La inclusión social de los pobres

Nota: no es intención del Papa presentar aquí detalladamente la doctrina social de la Iglesia, que también debería ser parte importante de la formación de un LMC. De esta parte del documento sólo resumiremos 3 puntos:

A. La inclusión social de los pobres

• “de nuestra fe en Cristo hecho pobre, y siempre cercano a los pobres y excluidos, brota la preocupación por el desarrollo integral de los más abandonados de la sociedad”. (186)
• Cada cristiano y cada comunidad tienen que ser dóciles y atentos para escuchar el clamor de los pobres y socorrerlos. (186)
• Todos tenemos que ser solidarios, y esto quiere decir: 1)  cooperar para promover el desarrollo integral de los pobres y cooperar para resolver las causas estructurales  de la pobreza y 2) ser capaces de gestos simples y cotidianos de solidaridad ante las miserias muy concretas que encontramos. (188)
• La propiedad tiene una función social y los bienes un destino universal. (189)
• Nuestras entrañas tienen que estremecerse ante el dolor ajeno….solo así crecerá en nosotros una actitud de misericordia. Tengan ardiente caridad unos por otros, porque la caridad cubrirá la multitud de los pecados 1 Pe 4,8. (193)

¿Para qué complicar lo que es tan simple y oscurecer lo que es tan claro?

“No nos preocupemos solo por no caer en errores doctrinales, sino también por ser fieles a este camino luminoso de vida y de sabiduría” (194)                    

Los pobres tienen un sitio preferencial  en el corazón de Dios y por eso tienen que tenerlo también en el corazón de la Iglesia:

• Los pobres tienen mucho que enseñarnos.
• En sus dolores conocen al Cristo sufriente.
• Es necesario que nos dejemos evangelizar por ellos.
• Estamos llamados a descubrir a Cristo en ellos.
• A prestarles nuestra voz en sus causas.
• A ser sus amigos, escucharlos, recoger la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos. (198)
• A amarlos y estimarlos “como de alto valor” (aquí está la diferencia entre la auténtica opción por los pobres, y cualquier ideología, cualquier intento de utilizarlos al servicio de intereses personales o políticos).
• A darles una atención religiosa privilegiada y preferencial. (200)
• Nadie puede sentirse exceptuado de la preocupación por los pobres y por la justicia social. (201)

Luego el Papa habla de la ETICA que debería inspirar el mundo de la economía y de la política (202-208) y afirma que “La política tan denigrada, es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común”. (205)