El pasado día 10 de junio, día del Ángel de Portugal, nos reunimos con varios miembros de las diversas ramas de la Familia Comboniana – Misioneras Seculares Combonianas, Hermanas Misioneras Combonianas y Misioneros Combonianos – para, con mucha alegría, celebrar por primera vez el DÍA DE LA FAMILIA COMBONIANA. El evento tuvo lugar en Óis de Ribeira (Fermentelos – Águeda) y éramos unos 50 misioneros y misioneras.
Después de los abrazos de quien se reencuentra en espíritu de familia, el programa comenzó con la Eucaristía que se desarrolló en una de las salas de la casa de los Combonianos de Fermentelos. ¡Confieso que es un lugar que a mí me recuerda un verdadero cenáculo de Jesús por la sencillez que prima en todo el espacio!
Seguimos con el almuerzo compartido y una convivencia en la Pateira de Óis de Ribeira, donde pudimos disfrutar del agradable día soleado, entre conversaciones, compartir la vida, las canciones y mucha naturaleza. Fue curioso la semejanzas de toda la belleza de Pateira, en la que existe un gran lago, con el Lago de Garda junto al cual San Daniel Comboni creció.
Un día de convivencia para celebrar la fertilidad del carisma comboniano en los 150 años de la fundación de los Misioneros Combonianos. Y “como son bellos los pies que anuncian la paz”, poder estar más cerca de cada persona que constituye esta gran Familia y enamorarse aún más de ella, por la grandiosidad del corazón de cada uno que allí estuvo aquel día.
Con Amor, Carolina Fiúza