
Confianza en Dios - Comunidad
Confianza en Dios
Nuestra vida sólo podrá ser diferente y fiel a la llamada de Jesús si se asienta en unos pilares diferentes a los que la sociedad propone. Comboni habla de dónde colocar la confianza: “¡Confianza en Dios! Es rara incluso entre personas piadosas, porque se conoce y se ama poco a Dios y a Jesucristo. Si conociésemos y amásemos de verdad a Jesucristo, transportaríamos la montañas.” Tantas veces nos vemos remando contra corriente, incomprendidos por familias y amigos que hasta nos escuchamos a nosotros mismos justificando las necesidades y seguridades del mundo para que aporten seguridad en nuestro día a día y el de nuestras familias... Hay que volver la mirada al Señor.
Cuando nuestra debilidad nos haga dudas podemos apoyarnos en las palabras de Comboni: “Estoy seguro no sólo del feliz éxito de nuestra santa obra, sino también de la especial ayuda de Dios para sostener mi debilidad y la de todos los humildes operarios evangélicos que Dios me ha dado y me dará en la ardua e importante misión africana”. Jesús no nos llamó por nuestra fortaleza. Él es la fortaleza, él se revela en los humildes y sencillos, proclama bienaventurados/as a los más pobres y oculta a ricos y poderosos la sabiduría que da a los más humildes. Si permanecemos unidos a la vid daremos frutos, Él se hará fuerte en nosotros/as. Si nos ha llamado nos proporcionará la fuerza necesaria para llevar a delante su mandato.
“Gracias al Dios de las misericordias, mi Vicariato y sus obras marchan según el espíritu de Jesucristo y se logra hacer no sólo poco bien, sino mucho, a pesar de las enormes dificultades y cruces que me vienen de quien, en vez de ellas, debería proporcionarme consuelos. Las obras de Dios siempre han sido así. Confiado en Dios, voy adelante en mi vida, contento de morir por Jesús y por África.”
Te invitamos a escucha la canción: “En mi debilidad”.
Comunidad
Otro rasgo de nuestra espiritualidad es la vida comunitaria. Los acuerdos sobre nuestra identidad LMC de la última asamblea internacional de Ellwangen 06 hablan de “Vida comunitaria como dimensión fundamental de la vida misionera. Que se realice en comunidad de LMC (donde sea posible), sea en la comunidad apostólica con los Misioneros Combonianos y otros agentes de pastoral; manteniendo un estilo austero y de compartir con la gente”. Comboni diría: “El personal de cada Estación interior es suficiente cuando alcance a componerse de tres sacerdotes y dos laicos”, E 4165.
El primero que nos llama a vivir la fe en comunidad (la vida) es el Señor, que se hace presente cuando dos o más se reúnen en su nombre. Que nos anima a la lectura comunitaria de la Palabra y a que vivamos y compartamos en común nuestras vidas. Para nosotros, como laicos, la comunidad se expresa de distintas maneras: a veces compartiendo techo, otras en casas diferentes pero con oración, trabajo y reflexión constante en común y otras (por la distancia) con los encuentros, compartiendo la vida, la oración y las decisiones centrales de nuestra vida. Nuestro referente no se agota en nuestra conciencia, nuestra pareja o familia, caminamos hacia una sola familia que se ayuda y apoya para vivir el día a día y así comprender la llamada que el Señor nos hace a cada uno y en cada momento. Nuestra opción comunitaria nos debe hacer comprender que el Señor nos habla a través de los hermanos y hermanas, que nuestra fuerza está en ellos, que la vida la entendemos e interpretamos mejor cuando nos dejamos interpolar por los demás, que las decisiones centrales de nuestra vocación, de nuestro existir, necesitan ser contrastadas con nuestros hermanos, que en la escucha de su palabra escuchamos los cuestionamientos que el Señor nos hace y a veces no podemos o queremos escuchar. Así nuestra vida es más auténtica y nuestro seguimiento y entrega más fiel a lo que el Señor nos demanda.
Frente a una sociedad cada vez más individualista nosotros/as renunciamos a parte de nuestra autonomía y soberanía sobre nuestras vidas para depositarlas en la comunidad. Por eso debemos cuidar la comunidad, que es más que un grupo de conocidos y amigos para convertirse en un referente que entre todos alimentamos, hacemos avanzar o retroceder, pero desde donde entendemos que el Señor nos ha llamado y se manifiesta más plenamente.
Te invitamos a ver el video: "Construyendo nuestra Iglesia. Conversando con Sebastián Correa."
Tarea 2:
Apunta en un folio los pilares donde apoyas tu vida actualmente. ¿Cuánto peso tiene en tu vida el Señor? ¿Cuánto espacio le permites ocupar a tus miedos? ¿Qué papel juegan los demás en tu vida? ¿Hasta que punto haces a la comunidad participe de tu vida y tus decisiones en pos del Señor?