Soy Cristina Paulek y pertenezco a la Asociación de Laicos Misioneros Combonianos de Brasil desde 1998. En este viaje misionero quiero destacar la importancia de la IGLESIA LOCAL: “¡Corazones encendidos, pies en camino!”.
Nací en Curitiba/PR y crecí en la Parroquia de Santa Amélia, donde están presentes los MCCJ, y fue allí donde di mis primeros pasos en la Iglesia y en la vivencia del espíritu misionero. Fue en la parroquia donde recibimos una sólida formación para ser laicos y protagonistas de la historia, en el espíritu del Concilio Vaticano II y en la experiencia de las pequeñas comunidades eclesiales de base. Fue en esta realidad que trabajé pastoralmente en la parroquia y en la Arquidiócesis de Curitiba, en la Pastoral Penitenciaria, en la Animación Misionera en el COMIDI, en el CEBI, entre otros.
Sobre todo, fue en la comunidad donde descubrí que la Iglesia es misionera por naturaleza, que todo bautizado es misionero. No es el privilegio de unos pocos que viajan más lejos, todos somos misioneros.
El lema del Congreso Nacional Misionero de este año, inspirado en la experiencia de los Discípulos de Emaús, nos ayuda mucho, porque es en comunidad, en el compartir el pan y la vida donde descubrimos que Jesús camina con nosotros. Cuando experimentamos un corazón ardiente, nos ponemos en camino.
Misa de despedida en la Comunidad Santa Amélia con los padres y el párroco P. Walter.
Cristina Paulek, LMC