Laicos Misioneros Combonianos

¡Cuidar de nuestra casa común y de la democracia es una lucha diaria!

En la conferencia Generando Esperanza por la Justicia Climática, promovida por el Vaticano con motivo del décimo aniversario de la encíclica Laudato Si’, el papa León XIV subrayó que «no hay lugar para la indiferencia o la resignación», y, entre tantas advertencias, habló de la necesidad de que «todos en la sociedad, a través de organizaciones no gubernamentales y grupos de defensa, presionen a los gobiernos para que desarrollen e implementen regulaciones, procedimientos y controles más estrictos. Los ciudadanos deben asumir un papel activo en la toma de decisiones políticas a nivel nacional, regional y local».

Este llamamiento del Papa está directamente relacionado con la reflexión realizada en el Grito de los Excluidos de este año, una manifestación que tiene lugar en Brasil cada 7 de septiembre, como podemos leer en la reflexión compartida por la LMC italiana, Emma Chiolini, a continuación:

La manifestación tiene un profundo significado desde su creación en 1995, ya que pone de relieve las desigualdades existentes en diversos ámbitos, como la falta de acceso a la salud, la educación, la vivienda, el trabajo digno y la seguridad, que aún no estarán garantizados para todos en 2025. El evento de este año también tiene como lema «¡Cuidar de nuestra casa común y de la democracia es una lucha diaria!», lo que refleja la conexión con las crisis climática y social y la defensa de la democracia en un momento de amenazas internas y externas. Además, este año en particular, se ha mostrado solidaridad con el pueblo palestino y el genocidio que sufre en una guerra sin precedentes, política, social y humanamente injusta. Más que una protesta, el Grito de los Excluidos representa la resistencia popular, articulando la defensa de los derechos humanos, la soberanía nacional y la democracia. La manifestación es, por lo tanto, un llamamiento a la solidaridad y a la participación ciudadana, reafirmando que la lucha por la justicia social debe ser constante para que Brasil y el mundo avancen hacia una sociedad más justa, democrática y sostenible.

En 2025, el movimiento refuerza estas reivindicaciones promoviendo un Plebiscito Popular, cuyo objetivo es incluir a la población en las decisiones sobre cuestiones como la reducción de la jornada laboral, el fin de la escala 6×1 y la tributación de los súper ricos. La participación de todos es importante; es democracia, es igualdad, es reconocimiento. No podemos permanecer indiferentes ante el sufrimiento de aquellos que son aplastados a diario por esta sociedad. No podemos permanecer indiferentes ante la desigualdad. No podemos permanecer indiferentes ante el sufrimiento de los pueblos oprimidos y la arrogancia de los más fuertes. Por lo tanto, el grito de los excluidos no debe ser silenciado, ni debe ser silenciada la denuncia de aquellos que desean silenciarlo. Creo en un camino que se construye juntos, que parte desde abajo, desde el pueblo, desde una conciencia crítica, que nos permite ver que la lucha debe ser constante y continua. Bertolt Brecht dijo que cuando la injusticia se convierte en ley, la resistencia se convierte en un deber. En un mundo globalizado, ya no podemos decir que no sabemos. Pepe Mújica nos dejó una cita que sirve de ejemplo para nuestro día a día: «La política es una lucha por la felicidad de todos». En un mundo en el que la humanidad parece estar desapareciendo, volvamos a marcar la diferencia: ¡volvamos a ser humanos!

Emma Chiolini, Salvador, Brasil

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