Leigos Missionários Combonianos

“Sou pedrinha, sou Igreja” – 6ª Unidade Formativa LMC

LMC PortugalNos dias 17 e 18 de Fevereiro tivemos a formação “Sou pedrinha, sou Igreja”, em Viseu. No Sábado, tivemos como formador o Pe. José Augusto Duarte Leitão, do Verbo Divino, que ao longo do dia nos foi falando de princípios da doutrina da Igreja: a centralidade da pessoa humana, o bem comum, o princípio da subsidiariedade e o princípio da solidariedade. Fomos vendo, refletindo e participando, momentos da vida da Jesus em que estes princípios se fizeram presentes e tão notórios. Fomos percebendo que estes princípios se interligam quase sempre e que nos mostram como devemos agir e relacionarmo-nos no mundo, à luz de Jesus Cristo e da Igreja. Dá-me confiança e esperança perceber que muitas das coisas que me fazem sentido e que tento ter presentes no meu dia-a-dia são consideradas pela Igreja como estruturais de uma doutrina social e caritativa.

Percebi que aquilo em que acredito e para a forma como vejo a vida e a minha relação com os outros e com o mundo que me rodeia é aquilo que a Igreja defende e promove.

Tivemos depois um momento de oração, um pouco diferente, com recurso ao Passo a Rezar e foi tão bom! Guardo as palavras “És precioso aos meus olhos”, tento não me esquecer deste Amor que Deus tem por mim, desta valorização da minha pessoa aos seus olhos. Haverá maior alegria do que esta, de me saber amada pelo Senhor? Só Ele me salva, só Ele me conhece e é Ele que me chama pelo nome e me faz correr ao seu encontro nos outros, naqueles que se cruzam comigo. É Ele que me chama a servir, a amar, a dar. É Ele que me chama a ser Amor, como é comigo. Sei que muitas vezes estou longe deste amor pleno, sou frágil… Mas sei que sou uma pedrinha nesta Igreja do mundo, tenho o meu lugar e vou tentando dia após dia torná-lo num sítio melhor.

À noite vimos o filme Germinal, um filme francês que retrata a luta pelos direitos de uns trabalhadores numa mina. Foi intenso, tanto pela história que retratava, como em termos de imagem. Foi duro! Mas foi também empolgante, e fez-me pensar em tantas desigualdades e em como muitas vezes temos de nos sujeitar a certas coisas que podem não parecer bem à primeira vista, mas em que, no fundo, não perdemos a nossa integridade como pessoas, e que apenas estamos a lutar por um bem maior.

No Domingo, tivemos connosco o ir. José Manuel que nos veio falar da urgência de unir a mente com o coração, para conseguirmos voltar à essência do Amor de Deus, que Jesus nos veio trazer. E só unindo a mente com o coração podemos olhar o mundo e podemos encontrar este Amor que transforma. O ir. José Manuel falou-nos das situações que tem acompanhado desde que está em Portugal, como a situação do Bairro da Torre ou uma comunidade de ciganos que está desalojado e sem condições, em Beja. Essencialmente falou-nos do sofrimento de pessoas que habitam no nosso país e com o qual não consegue ser indiferente. Retive a ideia de que é importante ir à causa do problema, escutar as pessoas, perceber a origem das situações de sofrimento e agir em conformidade, sempre à luz do que Jesus Cristo faria. Sempre à luz do Seu Amor.

Foi bonita a forma como o testemunho do ir. José Manuel veio trazer para a vida os ensinamentos que o Pe. José Augusto nos transmitiu no sábado. Foi bonito ver esta unicidade entre a “teoria” e a “prática”, como os ensinamentos da Igreja se fazem presentes no nosso dia-a-dia e principalmente se devem fazer presentes no mundo em que vivemos. Sinto que quero ser uma pedrinha viva desta Igreja e que não dá para ficar indiferente ao sofrimento do mundo. Há que agir, há que lutar, há que fazer a nossa parte! E para terminar, guardo uma ideia que o irmão nos deixou “vais para onde manda a agenda de Deus”… E é essa agenda, aquela em que reina o Amor de Deus, que comanda a nossa vida e a nossa missão no mundo. Saiba eu deixar-me levar para onde me leva a agenda de Deus.

