Ha sido una experiencia que tocó nuestro corazón con la luz del Evangelio, invitándonos a reconocer a Jesús incluso cuando nuestra ceguera humana nos impide verlo. Él se manifiesta en cada instante de nuestras vidas, ofreciéndonos la libertad de elegir nuestros caminos. Inspirados por la actitud de los discípulos de Emaús, quienes optaron por el camino del anuncio y la fracción del pan, comprendimos la urgencia de compartir esta experiencia con nuestros hermanos, transformando así nuestras vidas y nuestro compromiso en la misión.
Como Laicos Misioneros Combonianos, estamos llamados a seguir este mismo camino: anunciar con alegría y ponernos al servicio de los más necesitados. Este aprendizaje, profundizado durante el retiro realizado los días 1, 2 y 3 de agosto en el Centro Laudato Si’ en Lima – Perú, bajo el acompañamiento del P. Gianni Gaiga MCCJ, renovando nuestro compromiso de vivir y transmitir el amor de Cristo en el mundo.

Teodolinda Chingel Nuñez
LMC-Perú