Comboni Lay Missionaries

A Retreat that Leads us to Savor Life

El silencio es un don de Dios, un don capaz de dar mucho fruto a los que se atreven a "perder" tiempo para ganar calidad de vida, una vida plena que sólo Jesús puede darnos. Todavía estoy saboreando todo lo que escuché, medité y sentí en el retiro de Cuaresma organizado por los Laicos Misioneros Combonianos y orientado por el Padre Horácio Rossas, MCCJ. Como hemos mencionado anteriormente, este tiempo de Cuaresma y, en particular, el tiempo que estuvimos en el retiro, es un tiempo que Dios nos ha regalado para "perder" tiempo con Jesús. Pero en el fondo, quien quiso pasar tiempo con nosotros fue el mismo Jesús. Es increíble, ¿no? Jesús quiso pasar tiempo conmigo y con todo el que se atrevió a salir a su encuentro. Alguien tan importante como Jesús, alguien que es Dios, no sólo quieren saber de mí y quiere estar conmigo, ¡es él quien quiere pasar tiempo conmigo! Se nos invitó a reflexionar sobre varios pasajes bíblicos que nos propusieron. ¡Fue intenso! ¡Fue emocionante! Como ya he mencionado, ¡la vida espiritual necesita momentos de gran silencio exterior y gran trabajo interior! Y este retiro fue muy fértil en momentos de reflexión, en momentos de encuentro personal con Dios y en momentos donde sentir Su amor puro, de una manera tan grande, como aquel momento en que dejó nuestro corazón limpio, después de que el sacramento de la reconciliación. Nada es por casualidad y seguro de que no fue un accidente empezar escuchando al comienzo del retiro, las palabras del Salmo 63: "¡Oh Dios, tu eres mi Dios mío! ¡desde el amanecer ya te estoy buscando! Mi alma tiene sed de ti". Recuerdo como reflexionamos sobre nuestra insistencia en querer hacerlo todo por nosotros mismos. ¡Los discípulos echaron sus redes y no pescaron nada! Pero cuando Jesús aparece... Ah, cuando Jesús aparece, ¡todo cambia! Después de todo, ¡es Él que hace todo posible en nuestras vidas! Qué bueno es entender que todos mis miedos, mis inseguridades, todos los obstáculos pueden ser superados si confío en Dios, un Dios que es amor y que nos ama hasta la última gota de amor. Por otro lado, fuimos invitados a meditar en qué medida permitimos que Dios nos ame... El discípulo amado puedo ser yo, ¡puedes ser tú! ¡El discípulo amado es todo aquel que permite que Dios entre en su vida y se deja amar por Él! ¡El amor de Dios es un regalo gratis! ¡Él no nos ama porque seamos guapos o porque sólo hagamos el bien! ¡Él nos ama tal como somos! ¡Él nos ama con nuestras limitaciones! ¡Él nos ama con nuestros errores! Honestamente siento que Dios me ama a pesar de todas mis debilidades y todos mis errores, me da una alegría y una paz interior que sólo puede venir de Dios... ¡Nunca nos debemos resistir al amor de Dios! ¡Debemos dejarnos amar como somos! También nos invitaron a reflexionar sobre el Cristo resucitado porque quien no hace la experiencia de Cristo resucitado todavía no dio un saltó de fe. La fe en la resurrección nos da una nueva mirada a la realidad. ¡Llegamos a ver la vida de otra manera! ¡Creo, sinceramente que este retiro me ha ayudado mucho en el crecimiento de mi fe! Yo, en realidad, me encontré con Dios varias veces este fin de semana: en las diferentes explicaciones de la palabra de Dios; en las meditaciones personales; en misa; en la reconciliación; en la contemplación de la naturaleza... Terminamos el retiro con la celebración de la Eucaristía dominical. Como la mujer samaritana, todos pedimos a Jesús: "Señor, dame de esa agua". ¡Al final todo es por Él! ¡Gracias Jesús por invitarnos a pasar este hermoso retiro contigo! ¡Eres importante para mí, Eres importante para nosotros, Laicos Misioneros Combonianos! ¡Te queremos! También en la Eucaristía del domingo, la LMC Cristina Sousa, con la familia LMC, declaró su compromiso. También ella hace parte del plan que Comboni soñó, también ella es una de las mil vidas para la misión. LMC PortugalSilence is God’s gift, a gift capable of bearing much fruit for those who dare “waste” the time in order to gain quality of life, the full life that only Jesus can give us. I am still enjoying all that I have listened to, meditated upon and felt at the Lenten retreat organized by the Comboni Lay Missionaries and led by Fr. Horácio Rossas, mccj. As we already mentioned, this time of Lent and, in particular, the time we spent on retreat, is a time that God has given us to “waste” time with Jesus. However, in the end it was Jesus himself who chose to spend time with us. Incredible, no?! Jesus chose to spend time with me and with all those who dared to come to meet him. Someone as important as Jesus, someone who is God, not only wants to know about me and stay with me, but chooses to spend time with me!

