El pasado 16 de junio celebramos la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, un día muy especial para todos nosotros católicos, y para los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús, también en adelante para este humilde servidor, quien, con el corazón lleno de muchísima alegría, bajo el amparo y protección de la Virgen María de Nazaret e intercesión de San Daniel Comboni, toma su Compromiso como Laico Misionero Comboniano.
Ha sido un sueño desde que comenzó todo este caminar, sabiendo que es un compromiso con mucho significado, siendo el primer Laico Comprometido bajo la intercesión de San Daniel Comboni en Costa Rica, sabiendo todo lo que esto representa en todos los aspectos, pero con mucha alegría y esperanza al saber que Dios no me abandonara y siempre dispuesto a escuchar la voz de nuestro Señor.
Fue un día muy especial, al poder celebrar esta fiesta junto a toda la Familia Comboniana, Sacerdotes, Hermano, Hermanas y Seculares, también parte de mi familia, mi padre, hermano, tías, algunos amigos entre ellos 5 personas que están haciendo sus primeros contactos para tomar la decisión de ingresar a los LMC, roguemos a Dios para que puedan agudizar su oído y logren escuchar la voz de Dios, para darse cuenta que es lo que él quiere para la vida de ellos también, lleno de signos que me ayudarán siempre tener presente este paso, la alianza con Dios, la cruz; como diría San Daniel Comboni, “Las obras de Dios, nacen y crecen al pie de la cruz”, el Rosario para tener presente mi oración.
En esta misma Eucaristía nos acompañaron 12 hermanas y hermanos que tomaron su compromiso como Coordinadores de los Cenáculos Combonianos, quienes también comienzan a formar parte de la familia Comboniana en Costa Rica.
En total fuimos más de 50 personas que celebramos esta Solemnidad en el Seminario Comboniano Mártires de Uganda, como familia y fuimos testigos de la misericordia de Dios, en lo personal con mucho alegría y esperanza de poder responder como el creador así lo quiere y poniéndome a disposición de toda la Familia Comboniana para donde sea necesario y poder llegar a servir.
Agradezco a Dios por fijarse en este servidor, que, aunque es muy lleno de debilidades sabe que Mamá María, San Daniel Comboni y la oración de todos, luchara por llevar de la mejor manera la palabra de Dios a donde así Dios lo quiera.
Jose David, LMC Costa Rica