En los días 17 y 18 de febrero tuvimos la formación "Soy piedrecita, soy Iglesia", en Viseu. El sábado, tuvimos como formador al P. José Augusto Duarte Leitão, del Verbo Divino, que a lo largo del día nos fue hablando de principios de la doctrina de la Iglesia: la centralidad de la persona humana, el bien común, el principio de subsidiariedad y el principio de la solidaridad.  Fuimos reflexionando y compartiendo momentos de la vida de Jesús donde estos principios se hicieron presentes y notorios. Hemos entendido que estos principios se interconectan casi siempre y que nos muestran cómo debemos actuar y relacionarnos en el mundo, a la luz de Jesucristo y de la Iglesia.  Me inspira confianza y esperanza entender que muchas de las cosas que para mí tienen sentido y que intento tener presentes en mi día a día son consideradas por la Iglesia como estructurales en la doctrina social y caritativa.  Entendí que aquello en lo que creo y la forma como veo la vida y mi relación con los demás y con el mundo que me rodea es lo que la Iglesia defiende y promueve.   Tuvimos después un momento de oración, un poco diferente, con el paso a rezar que estuvo muy bien. Guardo las palabras "Eres precioso a mis ojos", intento no olvidarme de este Amor que Dios tiene por mí, de la valía de mi persona a sus ojos. ¿Habrá mayor alegría que ésta, de saberme amada por el Señor? Sólo Él me salva, sólo Él me conoce y es Él quien me llama por mi nombre y me hace correr a su encuentro en los demás, en los que se cruzan conmigo. Es Él quien me llama a servir, a amar, a dar. Es Él quien me llama a ser Amor, como lo es conmigo. Sé que muchas veces estoy lejos de este amor pleno, soy frágil... Pero sé que soy una piedrecita en esta Iglesia del mundo, tengo mi lugar y voy intentando día tras día convertirlo en un sitio mejor.   Por la noche vimos la película Germinal, una película francesa que retrata la lucha por los derechos de unos trabajadores en una mina. Fue intenso, tanto por la historia que retrataba, como en términos de imagen. ¡Fue duro! Pero fue también emocionante, y me hizo pensar en tantas desigualdades y en cómo muchas veces tenemos que someternos a ciertas cosas que pueden no parecer bien a primera vista, pero que, en el fondo, no perdemos nuestra integridad como personas, y que sólo estamos luchando por un bien mayor.  El domingo, tuvimos con nosotros al hermano José Manuel que nos vino a hablar de la urgencia de unir la mente con el corazón, para conseguir volver a la esencia del Amor de Dios, que Jesús nos vino a traer. Y sólo uniendo la mente con el corazón podemos mirar el mundo y podemos encontrar este Amor que transforma.  El hno. José Manuel nos contó acerca de las situaciones que está viviendo desde que está en Portugal, como la situación del barrio de la Torre con una comunidad de gitanos que están sin hogar y sin condiciones, en Beja. Esencialmente nos ha hablado del sufrimiento de personas que habitan en nuestro país y con el que no puede ser indiferente. Reitera la idea de que es importante ir a la causa del problema, escuchar a las personas, entender el origen de las situaciones de sufrimiento y actuar en consecuencia, siempre a la luz de lo que Jesucristo haría. Siempre a la luz de su amor.   Fue hermosa la forma como el testimonio del hno. José Manuel vino a traer a la vida las enseñanzas que el P. José Augusto nos transmitió el sábado. Fue hermoso ver esta unicidad entre la "teoría" y la "práctica". Como las enseñanzas de la Iglesia se hacen presentes en nuestro día a día y principalmente se deben hacer presentes en el mundo en que vivimos. Siento que quiero ser una piedrecita viva de esta Iglesia y que no puedo permanecer indiferente al sufrimiento del mundo. ¡Hay que actuar, hay que luchar, hay que hacer nuestra parte!  Y para terminar, guardo una idea que el hermano nos dejó "vais a donde manda la agenda de Dios”... Y es esa agenda, aquella en que reina el Amor de Dios, que gobierna nuestra vida y nuestra misión en el mundo. Que sepa dejarme llevar a donde me lleve la agenda de Dios.   Ana Isabel Sousa

Ana Isabel Sousa

Deixe um comentário

Eu aceito a Política de Privacidade