siempre hemos tratado de ser una presencia que pueda despertar signos de interrogación en la vida de las personas, es muy difícil dar respuestas a causa de las diferencias que tenemos, pero al menos podemos dar testimonio con nuestro estilo de vida como familia, médico, educador, padre, madre, esposo, esposa y cristianos.
Esta es la razón por la que nunca quisimos hacer proyectos muy grandes, construir estructuras y cosas así.
Jesús no vino con dinero… Él vino pobre, Jesús no construyó templos… sino el templo de su cuerpo. Viviendo aquí ahora por un tiempo bastante largo, tenemos la posibilidad para comparar nuestro estilo con el estilo de algunas organizaciones no gubernamentales… para nosotros, que no tenemos ningún objetivo inmediato que alcanzar, simplemente podemos hacer nuestro trabajo y vivir nuestra vida de la mejor manera posible. Si tuviéramos que valorar la vida de Jesús por los resultados que obtuvo, se puede decir que no lo consiguió. Pero sabemos que no es así.
De la misma manera, nos cuesta ver que en el hospital las enfermeras se muestran perezosas a pesar de Maria Grazia trata de hacerles entender que deben estar más comprometidas por el bien de los pacientes, o no es gratificante cuando fijamos una reunión de la comisión de justicia y paz y no viene nadie… pero estamos seguros de que este es el camino correcto para estar presente entre estas personas.
Así que, donde quiera que estés viviendo en este momento, os deseamos que seáis sea una presencia de amor para las personas que te rodean. Sin importarte los resultados que consigas, pero tratando solamente de dar lo mejor siguiendo los planes que Dios preparó para ti… de la misma manera que Jesús intentó (y logró) hacer la voluntad del Padre!
Necesitamos sentir presencias de amor a nuestro alrededor, estamos llamados a ser presencia de amor entre las personas.
Feliz Navidad desde Aber (Uganda).
Por Marco Piccione