No a la guerra entre nosotros
No a la guerra entre nosotros
A los cristianos de todas las comunidades del mundo, quiero pedirles especialmente un testimonio de comunión fraterna que se vuelva atractivo y resplandeciente. Que todos puedan admirar como se cuidan unos a otros, como se dan aliento mutuamente y como se acompañan: ”en esto reconocerán que son mis discípulos, en el amor que se tengan unos a otros.” (Jn 13,35) (99)
¡Cuánto bien nos hace amarnos los unos a los otros en contra de todo! Sí, ¡En contra de todo! A cada uno de nosotros se dirige la exhortación paulina: ”no te dejes vencer por el mal, ante bien vence al mal con el bien” Rom 12,21…Todos tenemos simpatías y antipatías y quizás ahora mismo estamos enojados con alguno. Al menos digamos al Señor: Señor, yo estoy enojado con este, con aquella. Yo te pido por él y por ella. Rezar por aquel con el que estamos irritados es un hermoso paso en el amor y es un acto evangelizador.
¡Hagámoslo hoy! No nos dejemos robar el ideal del amor fraterno. (101)
Propuesta: Toma conciencia de quienes son las personas de tu entorno y del grupo que no te caen bien y comprométete a orar por ellas y a construir puentes de diálogo y cariño.
La fuerza del perdón
Sólo reconociendo el paso por nuestra vida del Señor...
Él que es el maestro y en cada momento nos enseña...
podremos humildemente seguir el camino acercándonos al hermano.
Reconocer nuestros errores y ofrecer nuestra mano para caminar a su lado
siguiendo las huellas del Señor.
Os animamos a pensar en aquellas personas que os han lastimado o a las que habéis lastimado.
El perdón es la llave de un mundo nuevo
¡Atrevamonos a abrir la puerta!