El silencio es un don de Dios, un don capaz de dar mucho fruto a los que se atreven a "perder" tiempo para ganar calidad de vida, una vida plena que sólo Jesús puede darnos. Todavía estoy saboreando todo lo que escuché, medité y sentí en el retiro de Cuaresma organizado por los Laicos Misioneros Combonianos y orientado por el Padre Horácio Rossas, MCCJ. Como hemos mencionado anteriormente, este tiempo de Cuaresma y, en particular, el tiempo que estuvimos en el retiro, es un tiempo que Dios nos ha regalado para "perder" tiempo con Jesús. Pero en el fondo, quien quiso pasar tiempo con nosotros fue el mismo Jesús. Es increíble, ¿no? Jesús quiso pasar tiempo conmigo y con todo el que se atrevió a salir a su encuentro. Alguien tan importante como Jesús, alguien que es Dios, no sólo quieren saber de mí y quiere estar conmigo, ¡es él quien quiere pasar tiempo conmigo! Se nos invitó a reflexionar sobre varios pasajes bíblicos que nos propusieron. ¡Fue intenso! ¡Fue emocionante! Como ya he mencionado, ¡la vida espiritual necesita momentos de gran silencio exterior y gran trabajo interior! Y este retiro fue muy fértil en momentos de reflexión, en momentos de encuentro personal con Dios y en momentos donde sentir Su amor puro, de una manera tan grande, como aquel momento en que dejó nuestro corazón limpio, después de que el sacramento de la reconciliación. Nada es por casualidad y seguro de que no fue un accidente empezar escuchando al comienzo del retiro, las palabras del Salmo 63: "¡Oh Dios, tu eres mi Dios mío! ¡desde el amanecer ya te estoy buscando! Mi alma tiene sed de ti". Recuerdo como reflexionamos sobre nuestra insistencia en querer hacerlo todo por nosotros mismos. ¡Los discípulos echaron sus redes y no pescaron nada! Pero cuando Jesús aparece... Ah, cuando Jesús aparece, ¡todo cambia! Después de todo, ¡es Él que hace todo posible en nuestras vidas! Qué bueno es entender que todos mis miedos, mis inseguridades, todos los obstáculos pueden ser superados si confío en Dios, un Dios que es amor y que nos ama hasta la última gota de amor. Por otro lado, fuimos invitados a meditar en qué medida permitimos que Dios nos ame... El discípulo amado puedo ser yo, ¡puedes ser tú! ¡El discípulo amado es todo aquel que permite que Dios entre en su vida y se deja amar por Él! ¡El amor de Dios es un regalo gratis! ¡Él no nos ama porque seamos guapos o porque sólo hagamos el bien! ¡Él nos ama tal como somos! ¡Él nos ama con nuestras limitaciones! ¡Él nos ama con nuestros errores! Honestamente siento que Dios me ama a pesar de todas mis debilidades y todos mis errores, me da una alegría y una paz interior que sólo puede venir de Dios... ¡Nunca nos debemos resistir al amor de Dios! ¡Debemos dejarnos amar como somos! También nos invitaron a reflexionar sobre el Cristo resucitado porque quien no hace la experiencia de Cristo resucitado todavía no dio un saltó de fe. La fe en la resurrección nos da una nueva mirada a la realidad. ¡Llegamos a ver la vida de otra manera! ¡Creo, sinceramente que este retiro me ha ayudado mucho en el crecimiento de mi fe! Yo, en realidad, me encontré con Dios varias veces este fin de semana: en las diferentes explicaciones de la palabra de Dios; en las meditaciones personales; en misa; en la reconciliación; en la contemplación de la naturaleza... Terminamos el retiro con la celebración de la Eucaristía dominical. Como la mujer samaritana, todos pedimos a Jesús: "Señor, dame de esa agua". ¡Al final todo es por Él! ¡Gracias Jesús por invitarnos a pasar este hermoso retiro contigo! ¡Eres importante para mí, Eres importante para nosotros, Laicos Misioneros Combonianos! ¡Te queremos! También en la Eucaristía del domingo, la LMC Cristina Sousa, con la familia LMC, declaró su compromiso. También ella hace parte del plan que Comboni soñó, también ella es una de las mil vidas para la misión. LMC PortugalWe were invited to reflect over various Bible passages that were proposed. It was intense! It was moving! As I have already mentioned, spiritual life needs times of interior silence and a lot of internal work! This retreat was very fertile in moments of reflection, moments of personal encounters with God and in moments where we felt his pure love in such a deep way, such as the moment when he purified our hearts, after the sacrament of reconciliation.  Nothing happens by chance and for sure it was not a coincidence when we listened, at the beginning of the retreat, to the words of Psalm 63: “O God, you are my God. From the dawn of day I look for you. My soul thirsts for you.”

I remember how we reflected on our insistence to do it all by ourselves. The disciples cast their nets and caught nothing! But after Jesus appeared… Ah, when Jesus appears, everything changes! After all, he is the one who makes everything possible in our lives! How good it is to understand that all my fears, my insecurities, my obstacles can be conquered if I trust in God, a God who is love and who loves us to the last drop.

Retiro LMC PortugalOn the other hand, we were invited to meditate in what measure we allow God to love us… The disciple who is loved could be me, or you! The disciple who is loved is anyone who allows God to enter his/her life and consents to be loved by him! The love of God is a free gift! He does not love us because we are good looking or only do good things! He loves us as we are! Loves us without limits! Loves us with our mistakes! Honestly, I feel that God loves me in spite of my weaknesses and mistakes and gives me a joy and the interior peace that can only come from God… We must never put up a resistance to the love of God! We must allow ourselves to be loved as we are!

We were also invited to reflect over the risen Christ, because those who have not yet experienced it have not yet experienced the leap of faith. Faith in the resurrection gives us a new view of reality. We come to see life in a different manner!

I sincerely believe that this retreat has helped me a lot in increasing my faith! I, in fact, met God many times during this weekend: in the various explanations of the word of God; in my personal reflections; at Mass; during reconciliation; in contemplating nature…

We ended the retreat with Sunday Mass. Together with the Samaritan woman, we asked Jesus: “Lord, give us of this water.” In the end qall is for him! Thank you, Jesus, for this invitation to spend this retreat with you! You were important to me, to us, CLM! We love you!

During our Sunday Eucharist the CLM Cristina Sousa, with the entire CLM family, made her commitment. She too is part of the plan Comboni dreamed of, she is one of the thousand lives for mission.

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